domingo, 23 de mayo de 2021

NOTICIA: El Bierzo, el «Jerte» de León


Muchos le llaman «el Oro Rojo» o conocen a Corullón y otras zonas como «El Valle del Jerte de El Bierzo», la marca de Garantía «Cereza del Bierzo» está funcionando a pleno rendimiento y eso quiere decir que este año, miles de kilos de cerezas del Bierzo llegarán a las despensas de toda España.

Otro de los productos de León, que destaca por su calidad, son las cerezas del Bierzo, y que tiene cuatro formas de hacer única nuestra tierra:

El «Jerte» del Bierzo. primero, cuando los cerezos florecen y convierten los valles del Bierzo en un espectáculo visual sin parangón, son un buen bioindicador de que la naturaleza está funcionando y el entorno favorece, desde a la calidad del aire como un paraíso para las abejas que luego convertirán en miel el aromático polen de los cerezos. Éste sería «el oro blanco del Bierzo», atrae a los amantes de la naturaleza, a todas las personas con una sensibilidad por la belleza, en forma de turismo, bien sea como alojamientos o como clientes de restauración.

Una fruta cercana al «superalimento». la segunda ventaja que aporta a los productos de León, es sin duda el poder disfrutar la cereza del Bierzo fresca en su temporada, Por su bajo contenido en grasas y alto contenido en agua, el 85%, es un alimento especialmente beneficioso para dietas de adelgazamiento. Las cerezas tienen tan solo 60 kcalorías por cada 100 gramos de fruta, además de aportar una gran cantidad de vitaminas, antioxidantes y un bajo nivel de azúcar. También por su alto poder hidratante es una fruta indicada para los deportistas, que también ayuda a recuperar los minerales perdidos durante el esfuerzo, además son buenas para la piel, para mejorar los síntomas de la artritis o la gota, prevenir enfermedades como el cáncer o de tipo cardiaco y por supuesto son ideales para diabéticos.


Fomenta el empleo y la riqueza local. el tercer beneficio, es el que genera la industria de la cereza, desde la recolección, hasta el elaborado. La fecha de inicio de la recolecta, dependiendo de las variedades, comienza por las más tempranas, como la burlat, se empiezan a recoger a finales de mayo, mientras que la variedad francesa, destinada principalmente a la elaboración de confituras y mermeladas, puede prolongar su recolecta hasta principios del mes de julio. Es fácil encontrar cerezas del Bierzo en mercados de toda la provincia, y en las tiendas de barrio, ayudando doblemente a la economía local.

Alargar la temporada. Otro importante pilar de la industria de la cereza del Bierzo, es el mercado del elaborado, desde las famosas cerezas en aguardiente, a las mermeladas o los licores de cereza, que se podrán disfrutar todo el año. Una nueva vida para las cerezas, que siendo elaboradas, hacen que la temporalidad de las mismas se rompa en pedazos, y conseguir así productos únicos, todo el año. Las cerezas conservadas se utilizan muchísimo en repostería, o como acompañamiento a la sobremesa de un buen banquete, pocas cosas más digestivas después de un buen botillo o cocido, que unas cerezas en aguardiente, o un buen chupito…

Así pues, apoyar a los productos de León, implica, apoyar a nuestros productores y a sus consejos reguladores. Busca las cerezas del Bierzo en tu mercado habitual, asegúrate de que están etiquetadas como Cerezas del Bierzo, entre todos mejoraremos el tejido comercial de nuestra provincia, fomentaremos nuevos empleos y haremos que la rueda económica siga girando. #productosdeleon #ladespensadeldiario

NOTICIA: Pedro Gómez: "La Plaza del Grano es mucho más que su empedrado"

LITERATURA. El leonés acaba de publicar un libro dedicado a ella que se presenta este domingo en la misma Plaza del Grano.


Fulgencio Fernández | 23/05/2021
Le extraña a Pedro Gómez que con lo que significa para León la Plaza del Grano el libro que él le ha dedicado a este lugar —y que este domingo presenta a las 12 de la mañana en la propia plaza— sea el primero que se publica dedicado específicamente a ella; por eso insiste en que una de las propuestas que él realiza en el libro, la primera, sea precisamente «una investigación más profesional pues yo, a fin de cuentas, lo que hago es recopilar lo que ya está publicado sobre la plaza y fruto de dos trabajos universitarios míos, el de Fin de Grado (TFG) y el de Fin de Máster (TFM) de Historia del Arte y Gestión Cultural, respectivamente.

Pero yendo al grano, nunca mejor dicho, la noticia es que Pedro Gómez ha publicado en Eolas el volumen titulado ‘La Plaza del Grano’ y que en la presentación de esta mañana de domingo tendrá una compañía de lujo, el arqueólogo José Luis Avello y el escritor y fiscal Avelino Fierro. No faltará la música con Isamil9 y Los Tolinches, algo que tiene mucho sentido pues, señala Gómez, «entre las propuestas que hago para el futuro de la plaza también están los usos culturales, nada masivo, respetando un lugar tan emblemático como esta histórica plaza».


Las propuestas conforman la segunda parte del libro, pero antes ofrece una mirada sobre el ámbito histórico y artístico de la Plaza, los elementos que la componen, la función que desempeñaron... «porque los últimos acontecimientos tal vez nos hayan hecho tener la sensación de que la Plaza del Grano es su empedrado y no, esta plaza es mucho más, y no solo la Iglesia del Mercado, que es el otro ‘habitante’ del que también se habla siempre».

Aunque reconoce Pedro Gómez que, por supuesto, también son importantes el empedrado y la iglesia, «¡cómo no lo va a ser si se trata del segundo edificio en importancia del Románico en la ciudad, después de San Isidoro!»; pero quiere recordar que en esta Plaza del Grano «también encontramos otro edificio religioso muy olvidado, como es la Iglesia barroca de las Carbajalas. Y a mayores habría que decir que los soportales de madera del siglo XVII son un impagable ejemplo de arquitectura popular; súmale otro ejemplo muy valioso de arquitectura no religiosa como es el del Marqués de Inicio o Conde Rebolledo, que por ambos nombres se conoce. Sin olvidar que no le falta una fuente central, del siglo XVIII... estamos ante un Conjunto Histórico de gran valía, que es lo que yo vengo defendiendo, el valor del conjunto por encima de cada elemento de manera individual. Es más, no dejaría fuera del estudio la presencia de la zona de prostitución de la ciudad, que también es historia».

- Pero el controvertido empedrado sí es importante.
- Claro. Lo que digo es que no es lo único, que hay un conjunto. Cómo no va a ser importante un empedrado del siglo XVIII, con sus reformas posteriores y excavaciones que nos pusieron de manifiesto que también hubo otros empedrados previos, de los siglos XVI y XVII.

- ¿Y la polémica del empedrado?
- Mira, todo estaría resuelto si se hubiera hecho antes que también es una de mis propuestas de futuro, que es aplicarle alguna figura de protección a la Plaza, no es ni siquiera Bien de Interés Cultural, aunque sí lo sea en parte por estar en el Camino de Santiago o porque lo es la Iglesia del Mercado. Pero si lo hubiera sido la Plaza no se podría haber realizado esa reforma tan agresiva pues le habrían obligado a dejar lo que hay y que conceptos como la accesibilidad estén por encima de otros históricos o patrimoniales».

Y a esas propuestas ya apuntadas añadiría Gómez otra que entiende muy necesaria: «Proteger el espacio en su conjunto, como lo que es, un Conjunto Histórico, y atender a su conservación y restauración donde sea necesaria, pues hay, por ejemplo, humedades que amenazan a la Iglesia y a algunos de las históricas casas de la plaza. En esta plaza podemos estudiar, sin movernos, 8 siglos de historia de la ciudad».

Y un aspecto que también le parece importante a Pedro Gómez es cómo se vaya a utilizar en el futuro. «En la actualidad es un espacio desaprovechado, pasan por allí algunas procesiones, incluida la de Genarín, los carros por San Froilán, la romería de la Melonera y se acabó. Es un lugar céntrico y apropiado para mercados artesanales, recordando su nombre y origen, para conciertos no multitudinarios, para turismo cultural. Habría que estudiarlo a fondo pero poner a la Plaza del Grano en el lugar que su historia exige».

De momento, este domingo ya hay uno, la presentación del primer libro dedicado a esta plaza, titulado ‘La Plaza del Grano’ y escrito por el leonés Pedro Gómez. A las 12.

NOTICIA: La lista de mascaradas BIC se amplía con once de León

Las Cortes aprueban por unanimidad el nuevo listado presentado por el PSOE.

Guirrios. Cimanes del Tejar.
Foto: Museo de los Pueblos Leoneses
diariodeleon.es
La Comisión de Cultura y Turismo de las Cortes de Castilla y León han aprobado este martes por unanimidad de todos los grupos una iniciativa del PSOE para ampliar el listado de Mascaradas protegidas como Bien de Interés Cultural (BIC), aunque Ciudadanos (Cs) ha pedido incluir una enmienda que la matiza y deja la última palabra de la inclusión a «expertos» de la Junta de Castilla y León.
Según los socialistas, «la relación de la Junta no estaba actualizada; ya que estaba basada en un estudio de 2012».
En un comunicado, el PSOE ha expresado su satisfacción por la aprobación de la iniciativa, que afecta a mascaradas desarrolladas en varias provincias de la Comunidad, que habían quedado fuera del listado inicial aprobado por la Consejería de Cultura y Turismo el pasado 26 de marzo. El PSOE ha valorado también que la aprobación de la iniciativa sirva para impulsar la investigación y fomentar la recuperación de las mascaradas, que en muchas poblaciones se han perdido con el tiempo. A la vez la Junta deberá colaborar con los ayuntamientos y de los colectivos y asociaciones en la conservación, mantenimiento y defensa de estas manifestaciones tradicionales y festivas, según la iniciativa defendida por el procurador socialista José Ignacio Martín Benito.

Maranfallos. Burbia
Foto: Museo de los Pueblos Leoneses

Por su parte, el Grupo Parlamentario de Ciudadanos ha destacado que su procuradora María Teresa Gago ha planteado una enmienda para que sean los expertos de la Junta quienes evalúen las distintas representaciones para incluirlas en el catálogo de Bienes de Interés Cultural de carácter inmaterial de la Comunidad.

La Junta había dejado fuera once ‘mascaradas’ leonesas, que se incluirán ahora en el procedimiento para la declaración como BIC de carácter inmaterial. Se trata de los jurrus y birrias, de Alija del Infantado; los zamarrones, de Riaño; los maranfallos, de Burbia; los guirrios, de Cimanes del Tejar; toro y torero, de Alcoba de la Ribera; campaneirus, de La Cuesta; campanones, de Quintanilla de Yuso; el graciosu, de Nogar; los Tafarrones, de Rodiezmo; los caretos, de Villalfeide; y el guirrio, de Santa Olaja de Eslonza.

Guirrios. Llamas de la Ribera
Foto: Museo de los Pueblos Leoneses







Jurrus y Birria. Alija del Infantado
Foto: Museo de los Pueblos Leoneses





Toro y Toreros. Alcoba de la Ribera

Zamarrón. Riello.
 Foto: Museo de los Pueblos Leoneses




Campanones. Quintanilla de Ayuso. Foto: Zenay Studio

Graciosu. Nogar
Foto: https://www.lanuevacronica



Guirrio. Santa Olaja. Foto: Iván M. Lobo

Careto. Villalfeide. Foto: Carnaval de Villalfeide


Tafarrón. Rodiezmo. Foto: Pilar Castañón

sábado, 22 de mayo de 2021

NOTICIA: "León sí es un país de pandereta, de la buena"

TRADICIÓN Rodri Martínez, siempre Rodri ‘el de Tarna’, es el coordinador y director de una nueva grabación discográfica que bajo el curioso título de ‘Maderas, pelleyus y fierros’ recoge un compendio de cantares y toques de pandereta, pandeiru cuadrao, pandera y vano de la provincia de León.


Fulgencio Fernández | 19/05/2021
lanuevacronica.com
Imaginar a Rodri Martínez quieto es imposible, hasta en pandemia, y así a lo largo de estos meses ha ido entregando trabajos sorteando las condiciones de los tiempos que nos ha tocado vivir. Poco a poco fue entregando las tres grabaciones videográficas de ‘La casa de la reguera’, anuncio de un trabajo más ambicioso, cuando nos sorprende con otra iniciativa, en este caso un disco colectivo del que él es el coordinador y director y que ve la luz (este miércoles día 19 bajo el sello de Música con tsume, otro de esos proyectos que tantas alegrías viene dando a los seguidores de la música tradicional.

"La pandereta y sus ‘satélites’ son los instrumentos con mayor presencia en nuestra provincia"
El nuevo trabajo se titula ‘Madera, pelleyu y fierros, cantares de las comarcas leonesas’, y, explica Rodri Martínez, «es un compendio de cantares y toques de pandereta, pandeiru cuadrao, pandera y vano de la provincia de León». El título, como es evidente, se refiere a la madera del arco de la pandereta, el pelleyu o pellejo de la membrana y los fierros (hierros) de las sonajas, pues la pandereta y sus ‘parientes’ son los protagonistas de la grabación: pandeiru cuadrao, pandera, vano... lo que lleva a Rodri a hacer un juego de palabras para explicar el título: «Se dice mucho de España, en tono despectivo, que es un país de pandereta; pues en el caso de nuestro León se puede utilizar la expresión con propiedad, somos tierra de panderetas y pandereteras y pandereteros, pero en el mejor sentido de la palabra, en el de esos músicos que tantas alegrías nos han dado en las veladas de los pueblos y han sabido conservar la tradición musical. A ellos homenajeamos en este trabajo, con muchos jóvenes que muestran el orgullo de la tradición que representan e interpretan, con evidente calidad». Xosé Ambás, un conocido músico asturiano, director de un recordado programa en la televisión del Principado (TPA), Camin de cantares, con el que ha venido en numerosas ocasiones a grabar en tierra leonesas, asegura al hablar de este disco: «Acaba de salir del fornu, está caliente todavía, un trabayísimo muy potente de la tradición de pandereta en Llión». Y remata: «Tenéis la suerte de ser de la provincia con la mayor tradición de pandereta de la península», en definitiva, incide en la misma idea que aportaba Rodri, la de la riqueza de músicos de pandereta, en el mejor sentido.

Por ello, abunda Rodri en la elección de estos instrumentos tradicionales de percusión para este disco: «La pandereta, y no solo ésta sino también esos otros satélites que la rodean, el pandeiru cuadrau, la pandeira o el vano, son sin lugar a dudas los instrumento con mayor presencia en nuestra provincia, convirtiéndola en el territorio peninsular con mayor variedad de toques y géneros, y dotándola de una enorme riqueza en este campo».

Música con tsume viene desarrollando una colección de publicaciones relacionadas con la música tradicional de la provincia con el nombre de ‘Colección Trad’ de la que forman parte otras publicaciones. En concreto, esta de ‘Madera, pelleyu y fierros’, viene a ser una segunda parte de otra publicación anterior centrada en el repertorio de gaita de la provincia llamada ‘Farrapos, furacos y foles’.

"León es el territorio peninsular con mayor variedad de toques y géneros, es una enorme riqueza"
En ‘Madera, pelleyu y fierros’ participan más de una veintena de músicos, entre los que podemos encontrar además de al propio Rodrigo Martínez, otros como Gabriel González Villalba, Tsacianiegas, Denise Silva, David Álvarez Cárcamo, Beatriz Boto, Edilberto Rodríguez, Alejandro González, Carmen Marentes, Yolanda García, Pablo Suárez, José Manuel Sabugo, Javier Casas, Laura y Amanda Alvarez Fernández, José Roberto Alvarez, Raquel y Sonia Ordóñez, Carlos Álvarez, Xosé Antón Fernández ‘Ambás’, Ramses Ilesies, Rodrigo Alvarez y Mar Valencia. «Hemos reunido a 23 artistas ampliamente conocedores de la tradición de pandereta de la provincia, gran parte de los cuales ademas vienen desarrollando un trabajo de recopilación y puesta en valor de este patrimonio inmaterial, de incalculable riqueza, sin duda el más amplio de la península, y del que sin embargo no se había publicado nada especifico», explica el responsable de la dirección del proyecto. Una importante nómina que, además, asegura el futuro de estos instrumentos: «Las nuevas generaciones afortunadamente van tomando el testigo de las anteriores, y van profundizando y aprendiendo las destrezas y los códigos necesarios para hacer suyos estos repertorios, cito por ejemplo a Pablo Suárez, muy joven pero grandísimo tocador de pandereta».

Los tiempos que vivimos les impiden realizar la presentación de este proyecto ‘en vivo’ por lo que han colgado ya un vídeo promocional que puede disfrutarse en Youtube y que acompaña esta noticia.




sábado, 8 de mayo de 2021

NOTICIA:El pueblo de los amortajados vivos

Se colocan las mortajas y con ellas salen a las calles. Hombres, mujeres y niños. Son los ofrecidos. Agradecen al Santo Cristo haberse salvado de la muerte, una enfermedad, un accidente. Cada 3 de mayo siguen una antigua tradición de ánimas. Es la Procesión de los Amortajados de Quintana de Fuseros. Sólo se ha suspendido dos años, los de la pandemia.

Magdalena Álvarez Barredo saca las mortajas del arcón en donde se conservan en la ermita del Santo Cristo de Quintana de Fuseros, que cada 3 de mayo celebra la Procesión de los Amortajados, en la que vecinos y quienes hayan hecho promesa salen con los sudarios. L. DE LA MATA

diariodeleon.es
Susana Vergara Pedreira. 2 de mayo de 2021

Ni asombro de que los muertos anden vivos por el pueblo. Van amortajados por las calles, de la iglesia a la ermita y de la ermita a la iglesia. Ofrecidos al Santo Cristo. Cada 3 de mayo. Ya ni recuerdan desde cuándo. De siempre, dicen.
Los papeles cuentan que desde 1718. Al menos. Salían para interceder por las almas del purgatorio, para ayudar a esos espíritus que vagaban sin cuerpo a saldar pecados que en vida no pudieron. Era la vieja Cofradía de Ánimas, de la que hay constancia desde el siglo XVIII. Se sabe porque se fundó cuatro años después de la ermita del Santo Cristo y, si no hay error, quedó levantada en Quintana de Fuseros en 1714. Luego, en algún año entre 1718 y 1902, ese ancestral proceso de purificación de espíritus en pecado, avalado por la Iglesia católica desde el siglo XV, dio un vuelco y se convirtió en la Procesión de los Amortajados.


Magdalena Álvarez Barredo tenía 14 años cuando su madre y su abuela la ofrecieron al santo. Se había caído de un árbol y no daba curada la pierna rota. Así que Luisa y la matriarca Teresa López hicieron promesa en la ermita y luego traje de amortajada para la cría. Magdalena fue con muletas el primer año y sin ellas el segundo. Y ya nunca faltó.
Da un respingo todavía cuando recuerda aquel 3 de mayo de 1959. Apenas le salen las palabras. «Qué quieres que te diga...». Y no dice nada más. Se atusa el cabello y se pasa la mano por la cara, como borrando un pensamiento. «Yo, a lo que me dijeron», cuenta. Y lo que le dijeron fue que siguiera la fila, en silencio, con la vela. Porque con ella iban en petición más de 30 vecinos. «Bueno, se hace por el día», añade. Ella misma tranquiliza el recuerdo.
Y eso que lo había visto desde que nació. Pero no es lo mismo seguir la procesión que vestir la mortaja. Ahora, con 76 años y una ancestral tradición que ella ha heredado, toca los sudarios con el único cuidado de no contaminarlos. En pleno siglo XXI azotado por una pandemia, como si de una plaga bíblica se tratara, no hay más superstición que no contagiar ni contagiarse del covid. Magdalena desenvuelve los hábitos de los amortajados, almacenados en un arcón de la ermita, y se coloca con precaución uno. Se mira las manos, una obsesión en estos tiempos del covid, y se pone otra vez la mascarilla. «Quita, quita, que al santo hay que ayudarlo», dice. No lo fía todo a la fe, por si acaso.

Manuel Durández es el mayordomo y encargado de custodiar la ermita.Es además uno de los mayores impulsores de la tradición de la Procesión de los Amortajados. L. DE LA MATA


La ermita del Santo Cristo, en Quintana de Fuseros
. L. DE LA MATA


Nadie por la carretera. Durante kilómetros. Un cartel tallado en madera sobre las señales oficiales indica el desvío a Quintana de Fuseros. Se adentra el viajero en un territorio aislado. El cadáver de lo que parece una jineta atropellada da muestra de que la naturaleza silvestre está viva y muy próxima. Y de que la línea que separa la vida de la muerte es también cuestión de suerte. Aquí es raro cruzarse con un coche.

El ‘Libro de Cuentas del Santo Cristo. L. DE LA MATA


Quizá el aislamiento secular ha propiciado que el pueblo mantenga una tradición de siglos que ha desaparecido en el resto. En la provincia sólo se conserva el ritual de las mortajas en Quintana de Fuseros. La Procesión de los Amortajados es Bien de Interés Provincial tan sólo desde 2019.

El año pasado no salió, este tampoco. Las restricciones por la pandemia del coronavirus se imponen. Una excepción histórica porque la tradición no se ha interrumpido nunca.

En Quintana de Fuseros creen que su Santo Cristo les salva de los peligros sufridos, da igual un accidente que un mal. Por eso se amortajan en vida

Las mortajas las custodia, como todo lo que hay en la ermita, Manuel Durández, que ejerce una especie de cargo de ‘mayordomo’. Durández está sentado a la entrada de la ermita, apoyado en sus muletas. En la mano, el ‘Libro de Cuentas del Santo Cristo de la Cabaña’, en donde están recogidos por escrito los avatares, año a año, de la celebración, los donativos, los arreglos de la ermita, el traspaso de poderes... El paso del tiempo se nota en la caligrafía, picuda y cuidada en los primeros años de 1900, menos estricta según se avanzan las páginas. Se mezclan las letras con los números, porque la fe echa cuentas. Y ahí hay constancia de que la procesión se celebra sin interrupciones desde el día de la Cruz de Mayo de 1902. Y también el precio de las velas, lo que cuesta ‘alquilar’ la mortaja —que se entrega como donativo al santo—, y los arreglos de la capilla, que ha sobrevivido a todos los tiempos donde siempre estuvo, al final del pueblo.

Parte de ese milagro, el de la supervivencia del patrimonio artístico, es obra de Manuel Durández, el mayordomo durante los últimos 28 años. Su nombre se repite insistentemente escrito en el libro del santo. No está solo, tiene el apoyo de la junta vecinal y, sobre todo, de los vecinos.

«Todo lo que ves se ha hecho sin pedir nada. A nadie», dice Durández. Hay orgullo en esta declaración, con la que, como quien no quiere la cosa, reparte a partes iguales críticas a las administraciones y elogios a sus convecinos. «Todo esto que ves estaba que se caía», señala. La ermita es ahora una iglesita recoleta y rehabilitada. Según entras, de frente, una aparición. En penumbra, omnipresente, el Santo Cristo al que devocionan.

Durández maneja las mortajas de una manera terrenal. Las toca sin más tabú que el que impone la pandemia. Las muestra, las enseña, las coloca para las fotos. Amortajadas han salido su mujer, María del Carmen del Pozo, hasta que falleció, su hija y hasta su nieta, que procesionó como muerta en vida con cuatro años. Por mantener la tradición. Un homenaje también al abuelo, que dedica su vida a mantener esta costumbre que es ya leyenda. No fue la amortajada más joven. Un año salió un recién nacido. Durández, que sabe coser, le hizo la mortaja al bebé.

Durante años, ha querido Manuel Durández uniformar a los vecinos, pero no ha podido. Los hombres salen con una túnica blanca con un cíngulo anudado a la cintura. Las mujeres, con una especie de bata rosa, azul o estampada y una pañoleta para cubrir la cabeza. Era lo que había como sudario y es lo que quieren que siga habiendo.

A Magdalena la vida se le torció un día en su hija. Un revés de esos que dan un vuelco a la rutina. No lo dudó. Al salir de la consulta del médico se dirigió a la ermita y fue ella quien ofreció otra amortajada para el santo, su hija. Y, además, una promesa, no faltar nunca.

«A mí, mi hija me la salvó la mortaja y mi santo», dice Magdalena. «Yo lo creo, los demás... cada uno es muy libre.. pero yo, yo lo creo», dice con suavidad. «Yo confío», añade, rebajando el tono de solemnidad, que la esperanza es un paso menos que la fe.

«Bueno, gracias a Dios, a la suerte y a mi santo», matiza el orden. No vaya a ser.

Hace 39 años que Yolanda Rojo Álvarez, la hija de Magdalena, sale de ofrecida, con la túnica y la pañoleta, con la vela entre las manos. Los mismos años que salió adelante tras el diagnóstico de un tumor cerebral. «Ella saldrá hasta que quiera y pueda, yo por siempre», dice con la sabiduría de quien sabe que la fe impuesta ni cree ni dura esta mujer de 76 años que aparenta un suspiro, activa, empática y, dicen, buena vecina.

En Quintana de Fuseros creen que su Santo Cristo es el que les salva de los peligros que han sufrido, da igual un accidente que una enfermedad. «Y mira, ningún muerto de covid en el pueblo. Contagiados, muchos. Enfermos sí, pero aquí estamos todos». No podrán agradecérselo este año a su Cristo.

Durández cierra el Libro del Santo, que inauguraron en 1902 con caligrafía inglesa Feliciano Arias, Manuel Arias y Celestino Molinero siendo párroco Manuel Rodríguez, mientras anuncia que este año ‘prenderle una vela al santo’ costará un euro en vez de 60 céntimos. Y el donativo de las mortajas, cinco euros. Tiene lista de espera. Porque incluso las familias que guardan en sus casas sus propias mortajas entregan dinero para sostener esta fe comunal.

El mayordomo, ayudado por Arsenio Molinero, echa la llave a la ermita. Dentro quedan el Santo Cristo, las mortajas y la devoción de un pueblo. Un pueblo que amortaja vivos a sus vecinos. En acción de gracias. La salvación.