Animales de todo tipo, perros y gallinas fueron expuestos en el mercado de ganado. ARAUJO - |
VANESSA ARAUJO | VILLABLINO
La capital lacianiega se despertó ayer con olor a pulpo y con la gran pregunta de este día ¿feriaste algo?, y es que las calles de Villablino se convirtieron ayer en un gran zoco, conocido como la Feriona, en donde se congregaron 400 puestos ambulantes ubicados por la avenida del Bierzo, Constantino Gancedo y sus aledañas, venidos de distintas comunidades autónomas como Galicia, Asturias, Cantabria y Castilla y León. Desde primera hora de la mañana las calles se fueron llenando de gente poco a poco a pesar de la lluvia caída durante todo el día.
Este año la muestra ha tenido un menor número de visitas, y eso ha podido ser consecuencia de la adversidad de las condiciones climatológicas y al coincidir con un día en mitad de la semana. La variedad de productos que se ofertaron en su mayor parte, artículos de alimentación, textil o calzado, sin descontar los de ferretería y artesanía. Y no se podía olvidar del producto estrella de esta feria, el ajo debido a que es un alimento usado en las matanzas del cerdo en fechas próximas.
El recinto ferial por su parte ha recibido la visita de numeroso viandantes que quería ver la variedad de gallinas que se exponían, en total 70 tipos diferentes, o bien las reses vacunas o equinas, y que los ganaderos no sólo mostraban sus productos sino que también sirve para realizar alguna transacción. La muestra en este recinto se completó con los mastines, en done participaron un total de 9 criadores de la zona con dos ejemplares cada uno, sirviendo como escaparate.
El plato del día fue el pulpo «a feira» regado por un buen vino que se pudo degustar en las pulperías y los bares de la comarca.
A pesar de la lluvia los puestos estuvieron muy animados. ARAUJO - |
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