Danzas, Jotas, El Chano, Los Titos… Las Moliñeiras. Pandereta, gaita o flauta de tres agujeros y tamboril; trajes y complementos.
Bailina en la Plaza
mayor de Astorga.
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Autor: Toño Morala
A la madre que me parió sí que le
gusta el baile, las fiestas tradicionales, las ferias, mercados, las tonadas,
la cocina… le gusta la jota leonesa, el pasodoble, los titos, la rueca, la
botella, la pandereta; cantar a diestro y siniestro; que no lo hace mal… pero entona muy alto y se va
por los derroteros de… en fin, que le gusta más la fiesta que un caramelo de
los de antes a un niño a la puerta de la escuela; ahora ya ni los recogen del
suelo ni en los bautizos. Pero hay que tener cuidado con esto de las
tradiciones; a veces se convierten en traiciones, pues no todo vale; no todo es
tradición popular, no todo es música tradicional, ni todos los trajes y
complementos lo son. También hay que intentar separar aquella cultura impuesta
por narices en algunos pueblos y comarcas en otros tiempos; ni tampoco hay que olvidarse de aquellas canciones y
bailes de pueblos hoy casi abandonados y que poca, muy poca gente está
intentando rescatar. Lo de los añadidos es otra cosa… si hablas con las buenas
gentes de nuestros pueblos, incluso, a
veces, no se ponen de acuerdo en una frase o la seguidilla musical de
tal o cual canción o baile. Pero al final el buen humor, la picaresca, la memoria
y un buen vaso de agua de las fuentes frescas, lleva todo a su cauce natural.
Es bueno comentar que las tradiciones musicales van ceñidas a las comarcas y
pueblos, y a sus buenas costumbres, así como la utilización de útiles afines a
la sobrevivencia del ser humano pegada a la tierra donde se habita.
Y de esas sabidurías populares y
ancestrales, va quedando la impronta forma de culturas varias, y ese regustillo
de nostalgia de cuando éramos niños o niñas; cuando se ceñían algunas
horas de asueto y pocas alegrías. De esa
necesidad natural de diversión y siempre en sociedad, la tribu, fue creando
estas maravillas de bailes, tonadas, romances, y músicas varias con
instrumentos muy arcaicos pero llenos de esa melancolía que resalta la memoria
y el amor a la tierra donde uno ha nacido o pacido… “Los titos de Corbillos son
duros de cocer, los echan a las nueve… los sacan a las
diez”; así finaliza una de las canciones
populares de la nuestra tierra cargada de
emociones por el amor ganado y la casca. En una provincia tan extensa y
diversa como la leonesa, han llegado hasta nuestros días una gran variedad de
bailes populares.
Danza en Castrillo de
los Polvazares (Maragatería) en 1.928
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La danza, casi siempre se ha realizado en torno a dos
esquemas que permiten la imitación y la identificación colectiva de los
bailadores, por un lado las filas enfrentadas de hombres y mujeres, propia de
los chanos, jotas, moliñeiras, corridos y titos, en las que los mejores
bailadores se colocaban a la cabeza del baile y los mocines “poco prácticos “a
la cola, y el corro propio de las entradas y entradillas. Así lo comenta el
musicólogo Manuel San Mateo
Grupo de baile y
música tradicional.
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El baile que los propios informantes califican
como más antiguo es el Baile Chano, Llano, Garrucha, Baile del País. Este baile
se conoce por todo el cuadrante noroeste de la provincia, en las comarcas de
Babia, Laciana, Alto Sil, Omaña, Luna y Arbas. Musicalmente el Chano se asienta
sobre un ritmo ternario de tipo “jotesco” pero interpretado de forma más
cadenciosa. El Baile Chano ha estado siempre asociado a los grandes pandeiros
montañeses aunque a finales del siglo XIX comenzó a utilizarse el acordeón,
para acompañar el baile. En algunos pueblos babianos se utilizó también la
gaita de fole. El Baile Chano alterna las fases de paseo lateral y brazos
caídos con las fases más vivas, de braceo característico. Cada mano del baile
termina con la garrucha, paso en el que el hombre trata de coger el brazo de la
mujer. Al finalizar este baile, casi ritual, el hombre levanta a la mujer en el
aire, cogiéndola por la cintura. Es lo que se conoce como “la maquila”. Otro de
los bailes sueltos de ritmo binario más
característico de la provincia de León, fundamentalmente en su mitad oriental,
es el de “los Titos”. Su nombre procede de la estrofa con la que comienza su
melodía más popular “los titos de Corbillos son duros de cocer…”. Este baile
rápido y de “gimnástica” ejecución, exige también una gran pericia en la
panderetera.
El baile de la Rosca,
muy antiguo que se bailaba en la
Montaña
Oriental Leonesa, conservados en Prioro y las Tierras de la Reina.
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Menos conocidos son los bailes de la rosca de la Montaña Oriental
Leonesa, conservados en Prioro y las Tierras de la Reina. El baile de la rosca,
está a caballo entre los bailes rituales ejecutados en un momento determinado y
marcado por el protocolo y los bailes de lucimiento personal y diversión.
Es un baile de bodas que se ha mantenido a lo largo del paso del tiempo.
Mozos y mozas en Hospital de Órbigo bailando una jota leonesa.
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La jota es el baile tradicional más extendido por toda España y por lo tanto aquel cuyos orígenes han sido más discutidos. Los expertos no se ponen de acuerdo… Aunque el ritmo y algunos aspectos del baile puedan ser anteriores, parece cierto, según algunos estudiosos, que el nombre comienza a utilizarse a finales del siglo XVII. Por ello no figura entre las 17 danzas populares que Cervantes cita en “El Quijote”. La gaita de fole en El Bierzo y La Cabrera, la dulzaina en la Tierra de Campos, el Páramo y las Riberas, la chifla y el tamboril en la Maragatería y la Ribera, el acordeón en la Montaña Occidental y el rabel en la Montaña Oriental, la pandereta y otros instrumentos, se fueron amoldando a la ejecución del baile. Obviamente por falta de espacio, no escribiremos sobre todo el folklore leonés; hablaremos sobre los más usados como “Las moliñeiras”. Tradicionalmente este peculiar ritmo y su baile correspondiente se ha asociado con Galicia, cuando se trata más bien de una danza propia de un área aún más extensa del Noroeste de España. Así, en la zona occidental de León, concretamente en las comarcas de El Bierzo, La Cabrera, parte de la maragatería y en los Ancares es un baile muy habitual. Los bailes circulares.
Grupo de mujeres
vestidas con el Traje Maragato y tamboritero.
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Frente a todos los bailes anteriores, que se interpretan en dos filas enfrentadas de bailadores, hay una serie de bailes que se ejecutan en corro, normalmente alternándose los hombres y las mujeres como en las “Entradas Maragatas” o en el Corro de la Cabrera. Este baile se bailaba antiguamente sólo por hombres. Los bailes en corro suelen tener una ejecución ritual, cercana a la danza, y se caracterizan por el salto de la zapateta en la que los hombres muestran su pericia como bailadores. Si hay un instrumento que ha marcado el pulso a los bailes del noroeste de la Península ese ha sido la pandereta. En tierras de León su tamaño alcanza unas dimensiones considerables. Tal es el caso de Casares de Arbas, pequeña aldea perdida en los valles altos del río Bernesga, ya en el confín con Asturias.
Cuatro de Casares de
Arbás con pandereta y voz.
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Y qué me pueden contar sobre los trajes típicos de la tierra leonesa… Los mismos suelen estar caracterizados por su gran elaboración y su excesiva ornamentación, siendo de los trajes típicos más ricos de la Península en lo que a número de elementos y calidad de estos se refiere. Así, en su versión femenina viene caracterizado por la existencia del "dengue", que supone una prenda en forma de aspa que cruza el pecho de la mujer, siendo este el elemento característico en los trajes de la mayor parte de la Provincia.
Grupo de mujeres con
su traje típico leonés.
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Así, este se da en toda la mitad sur del País Leonés así como en buena parte de la mitad norte, en zonas como Aliste, Alba, El Bierzo, Tierras de León. Por otro lado, en aquellas comarcas donde no se da el dengue este se ve sustituido por un pañuelo que va atado generalmente en la espalda. En cuanto al traje masculino este viene caracterizado en la mayor parte del territorio leonés por un chaleco abotonado, tal y como se da en toda la mitad sur leonesa así como, más al norte, en la comarca de Aliste.
Del mismo modo, los trajes leoneses masculinos generalmente van acompañados de un sombrero. Por último se encuentran las capas tradicionales, entre las que cabe distinguir dos tipos; la capa leonesa, charra o bejarana, y la capa parda o alistana. La primera es la más característica en todo el País Leonés, desde la Maragatería hasta Salamanca. Por otro lado se encuentra la capa parda que se da en la comarca de Aliste así como en la portuguesa Tierra de Miranda do Douro. Para terminar… Decía Julio Caro Baroja, en su libro "Los Pueblos de España II", refiriéndose a la provincia de León… "difícilmente se podrá encontrar en toda Europa una región en la que los elementos de la cultura moderna se encuentren en tal armonía con los datos de un pasado remoto".
Niñas ataviadas con
trajes de baile.
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Que hermoso!!
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