Autor: Toño Morala
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Principios del tren burra de tracción animal, a motor de cebada |
Cómo me hubiera gustado conocer el tren
burra; ir de viajero en él como aquellos aguerridos hombres y mujeres, ver de
cerca y despacio esta Tierra de Campos tan maltratada y olvidada; este suroeste
de nuestra querida provincia de León con tanta historia y buenas gentes. Admirar los bellos paisajes, cruzar los ríos
limpios, admirar la mies, siempre la mies como testigo fiel de su nombre; y
todo ese patrimonio histórico, los palomares, y esos pueblos de adobe y
silencio… sonreír al viajero cómplice y austero con sus mercancías y lentamente, a
paso de burra. De ahí le viene el nombre a este tren.
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Bonita estampa del tren burra |
Se trató de un
ferrocarril de vía estrecha, correspondiente a la compañía Ferrocarriles
Secundarios de Castilla, que con anterioridad ya poseía líneas que unían
Valladolid con Medina de Rioseco (1884) y Palencia con Villalón de Campos
(1912). Pero no fue hasta 1909 cuando se materializó en planos la línea Medina
de Rioseco con Palanquinos, pasando por Villanueva del Campo, Valderas y Valencia
de Don Juan como principales estaciones.
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En plena faena |
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Billetes del tren burra |
Para su materialización se contó con
la importante influencia del político liberal valderense Demetrio Alonso
Castrillo, que el 2 de enero de 1911 era nombrado Ministro de Gobernación. En
1912 dieron comienzo las obras de explanación. La terminación de la línea se
efectuó en 1915, inaugurándose el 30 de abril como se recuerda en una calle de
Valderas denominada con esta histórica fecha. En Valencia de Don Juan el
ayuntamiento lo conmemoró con reparto de bacalao y arroz entre los más
desfavorecidos. Como curiosidad hay que decir que su inauguración fue
adelantada en unos meses, por el anuncio de la actuación del torero Frascuelo en
las ferias septembrinas de Medina de Rioseco.
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Obreros reparando vías |
Más que escribir sobre fechas y demás, nos importa la leyenda, el
anecdotario de tantos años, pero, y sobre todo, nos importa el legado cultural
y humano en tiempos muy retorcidos por
los avatares de guerras, crisis, hambrunas…pero no todo iba a ser tan malo. También
hubo tiempos de bonanza y de trabajo. “Las Chocolateras”, las pequeñas
locomotoras que tiraban de seis o siete vagones… cuentan que los propios
viajeros tenían que bajarse y empujar en alguna cuesta al pequeño convoy, pues
el carbón era de mala calidad y escaso y de esa manera las calderas tiraban
mucho menos.
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Jefe de estación, maquinista y fogonero del tren burra. |
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Locomotora subiendo por una de las pocas cuestas |
Cuentan también que en la cuesta de San Vicente, los mozos se
bajaban a por uvas y volvían al tren; les daba tiempo suficiente. También
cuentan que los viajeros se encargaban de encender la estufa de carbón en los
vagones en el frío invierno. Muchos recuerdan el tren lleno de grano, y de remolacha de las vegas de los
ríos; también hubo mucha madera transportada allá donde no la había, y que era
necesaria para la construcción y para el propio mantenimiento del tren en lo
referente a las traviesas, que en muchas ocasiones salían de los aserraderos
hidráulicos del padre río Esla, tan pronto de Villafalé como de Vega de los Árboles;
y también madera para hacer vagones de mercancías y de pasajeros.
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Estación de Gigosos de los Oteros |
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Estación de Valencia de Don Juan |
La línea, por la orografía del terreno, no dio
muchos quebraderos de cabeza a los ingenieros; apenas unos puentes, algún que
otro viaducto, y unas cuantos pontones; el resto, como es sabido, era
prácticamente llano y sin accidentes de gran calibre. Estas eran las estaciones desde la salida de
Medina de Rioseco: Palazuelo de Vedija, Villamuriel de Campos, Barcial de
la Loma, Castroverde de Campos, Villanueva del Campo, Roales de Campos,
Valderas, Campazas, Castrofuerte, Valencia de Don Juan, Fresno de la Vega,
Gigosos de los Oteros y Palanquinos.
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Estación de Fresno de la Vega |
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Estación de Palanquinos |
En estas estaciones y de un montón de
pueblos de sus alrededores se juntaban vecinos, viajantes, tratantes de ganado,
agricultores, estudiantes de familias pudientes que iban a la capital a
estudiar…todo un rosario de idas y venidas, de comercio en las estaciones vendiendo
de todo…de todo lo que había. Era normal el meter la bicicleta al tren con las
cestas llenas de animales para las diferentes ferias y mercados; gallinas,
conejos, pollos, pichones… algún que otro cerdo que los alojaban en la parte de
atrás, en un vagón especial para animales más medianos. Así, algunas veces, el
paisano venía en bicicleta de vuelta para casa, pues, o bien no había ya tren,
o bien, el paisano quería estar más tiempo en la cabecera de la comarca.
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Pasajeros subiendo en la estación o apeadero |
Las
mujeres trabajaban todo el día, tan pronto preparaban las mercancías para
vender y subirlas al tren, como además algunas iban a servir a las casas de los
industriales y comerciantes ricos. Los guajes iban a la estación para ver bajar
a los titiriteros en fiestas, los afiladores con su rueda, los hojalateros y
botijeros; toda una estampa llena de color en unas tierras llenas de arcilla y paja. Algunos
jugaban encima de los vagones en vía muerta con las tremendas broncas del jefe
de estación; hombres buenos y solitarios, que vivían encima de la sala de
espera, de billetes y equipajes, y donde en el frío invierno, tenían una estufa
de hierro fundido para dar calor con carbón y leña.
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En vía muerta, esperando que pasara el de viajeros |
El tren burra, llamado también Secundario
de Castilla en estos años junto a las
líneas que se unieron a
él, llegó a ser el de mayor longitud de
entre los de vía estrecha de España. En total, 226 Km., 35 estaciones y apeaderos, 400 agentes, varios apartaderos y
silos, 4 empalmes con Renfe, 13 máquinas de vapor, 200 vagones de mercancías,
15 coches de viajeros para trenes de
vapor y 3 composiciones de "diesel".
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Trabajadores ferroviarios del tren burra. |
Todo un entramado logístico y bien
organizado; todo el mundo sabía su trabajo, desde el guardagujas y sus cambios
de vías, hasta los mozos de cuerda y
maleteros que aguardaban en las estaciones, en los andenes y muelles la llegada
de mercancías, el correo y viajeros. Y al llegar al final, había que dar la
vuelta a las locomotoras; para ello, las compañías tenían una plataforma o
puente giratorio, donde se daba la
vuelta a la máquina y de vuelta al destino. Se recuerda que una locomotora
explosionó en Castrofuerte sin dejar heridos, y algún que otro descarrilamiento
sin importancia fueron las anécdotas más reseñables que se recuerdan. Otro
apartado importante de estos ferrocarriles fueron los años de fielato y estraperlo. En muchas estaciones había una
pequeña oficina para cobrar los impuestos por llevar mercancías para vender; antes de llegar a la
estación, y dada la lentitud del tren, algunos se bajaban en marcha, y de esa
manera burlaban a los cobradores. La gama de escondites corporales para guardar
las provisiones y mercancías era todo un
lujo; la necesidad aviva el ingenio. Desde guardar, sobre todo mujeres, tabaco,
medicamentos…entre las largas faldas, hasta en las espaldas, llevar una panceta
atada alrededor del cuerpo.
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Saliendo de una de las estaciones |
Y así pasó todo un tiempo, más de
cincuenta años del tren burra. Varios ayuntamientos pidieron al Gobierno en
1942 la prolongación del secundario entre la estación de Palanquinos y León,
enlazando en la capital provincial con la línea de vía estrecha que llevaba
hasta Bilbao. Sin embargo la propuesta no prosperó. Finalmente, el 11 de julio
de 1969 los trenes circularon por última vez en esta línea secundaria, y años
después se procedió al desmantelamiento de las vías, quedando abandonadas el
resto de infraestructuras ferroviarias: estaciones, casillas, almacenes,
puentes, etc. Por iniciativa del Ayuntamiento de Valencia de Don Juan,
presidido por Alberto Pérez Ruiz, en 1992 se inició la adquisición de los
mencionados edificios y terrenos a FEVE, con el objetivo de convertir el
antiguo trazado férreo en Vía Verde. Así se llevó a cabo inicialmente un
trazado de escasos 3 kilómetros entre Valencia de Don Juan y la urbanización
Valjunco, en el año 1993.La idea cuajó entre otros municipios del trazado del
secundario, y en 1995 la Vía Verde se amplió hasta la localidad de
Castrofuerte. Ese mismo año se puso en marcha una singular marcha cicloturista
con miles de participantes, que recorrieron los casi 80 kilómetros existentes
entre Medina de Rioseco y Valencia de Don Juan. Entre otros grandes versos, el
poeta chileno Pablo Neruda, dejó escrito en su “Oda a los Trenes del Sur”… “¡Oh
tren…explorador de soledades, cuando vuelves al hangar, a las colmenas del hombre y su cruzado poderío, duermes tal
vez por una noche triste un sueño sin perfume, sin nieves, sin raíces, sin islas
que te esperan en la lluvia… inmóvil entre anónimos vagones!”… Entre las estrellas de las locomotoras, el tren burra, no oxida la
memoria.
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En una de las estaciones, tren mixto de pasajeros, correo y mercancías. |
Una historia muy bonita, no sabía de ese tren.
ResponderEliminarJosé Fernández. Oviedo.
Da gusto que haya gente que ponga en valor el patrimonio que tenemos a nivel ferroviario en nuestra región y que merece la pena conocer como se puede comprobar.
ResponderEliminarTrenes Leon
Magnifico articulo. ¿Siempre fue de carbon?
ResponderEliminarAnte todo agradecerle su participación en este blog, en cuanto a su pregunta decirle que el tren burra comenzó siendo de mercancías pero pronto se convirtió en un medio habitual de transporte de viajeros.
ResponderEliminarGracias por el comentario y detalles. Pretendo saber si siempre fue de carbon
ResponderEliminarLas locomotoras de vapor fueron construidas por la Maquinista Terrestre y Marítima de Barcelona en 1913. En 1935 se incorporaron los primeros automotores térmicos y en 1959 los automotores diésel que se sumaron al «Ferrocarril Estratégico de Medina de Rioseco a Palanquinos» dos automotores diesel marca BILLARD, de patente francesa21. Aunque de origen extranjero, como la normativa para los trenes métricos exigía la factura española de todos sus componentes, fueron montados en Puertollano (Ciudad Real) por la SOCIEDAD MINERO METALÚRGICA (SMM). http://www.asihf.org/comunicaciones/REVILLA-VILLAR-BARBEITO.pdf
ResponderEliminarGracias por todo. El enlace es muy bueno y aporta muchisima informacion.
ResponderEliminarEncantada de poderle ayudar. Celebro que el enlace le haya aportado la información que buscaba.
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