Micro-relato
Autor:Toño Morala
En Sosas del Cumbral… Elpidio
en 1972, por Pichu…
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- ¿Así que queréis aprender a picar la guadaña, eh…? Luego hay que afilarla con la piedra de agua que está guardada en el cachapo, y que va en el cinturón, a un lado con un poco de hierba para que no se caiga y se pierda… en otras tierras le llaman zapico, cuerna… Era y es un útil generalmente de madera o de un cuerno, donde se mete la piedra, para de vez en cuando y, dependiendo de muchos factores, el segador le pasaba a la guadaña un par de pasadinas con ella, y venga a segar. Los rapaces andaban detrás del paisano para ver alguna de las labores del campo… eran como ocho o diez; hicieron un pequeño corro alrededor del mismo… y sin más, clavó el yunque en la tierra hasta el tope del mismo… pegó un salivazo a la punta del martillo, cogió la guadaña o gadaño por la parte de afuera, puso el filo empezando por la punta sobre el yunque, y con una cadencia casi milimétrica comenzó el ritual del “toc-toc-toc…” hasta que terminó pasados unos quince minutos… -Ya está picada la guadaña… tengo aquí otra más vieja… ¿alguno quiere probar? Los rapaces andaban entre los once hasta los catorce años… y cómo no, siempre hay un valiente lanzado que levantó la mano. Se puso manos a la obra… “toc-toc-toc…” - ¡Para, para…! Le dijo el paisano. El chaval daba golpes con el martillo a diestro y siniestro sin más. - ¡Levanta el culo… a ver, otro con más maña…! Se acercó un chaval de unos doce años, muy callado, se sentó, cogió la vieja guadaña con la mano izquierda por lo ancho, y despacio, y después de darle el salivazo al martillo, comenzó a cabruñar con un toque sutil y moviendo muy despacio el filo de la guadaña sobre el yunque… tardó unos veinte minutos… y el paisano sonriendo le dijo… - ¡Serás un buen cabruñador! ¿Os habéis fijado? Se aprende observando y viendo, como se hizo toda la vida! El resto de chavales aprendieron la lec
ción. Cuando iban marchando, el paisano les dijo… - ¡Acordaros de que nunca hay que dejar de avanzar lentamente la guadaña, para que el filo sea uniforme… y cuando acabéis la campaña, siempre hay que enaceitarla para que no se oxide y se malforme!... -Y otra cosa, hay buenos cabruñadores que pican o cabruñan muy bien la guadaña, pero saben poco de segar, y al revés, grandes segadores, que no saben cabruñar bien el gadaño o guadaña…
En Sosas del Cumbral (León)
Picando el gadaño,
Foto de Raquel…
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