Benéfica “Gota de Leche” en 1916.
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La Gota de Leche fue el nombre dado a las instituciones creadas para remediar
los problemas de desnutrición y alta mortalidad infantil en aquellas familias
que no podían permitirse el lujo de tener nodriza,
y cuyas madres no podían dar de mamar. Surgieron a finales del siglo XIX. La
idea original de “las gotas de leche” procedía de Francia,
donde el médico Dupont había creado la primera Gota de Leche 1894. Las técnicas
de esterilización, mediante calor, fueron clave para estos benéficos
establecimientos en donde se preparaban biberones, de uso diario, para
lactantes de las clases sin recursos.
En España la
llegada del primer Consultorio de Niños de Pecho y Gota de Leche no
se hizo esperar. Fue Rafael Ulecia y Cardona (1850-1912), quien lo hace el 22
de enero de 1904 en Madrid. Para ello, viajó hasta París y Belleville para
conocer de cerca el consultorio y el dispensario, respectivamente, con el
objetivo de traer hasta su Institución las técnicas de
“maternización” de la leche de vaca por medio de desnatadora,
centrifugadora y esterilizadora.
Maquinaria que se utilizaba para esterilizar la leche. Gota de Leche de
León.
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Sala de espera en el hogar Maternal e Infantil.
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Los primeros médicos que empezaban a
ser pediatras,
pesando y mirando a los niños y niñas en el consultorio.
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La instalación de dichos centros tuvo diferentes patrocinios: Ayuntamientos, caridad privada, Juntas Provinciales de Protección a la Infancia, Cajas de Ahorro, y más tarde Diputaciones. La Libreta de Maternidad fue un avance y una gran mejora sanitaria y humana para todas las mujeres. Se aprobó su utilización en Valencia el día 2 de Agosto de 1937 por el Gobierno Republicano ya fuera de Madrid en plena contienda bélica; hay algunos médicos e historiadores que le llaman a dicha Libreta, la “gota de leche”. Después de la contienda, el régimen franquista siguió adelante con la institución benéfica, de las pocas cosas que no eliminó el régimen dictatorial. Las tasas de mortalidad infantil eran muy elevadas, muchas madres perdieron a sus hijos y decidieron “alquilarse” como nodrizas para las clases más pudientes… ¿Y qué ocurría con los niños expósitos, niños abandonados en los primeros días o semanas de vida y que llenaban las inclusas? También para estas instituciones se contrataban nodrizas. Las condiciones que debían reunir las mujeres aspirantes a nodrizas para trabajar en las inclusas eran, según lo publica José Ignacio de Arana Amurrio en su libro “Historias curiosas de la Medicina” : “el tener una salud contrastada, que fueran mujeres robustas, jóvenes, madres de más de un hijo y de menos de seis para garantizar la riqueza de la leche, que no hubiese abortado, que sus senos fueran anchos y de pezones prominentes, que no tuvieran mal olor de aliento y que sus propios hijos hubiesen sido concebidos dentro de un matrimonio legítimo y cristiano”.
Bebés en los columpios de la sala de juegos.
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Como curiosidad se rechazaba la “leche de mujeres pelirrojas cuyo temperamento agrio y proclive a la maldad era indudablemente perjudicial”. Otras veces los administradores del hospicio tenían que recorrer los pueblos vecinos en busca de voluntarias que acogieran en sus casas a los bebés para darles de mamar a cambio de una remuneración; o incluso se usaba leche de cabra para suplir la falta temporal de leche humana. A mediados del siglo XX empieza el ocaso de las nodrizas desplazadas por el inicio de la lactancia artificial y con ello el paro de tantas mujeres que durante años fueron el sostén económico de su familia
Aquí
en León, la gota de leche era benéfica con patrocinio municipal. En
sesión de 9 de marzo de 1933 se aprueban todos los acuerdos a la memoria y proyectos, presentados por el
jefe del Laboratorio Municipal y el arquitecto, para llevar a cabo tanto la
organización de la nueva institución como lo relativo al edificio donde iba a
albergarse.
La corporación municipal eligió para la nueva institución benéfica un lugar de su propiedad. Finalmente, se pensó en el solar donde se encontraba la casa nº27 de la Calle Arco de Ánimas que pertenecía a la Corporación. El edificio constaba de planta baja, planta principal y planta de sótanos. La planta principal se destinaba al consultorio público mientras que la planta baja albergaba la sala de aparatos para la preparación de biberones, la sala de despacho de biberones y otras instancias.
El presupuesto aprobado para la construcción ascendía a la cantidad
de 66.658 pts. Las obras se iniciaron el 18 de junio de 1933 y aunque debían
concluir el 8 de noviembre de 1933, se retrasaron. El contratista de la obra,
D. Francisco Presa, procede el 20 de febrero de 1934 a la entrega definitiva de
las obras a D. Miguel Carro Llamazares, presidente de la Comisión de Obras y al
arquitecto municipal D. Isidoro Sainz Ezquerra y Rozas. Hay datos curiosos. Por
ejemplo, en el Libro de caja del año 1931 hay constancia de que se hizo un
festival taurino Pro Gota de Leche.
Todo el dinero que se ingresaba pasaba a
las arcas municipales y desde allí se repartía para la mejora y mantenimiento
de la institución. Las funciones del personal iban dirigidas a establecer consultas para niños de pecho
sanos y enfermos, y gratuitas para los pobres. Además se facilitaba leche de
excelente calidad para las madres que no podían amamantar a sus hijos; y se
aconsejaba a las madres en la crianza. Otros cometidos fueron el suministro de
medicamentos a niños pobres y crear premios para las madres que mayor celo
demostrasen. La consulta para niños sanos constaba de tres servicios: lactancia
vigilada, lactancia mixta y lactancia artificial. También se vacunaba
gratuitamente, y se expendía el famoso
calcio C, aceite de hígado de bacalao, y todos aquellos medicamentos que fueran
necesarios para curar a los niños y niñas sin medios económicos. Estos fueron
los inicios en el funcionamiento y puesta en marcha de la Gota de Leche. La
institución perduró en León hasta los tiempos de la Democracia; incluso existe
documentación en el Archivo Municipal de León de que su gestión alcanza hasta
el año 1995.
Cerámica de Talavera situada en el edificio de la Gota de Leche de
Gijón.
Colocada por iniciativa del Doctor Avelino Gonzalez en 1927.No necesita
de más comentarios.
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La corporación municipal eligió para la nueva institución benéfica un lugar de su propiedad. Finalmente, se pensó en el solar donde se encontraba la casa nº27 de la Calle Arco de Ánimas que pertenecía a la Corporación. El edificio constaba de planta baja, planta principal y planta de sótanos. La planta principal se destinaba al consultorio público mientras que la planta baja albergaba la sala de aparatos para la preparación de biberones, la sala de despacho de biberones y otras instancias.
Dispensario de leche y biberones.
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Postulación benéfica a favor de La
Gota de Leche.
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Aula de niñas de La Junta de
Protección de menores a la hora de la merienda.
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En 1910 la mortalidad infantil de menores de
un año por cada mil niños nacidos vivos era en España de 160, muy por encima de
las cifras europeas. “La mortalidad infantil es un pavoroso problema que es
necesario resolver aún a costa de los mayores sacrificios económicos y morales.
En 1921 en España han muerto 95.706 niños menores de un año, una sangría
abierta por la que se escapa una de las mayores fuentes de riqueza de nuestra
nación”, extracto de un discurso de un médico en la inauguración de una casa
cuna. Aquí la clase burguesa tomó conciencia del grave problema, pues para un
próximo futuro, se quedaban sin mano de obra. Hay que decir también que había
gente de todas las clases sociales muy altruista y solidaria, y tanto médicos,
enfermeras, veterinarios, monjas y las grandes señoras de la beneficencia,
ayudaron a poner en marcha y trabajaron en las casa cuna y gota de leche. Lo
que dio lugar a tensas reuniones para hacer artículos para prevenir
enfermedades infecciosas a los más pequeños, entre ellas la prohibición de tener
en las casas gallinas, pollos, conejos…aprobando reglamentos y artículos,
ponemos uno de ejemplo:
La Gota de Leche estaba atendida por médicos,
enfermeras e hijas de la Caridad en ocasiones.
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A estas alturas
de la película hablar a nuestros jóvenes de La Gota de Leche y la necesidad de
su existencia, sería lo más parecido a explicarle la física cuántica en un
idioma que desconocen. Cuando el problema no es encontrar leche sino decidir
entre las muchas marcas existentes, cuando por doquier encontramos los más
variados productos para criar a los más pequeños... ¿de verdad existió una
época en la que fue necesario crear La Gota de Leche?...Si, ¡existió!
Madres sonrientes con sus hijos y la caja de leche,
la ayuda a la lactancia. |
Este artículo es memoria histórica cargada de vida... El recuerdo es maestro del presente, es resplandor que ilumina futuros...
ResponderEliminarGracias a Toño por tan estupenda colaboración documental, y por haberme mostrado la existencia de este sitio cuyos contenidos son tan interesantes; independientemente de no haber nacido en la provincia de León, como es mi caso, pues se trata de la memoria colectiva de nuestra vida.
ResponderEliminarEspero que no tengan que volver estas ayudas tan básicas, pues es altamente preocupante el crecimiento actual de familias en suma pobreza, y niños que ya pagan las consecuencias de esta parálisis impuesta por los vándalos de la política.