viernes, 23 de diciembre de 2016

NOTICIA: La escuela rural canta el ramo

El alumnado de Cabreros del Río estrena en Villamañán la tradición navideña que Concha Casado empezó a recuperar con el profesorado hace tres décadas.


El ramo conquistó un nuevo rincón leonés ayer en el CRA de Villamañán.
 JESÚS F, SALVADORES -



ANA GAITERO | VILLAMAÑÁN

Hace 30 años el ramo leonés se daba por perdido como secular tradición navideña. Quedaban las letras recogidas en algunos pueblos por los amantes de la cultura popular y algunas armaduras perdidas en las sacristías y ayuntamientos.

Un buen día alguien soñó que la escuela podía ser el lugar ideal para recuperar este rito ancestral que se celebraba el día de Nochebuena en muchos pueblos de León.

Fue la etnógrafa Concha Casado Lobato (León 1920-2016) quien animó al profesorado a recoger los últimos vestigios que quedaran por los pueblos a través de la celebración de unos seminarios que dirigió en el Centro de Formación del Profesorado con la historiadora Carmen Fernández Marcos.

Tres décadas después, León se enrama cada Navidad, pero son muy pocos los lugares en los que se canta el ramo pues como dijo Francisco Javier Fuente Fernández en este periódico en el año 1986 en el ramo «hay que distinguir el elemento material y el texto cantado».

Ayer el alumnado de la escuela de Cabreros del Río cantó por primera vez un ramo de Navidad en la función organizada por el Colegio Rural Agrupado de Villamañán con el orgullo de dar vida a una «tradición rural».

Bajo la batuta de la maestra de música, Julieta Fernández Vicente, niños y niñas decoraron la armadura de madera con trabajos manuales y adaptaron la letra tradicional a su entorno: «Velas traemos también para que alumbren los días, nos ayuden a estudiar y a mejorar cada día».

NOTICIA: UN RAMO PARA CADA OCASIÓN

La asociación Raigañu se ha propuesto custodiar la tradición de estas veteranas estructuras del acervo cultural de la provincia y, En este camino, ya han documentado 300 ramos localizados en un sinfín de pueblos leoneses, un trabajo que no cesa...

Ramo leonés, en el Museo Etnográfico. - ramiro

A.G. VALENCIA 
De Norte a Sur y de Este a Oeste, León rezuma tradiciones. Una tierra enraizada a un legado que quiere conservar. Y, precisamente, en esta tarea está embarcada desde hace ya casi una década la Asociación Raigañu. El cometido que se trae entre manos, y que promete continuar, es el de seguir catalogando los ramos tradicionales leoneses. Una tarea con la que comenzó hace ocho años, como explican Salvador, Rocío y Lolo, a raíz de un encargo para montar una exposición con estas singulares estructuras.

En todo este camino, Raigañu ha documentado ya unos 300 ramos leoneses, algunas son estructuras originales muy antiguas y otras, que en su momento se perdieron, son réplicas basadas en las imágenes, fotografías y en los recuerdos que conservan los más mayores de cada pueblo o rincón. Los datos que se van recopilando de la tradición oral le han valido a la asociación un puntal para ir dibujando un mapa de ramos leoneses tradicionales.

Cuentan que estas estructuras eran típicas todo el año, aunque quizá ahora el más popular sea el ramo que se coloca por Navidad. No obstante, aún se conservan los de quintos, de novia, de cantamisa, de acción de gracias... «Es una tradición muy leonesa que se estaba perdiendo», explican los miembros de Raigañu, que subrayan que a raíz del encargo que les hicieron se dieron cuenta de la enorme riqueza que hay en la provincia. «León será probablemente la zona más prolífera en estas estructuras y ni qué decir tiene en los cantos que acompañan los ramos», subrayan.

Lolo, Salvador y Rocío argumentan que a lo largo y ancho de la provincia hay ramos triangulares, con forma de rueda, muy típicos de la zona de Omaña, otros cúbicos —cuadrados y rectangulares— singulares de la Montaña, los hay vegetales, muy propios de la zona de El Bierzo, en forma de rastro, sobre todo en Maragatería, las margaritinas que representan el sol... y aunque cada uno es más propio de una zona también se dan en otras comarcas, aunque en menor abundancia. La lista puede ser enorme como también los cantos que acompañan a estas estructuras. Hay que tener en cuenta que cuando se sacaba, se ofrecía o se colocaba como elemento decorativo de la tradición, la costumbre implicaba cantar al ramo unas letras que podían repetirse o renovarse en función de los acontecimientos, incluyendo así nombres de familias, anécdotas, letras al Niño Jesús, la Nochebuena o enfermedades curadas. Todo en función del motivo del ramo.Junto a las estructuras y los cantos —con sus significativas letras que en muchos pueblos se siguen entonando—, la decoración de los ramos supone otro capítulo amplísimo, explican desde Raigañu. Alimentos, mantones, roscas, frutos, lazos... incluso hay estructuras muy antiguas talladas, que aunque en ocasiones se tapaban, buscaban darle un mayor realce.

Otro de los misterios que rodean a estas estructuras leonesas es su origen, quizá un punto más para sentirse atraídos por ellas. Nadie sabe exactamente en qué momento surgen, aunque los estudiosos hablan de que los ramos son una costumbre profana y precristiana, con los cuales se esperaba y honraba la llegada de los solsticios.

También es cierto que poco a poco la religión fue abrazando estas estructuras, dándoles un aura nuevo y ligándolas a la Navidad, las celebraciones eucarísticas, las festividades de patronos y vírgenes o a las romerías. «Como el origen parte del culto a la naturaleza muchos de los ramos tienen tallados pajarines, frutas, soles... en algunas aún se conservan, aunque ya estuvieran ligadas a la tradición cristiana», explican desde Raigañu, que en este periplo por toda la provincia para documentar los ramos han encontrado unos cuantos apuntes curiosos. La estructura original más antigua que han inventariado es de mediados del siglo XIX. Es un ramo que se conserva en el Museo de las Alhajas de La Bañeza y que pertenece a una familia oriunda de Posada y Torre de la Valduerna.

Réplica de un ramo en la zona de la Sobarriba. RAIGAÑU
Cabe destacar, el ramo de mayor tamaño, o sin duda uno de los más grandes de cuantos se conservan en la provincia. Es el que se saca en Laguna de Negrillos. Está dedicado a la Virgen del Arrabal, mide tres metros y está decorado. Es una estructura que se maneja como un pendón, incluso cuenta con un remo para sortear el viento.

Con el paso de los siglos — explican Rocío, Lolo y Salvador— la tradición ha ido variando aunque la esencia se ha mantenido. «Los ramos se han sacado de las iglesias y han vuelto al pueblo, como en el origen. El pueblo es soberano y en la tradición manda», subrayan desde Raigañu, que confiesan que en la zona de Omaña hay auténticas obras de arte, una enorme proliferación. También el fin de la Guerra Civil supuso un incremento de estas estructuras. «Muchas familias las ofrecían por el hijo o el familiar que había sobrevivido a la contienda».

Los ramos sirvieron en su día para iluminar los propios templos con las velas. Muchos se han conservado ahí, en altillos o puertas en las iglesias sin que nadie supiera de ellos. Otros muchos se quemaron, pero lo que es claro es que es una tradición de la tierrina, que vuelve a ganar en auge y que lejos de la estructura más popularizada, el ramo triangular propio de la Navidad, hay otro largo elenco de formas que Raigañu con su trabajo se propone dar a conocer. Lo dicho, de Norte a Sur y de Este a Oeste.

Ramo en forma de rastro en Luyego. DL

jueves, 15 de diciembre de 2016

MÚSICA CORAL: ESCOLANÍA VALBUENA

Actividad gratuita hasta completar aforo en el Museo Etnográfico Provincial de León.

Sábado, 17 de diciembre, a las 18:00 h.

Patio Espacio Peregrino. Planta Baja. Museo Etnográfico Provincial de León
Mansilla de las Mulas.  

El Museo Etnográfico Provincial de León de la Diputación de León, dentro del programa denominado MUMUSET (Música Museo Etnográfico) creado con el deseo de introducir de manera activa a jóvenes y adultos en el uso musical del Museo, continúa su programación musical con una serie de Conciertos Corales durante el último trimestre del año.

En esta ocasión será La Escolanía "Antonio Valbuena" de León,  fundada en 1985, bajo la dirección de D. Romualdo Barrera Garzón, en el CEIP. Antonio Valbuena. La creación de la escolanía tiene una gran importancia en León, no solo por su trayectoria artística, sino también por la labor de formación cultural y social que ha llevado a cabo con cientos de niños y niñas, a lo largo de estos 32 años de existencia.

Esta escolanía ha realizado conciertos en España, Italia, Portugal, Francia, Austria y Dinamarca; participando en numerosos certámenes corales, obteniendo varios primeros premios,  así como festivales de música en España.Asimismo ha grabado varios CDs. Entre los muchos conciertos que ha interpretado cabe destacar el estreno de la obra "Canciones del Reino de León", con motivo del 25 aniversario de la escolanía "Antonio Valbuena", del compositor leonés Jesús Ángel Rodríguez Recio, en el Auditorio "Ciudad de León" en mayo 2010, así como el concierto Solidario, Cofradía "La Agonía de Ntro Señor" en la Iglesia de Santa Marina La Real en diciembre 2014, o el concierto "MÚSICA CORAL EN NAVIDAD" en el Instituto Leonés de Cultura de la Diputación de León en diciembre 2016, por citar solo algunos de ellos.


Es por ello que les invitamos a asistir a este concierto de Música Coral como preámbulo de las fiestas navideñas, que podrán complementar con la visita a la Exposición Temporal “Inmaterial. Patrimonio y memoria colectiva”, que puede ser visitada en el Museo Etnográfico Provincial de León hasta el 12 de febrero. La exposición es un evocador recorrido por los orígenes del patrimonio inmaterial, a través de noventa y tres instantáneas de algunos fotógrafos documentalistas españoles y extranjeros más importantes. Forman parte de esta exposición las fotografías de Jean Laurent, Otto Wunderlich, Eutasio Villanueva, Aurelio Colmenares y Orgaz, Antonio Passaporte, Baltasar Cue, Luis Escobar, Pedro Ibarra y Cristina García Rodero entre otros. Estas fotos proceden mayoritariamente de los fondos fotográficos del Instituto del Patrimonio Cultural de España, probablemente el fondo documental más importante de nuestro país en relación con las raíces de este tipo de bienes.

PIEZA DEL MES: DICIEMBRE 2016

“COLGANTE DE CORAL. Natividad”.

Investigadora: Adelina Martínez González
                       



Guía Cultural Museo Etnográfico Provincial de León.
                       
Domingo, 18 de diciembre de 2016
17,30 Horas.
Planta 2ª. Área 21. Indumentaria y joyería tradicional.
Museo Etnográfico Provincial de León. Mansilla de las Mulas.

Actividad Gratuita



La Diputación de León a través del Museo Etnográfico Provincial de León, en la Actividad de la “Pieza del Mes”, de este mes de diciembre y como prólogo de las Navidades ha programado la disertación para el día 18, con el título de: “Colgante de coral. Natividad”. En esta ocasión será Dª Adelina Martínez González, Guía Cultural del Museo Etnográfico Provincial quien a través de la pieza del Colgante de coral que este Museo exhibe en el área de Indumentaria y Joyería Tradicional, nos acerque a ella.

 Este colgante está realizado en coral, en él están talladas las imágenes de San José, el Niño y el buey, llama la atención la ausencia de la virgen y la mula pero posiblemente se hayan desgajado de la pieza, al presentar ésta una pequeña meseta sin tallar donde pudieron estar las dos imágenes. San José porta la vara florida en su mano derecha y la izquierda la lleva al pecho en señal de adoración al Niño Jesús.

La representación de la Natividad es uno de los principales contenidos tratados en las manifestaciones artísticas españolas de tema religioso, se pueden encontrar en pinturas, esculturas y piezas de artes decorativas mostrando al espectador los distintos episodios de un ciclo que tiene su punto central en la escena de la Natividad representada en esta pieza.

Al tratarse de una talla realizada en coral se hablará sobre este material, conocido ya desde la Antigüedad, aunque era considerada como una simple “piedra” de los fondos marinos llamada árbol de piedra o litodendrum, también “hija del mar” Corallium, se creía también que fuera una raíz marina que se endurecía en contacto con el aire. En el Renacimiento se le describía como un arbusto que crecía en el medio marino. Pero no fue hasta 1827 cuando un médico, Peyssonner, observó en vasos llenos de agua eso que pretendía ser la floración del coral, “que se expande en el agua y se cierra en el aire o cuando se lo toca con la mano”.

Existen muchos tipos de coral pero el que se utilizó en  León, Zamora, Salamanca para la fabricación de todo tipo de joyería tradicional es del coral del Mediterráneo o Corallum Rubrum (coral rojo). Este animal vive en colonias en forma de rama de árbol formado por unos pólipos con ocho tentáculos fijados a un esqueleto calcáreo externo que ellos mismos van realizando y que les sirve de apoyo.

En la joyería tradicional se utilizó este material no solamente para realizar las collaradas y las coraladas donde el coral además de embellecer a la persona que lo portaba la protegía de todo tipo de enfermedades debido a la creencia que el coral poseía  virtudes mágicas y curativas como el restañar heridas, curar enfermedades del estómago, especialmente las náuseas y los vómitos, el intestino y el hígado, cortaba las hemorragias y era bueno para el corazón. En coral también se realizaron amuletos como higas, ramas de coral, manos, cuernos, peces o pilas de bautismo entre otros.

Desde el Museo Etnográfico Provincial les invitamos a disfrutar de esta actividad que nos introducirá en las fiestas de invierno dentro del ciclo navideño con esta pieza donde se puede apreciar toda la belleza artística de esta representación del nacimiento de Jesús, protagonista de la “Pieza del Mes´”.
ACTIVIDAD REALIZADA

F. Javier Lagartos Pacho, Técnico Superior MEPL y
Adelina Martínez González, Guía Cultural MEPL.

Adelina Martínez González en un momento de su exposición en la Pieza
del Mes.

Adelina Martínez, al lado de la Pieza del Mes,
 el colgante de coral.
Adelina Martínez González. Pieza del Mes: "El colgante de coral. Natividad".

miércoles, 14 de diciembre de 2016

NOTICIA: Historia de la calle que dejó de ser estrecha


La calle Ancha unos cuantos años atrás. ARCHIVO -

El próximo martes, Juan Carlos Ponga presentará su libro ‘La calle Ancha... desde que era estrecha’, una exhaustiva radiografía del vial más popular de León desde los costosos inicios de su ‘alineación’ hasta nuestros días. La obra, que se hará acompañar de una exposición de dibujos en el Palacio de Gaviria, abunda en anécdotas, nombres propios y comercios emblemáticos.

E. GANCEDO | LEÓN
He aquí un libro para leer arriba y abajo... y vuelta a empezar. Un libro que narra la historia de la calle más transitada de León, la que más paseos, saludos, tratos, transacciones, ajetreos, amores, desamores y hasta traiciones ha contenido entre sus viejas esquinas; el serpenteo más entrañable de la ciudad, el que va de la plaza de Santo Domingo al súbito asombro de la Catedral. Su propio nombre es ya singular y mueve a la curiosidad o a la sonrisa: calle Ancha.

El experto en urbanismo Juan Carlos Ponga presentará dentro de una semana, el martes 20 a las 20.00 horas en el Palacio de Gaviria, una obra que le ha mantenido ocupado durante los últimos años husmeando todo tipo de documentos municipales y actas notariales relacionadas con una vía que era antaño tan estrecha y sinuosa como las demás de su entorno y que fue «la primera que se ensanchó», como recuerda este veterano investigador de las cosas leonesas. Publicado por el sello Cultural Norte, el libro incluye imágenes, ilustraciones, anécdotas y muchos nombres propios —de personas y de comercios— soldados a fuego en la memoria de la ciudad. «Es curioso comprobar cómo los establecimientos se van sucediendo unos a otros, donde antes había un zapatería se abre otra, y donde antes trabajaba un sastre se instala otro, por aquello de seguir con la costumbre», declara Ponga, quien también se deleitó rastreando las largas y perezosas labores de alineación de la calle —sucesivas expropiaciones, derribos, construcciones—, iniciadas en 1862 y concluidas en los años cincuenta del siglo XX. Compraventas de las que brotan, una y otra vez, los apellidos de quienes regentaron por décadas la trastienda de la ciudad (los Roldán, Valbuena, Merino, etcétera) y desventuras diversas como el pavoroso incendio que en 1906 destruyó el Hotel París.

«El único comercio que se ha mantenido durante todo este tiempo, aun con remodelaciones y cambios de propietario, es el Café Victoria, que toma su nombre no de la victoria franquista en la guerra civil como algunos piensan sino de la cercana capilla del Cristo de la Victoria, por cierto antaño más grande, hubo mucha polémica con el actual diseño de Demetrio de los Ríos», explica Ponga, siempre a desbordar de datos y referencias. Y de ilustraciones, pues suyos son también los dibujos que en el Palacio Gaviria compondrán una sugerente muestra con la que invita a los leoneses a descubrir diferencias, sutiles o no tanto, entre la calle de antaño y su aspecto actual.




El libro aborda también sus antiguas denominaciones. Y así, de Cervantes arriba era calle Catedral o Herrería de la Cruz (también en leonés, Ferrería), y de Cervantes abajo, San Marcelo o Cristo de la Victoria, los primeros, como se ve, más oficiosos y los segundos, populares. Después, entre 1911 y 1939 se llamó Fernando Merino y hasta 1998, Generalísimo Franco. Pero no dejó, nunca, de ser calle Ancha.

 Dibujo de Ponga sobre la calle en 1960.
J.C. PONGA / ARCHIVO / FOTOTECA MUNICIPA