jueves, 30 de marzo de 2023

NOTICIA: "La historia de León y la piedra de Boñar van de la mano desde sus inicios"


Rocío Rodríguez Herreras | 27/03/2023

INVESTIGACIÓN El investigador Enrique Álvarez, de raíces leonesas, acaba de coeditar un estudio sobre el monasterio de Escalada, con especial atención a las canteras de las que se han servido nuestros monumentos y entre las que destaca la de Boñar.

La iglesia de San Miguel de Escalada, uno de los mayores exponentes del arte mozárabe en España y orgullo de los leoneses, es la protagonista de la reciente publicación “El Monasterio de San Miguel de Escalada (León). Arquitectura y canteras a lo largo de su historia”, que recoge los resultados de más de dos décadas de trabajo. Enrique Álvarez Areces, coeditor del libro (junto con la arqueóloga María de los Ángeles Utrero Agudo), doctor en Geología e investigador en el Instituto Geológico Minero de España (IGME), nos habla de la importancia de las canteras históricas y su relación con los edificios históricos que se encuentran a lo largo del Camino De Santiago a su paso por la provincia de León, como la Real Colegiata de San Isidoro o el propio Monasterio de San Miguel de Escalada.


– Su pasión por ‘las piedras’ se gestó en la provincia de León.
– Pasé gran parte de mi infancia en La Pola de Gordón, donde nació mi padre; el contacto con la montaña, las rocas y el paisaje de aquel entorno, así como la tradición minera de mi familia, con padre y hermano Ingenieros de Minas, despertaron mi interés por las Ciencias de la Tierra.

– Así que al llegar a la Universidad lo tuvo claro…
– Pues sí. Estudié Geología en la Universidad de Oviedo y realicé el Doctorado en el campo de la caracterización de rocas, el estudio de los materiales constructivos del patrimonio arquitectónico y las canteras históricas en las que se explotaron los recursos empleados en la construcción del patrimonio arquitectónico del Camino de Santiago. 

-¿Qué importancia tienen espacios tan singulares como las canteras históricas en la construcción de los edificios históricos?
– Dado que para la construcción de un edificio en piedra había que realizar previamente tareas como el acopio de piedras y asegurar la disponibilidad de materiales, nos preguntamos, ¿qué interés pueden tener estos espacios? La respuesta es clara: en ellos está parte importante de la historia constructiva del edificio, por lo que la localización de las canteras históricas aporta y abre nuevas líneas de investigación en relación con los edificios históricos. En los edificios construidos en piedra, el conocimiento de los materiales y su procedencia aportan una novedosa perspectiva.

¿El estudio de las canteras históricas es impulsado desde el IGME?
– Así es. Desde el año 2014 se están desarrollando proyectos y líneas de investigación que, a medio-largo plazo, darán como resultado una cartografía e inventario de canteras históricas a nivel nacional, gran noticia para nuestro patrimonio histórico-arquitectónico.

¿Es el Camino De Santiago, en especial el tramo que pasa por León, el mejor “laboratorio” para estudiar la relación entre la piedra y el Patrimonio?
– Sin duda. La provincia de León tiene el privilegio de contar con dos grandes Caminos, el francés, que transcurre de este a oeste, y el Camino del Salvador, de sur a norte, con espacios de especial interés geológico asociados a la Cordillera Cantábrica que he tenido ocasión de estudiar en estos últimos meses. El Camino, además de su origen religioso y sus connotaciones culturales y turísticas, constituye un “gran laboratorio” para estudiar las relaciones entre las canteras y el patrimonio construido y para entender problemáticas respecto a la alteración de los materiales.

¿A qué se debe la gran variedad litológica de las construcciones históricas leonesas?
– La ciudad de León en el contexto del Camino de Santiago se caracteriza por la diversidad de litologías que se pueden identificar en los muros y fábricas de sus edificios históricos; esta gran diversidad no es casual, la cercanía a la geológicamente conocida como Zona Cantábrica explica esta singularidad. En los monumentos de León podemos identificar calizas, areniscas, cuarcitas y dolomías; estas últimas son las rocas carbonatadas de la conocida Piedra de Boñar.

Los leoneses, ¿tenemos que sentirnos orgullosos de la Piedra de Boñar?
– Rotundamente sí. Entre las tipologías de rocas en la provincia de León destaca La Piedra de Boñar, con la que se construyeron edificios tan emblemáticos como la Catedral, la Real Colegiata de San Isidoro o el antiguo Hospital de San Marcos, entre muchos otros. La historia de León y la piedra de Boñar van de la mano desde sus inicios, por eso es fundamental concienciar sobre su importancia a las administraciones, a los agentes públicos y privados y a la ciudadanía en general. Los edificios están relacionados con su entorno y la presencia de materiales pétreos en los monumentos no es casual, otorgan personalidad a las ciudades, son su seña de identidad.

La Semana Santa, ¿es un buen momento para que leoneses y visitantes disfruten de las “piedras” de la Catedral y de la basílica de San Isidoro?
– Sin duda, otro buen motivo. Los recorridos de las procesiones y los actos de las diferentes Cofradías tienen como escenario el gran Patrimonio Arquitectónico de la ciudad, todo él construido en piedra. La tradición cultural, religiosa y turística que es la Semana Santa de León, se muestra a través de sus imágenes escultóricas, sus sonidos y sus flores, toda una puesta en escena en la que las calles históricas y las “piedras” de su Patrimonio la hacen única.

–La protección del Patrimonio, ¿requiere de equipos multidisciplinares?
– Por supuesto. Son numerosas las disciplinas que están destinadas a entenderse para completar el “puzzle” de las problemáticas que se presentan en el patrimonio construido y también en su análisis. En este sentido un equipo multidisciplinar formado arqueólogos, arquitectos, químicos, ingenieros de minas y geólogos entre otros profesionales, hemos realizado el estudio integral del edificio de San Isidoro, identificando las diferentes fases constructivas y caracterizando sus materiales. Fruto de ese trabajo es “La Real Colegiata de San Isidoro. Diez siglos de construcción y reconstrucción en piedra”. Del mismo modo, la publicación “El Monasterio de San Miguel de Escalada (León)” presenta unas conclusiones renovadas sobre este importante conjunto del Altomedievo hispánico y ha sido un reto para poner de nuevo en común diversas disciplinas.

– Para llevar a cabo las investigaciones que recoge la obra “El Monasterio de San Miguel de Escalada (León)”, ¿ha sido fundamental la utilización de avanzadas técnicas de Química Analítica?
– Los geólogos, para determinar la procedencia de los materiales y la composición de las rocas, recurrimos a la microscopía y a otras técnicas que nos proporciona la Química Analítica, como difracción de rayos X o la fluorescencia de rayos X. La posterior correlación con las muestras seleccionadas en las canteras nos permite determinar las áreas en las que históricamente fueron extraídas para su construcción.

– ¿Ha llegado el momento de redescubrir el Patrimonio que el Camino de Santiago muestra a su paso por León a través del Turismo Científico, poniendo la mirada en “la Ciencia que esconden las piedras”?
– El Camino de Santiago fue la ruta de entrada a nuestra península de corrientes arquitectónicas y artísticas como el románico o el gótico que en la actualidad se materializa en un enorme legado arquitectónico y cultural como el que muestra León. Conocer las canteras y relacionarlas con la arquitectura. permite tener el material original disponible para futuras intervenciones y para promover el Turismo Científico, realizar geo-rutas, etc. Es otra forma de conocer el patrimonio y la geología. Tengo que decir que ya se están impulsando iniciativas en este sentido.

–¿Piensa que la Geología del siglo XXI es mucho más que, como dijo el geólogo Hans Cloos, ‘la Música de la Tierra’?
– Hans Cloos en su obra Dialogo con la tierra”, reflexiona sobre las peregrinaciones de un geólogo por el mundo y por la vida. La geología nos ha dado el conocimiento para nuestro desarrollo como sociedad, desde los recursos más básicos a los más complejos. Y ya está siendo relevante para entender nuevos horizontes, como se ha puesto en evidencia en las investigaciones planetarias.