miércoles, 8 de julio de 2015

NOTICIA: «El mote colectivo casi siempre te lo ponen los del pueblo de al lado»

Alfonso García reúne en un libro todos los seudónimos comunitarios de Gordón.

"El mote colectivo casi siempre te lo ponen
los del pueblo de al lado".


e. gancedo | león 08/07/2015
Muchos habrán oído que a los naturales de La Pola de Gordón se les llama ‘gatos’, que los de Paradilla son conocidos como ‘pájaros’ o que los de Folledo responden, aquí o en Japón, a la curiosa fórmula de ‘los de la viga atravesá’. Son apodos comunitarios, muy habituales en todos nuestros pueblos y también en la Montaña Central leonesa, zona de la que es natural Alfonso García y a uno de cuyos municipios mayores ciñe su última obra, Motes colectivos de Gordón (Eolas Ediciones).
«A la hora de hacer este librito mi intención ha sido la de abrir una puerta más a otro tipo de patrimonio, el de índole oral, no esa historia grandilocuente que también hay que contar, claro, sino la que tiene que ver con esas fórmulas vitales que conforman la intrahistoria de las gentes, y las gentes son, al fin y al cabo, lo más importante», cuenta García, maestro de Lengua y Literatura para muchas generaciones de leoneses, creador del suplemento literario Filandón de este periódico y autor de miles de artículos y una docena de libros tanto de creación como de investigación.
La obra se inicia con una cita de Crémer («León es tierra de apodos»), palabras que ha podido corroborar García a través de sus innumerables viajes por las comarcas leonesas, y particularmente en su propia zona, dado que fue hace ya treinta años cuando empezó a anotar y recopilar apodos y datos en todos los pueblos del municipio gordonés. Un tema al que ya dedicó diversos artículos en el Diario y que ahora reúne en una aportación, sobre todo divulgativa, en la que descuella la idea de que, «en un 90% de los casos, el mote colectivo te lo adjudican los del pueblo de al lado». Y es que abundan sobre todo los más o menos peyorativos, como ‘zorros’ para los de Santa Lucía, «quizá por la astucia», pero también ‘mosquitos’ en Villasimpliz o ‘moscos’ en Geras, e incluye Alfonso García coplas y otros dictados referentes a cada uno, como por ejemplo «sólo si pican y pican/ se sienten los hombres felices./ ¿Los mosquitos? No, qué va./ Serán los villasemplices».
El escritor, investigador y divulgador
Alfonso García.- ramiro
Unos apodos que antaño se lanzaban como pullas y que acentuaban la rivalidades entre pueblos pero que hoy se exhiben incluso con orgullo, incluso estampados en polos y camisetas como sucede en Santa Lucía. García también consigna en el libro motes derivados de actividades, como ‘camberos’ —que hacían cambas, una pieza del arado— en Cabornera o ‘fayuqueros’ —que recogían fayucos, hayucos, el fruto del haya, en leonés faya— en Llombera. A los de Beberino se les conocía como ‘descalzos’ o ‘capones’, por la ropería de franciscanos que existió en el pueblo, monjes que debían de cebar buenos pollos; y a los Ciñera, ‘brujos’ por ciertos ritos que tendrían lugar en sus montes mientras que la venta de un pastizal pagado en vino y azúcar motivó que a los de Buiza se les bautizara ‘azucareros’ mientras que a los de Folledo, por aquello de querer meter la viga atravesada en la iglesia, los motejaron «de la viga atravesá». Y así, los ‘raneros’ de Peredilla, los ‘gorgueros’ de Huergas y los ‘projuros’ de Los Barrios, «pueden animar a otros autores a hacer lo propio con sus comarcas», alienta Alfonso García.



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