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a. DOMINGO | REDACCIÓN 19/08/2012
Recuerdos de fotografía en sepia o blanco y negro vuelven a tomar color en la ribera del Órbigo, aunque ya no se trate de casamientos reales, sino de simulaciones, con las que el grupo La Barbacana trata de que las tradiciones más antiguas no se pierdan. Y así sucedió ayer en Villoria: los miembros del grupo, de todos los pueblos de la comarca, escenificaron el rito del matrimonio. Más de cien personas entre figurantes, músicos y novios, encarnados en la tercera recreación de la boda por Sabina Mielgo, de Villoria, y Matías Lombas, de Veguellina, ambos de 50 años.
Ya hace ocho días que se celebró la ronda o «rastro de los aproclamos» y ayer se iniciaron los actos cantando a las puertas de la casa de la novia con los tradicionales cantos de despedida de soltera y los primeros que recibe como casada. tracas y petardos siguieron a la unión de los esposos, para continuar con las canciones picarescas, el regalo de la cama a la pareja y los regalos, cubriendo los platos de oro y plata padrinos, mozas, mozos y todos los asistentes. La boda se celebra por tercer año consecutivo.
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