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Fulgencio Fernández | 18/01/2016
Un trabajo monográfico dedicado a
diversos tipos de agrupaciones instrumentales integradas por gaitas y percusión
en la provincia leonesa y sus comarcas era más que necesario». Con estas
palabras inicia el musicólogo Héctor Luis Suárez el prefacio de un nuevo
y, como él dice, más que necesario trabajo:‘Gaitas y gaiteros. Un paseo musical
con nuestras bandas’, de reciente aparición, promovido por Álvaro Macías a
través de la discográfica DCL y el trabajo técnico de Pablo Vega, del
que Suárez destaca su «sabio hacer profesional». Han reunido a 13 grupos (otros
muchos han tenido que quedar fuera por razones ‘de espacio’) y el disco recoge
26 temas.
Los grupos que participan en este proyecto son la Escuela de Música Ciudad de Ponferrada, Escuela Municipal de Gaitas del Ayuntamiento de Carracedelo, Banda de Gaitas Mencía de Toral de los Vados, Banda de Gaitas del Centro Galicia en Ponferrada, Templarios del Oza, Grupo de Danzas y Gaitas San Blas de Fabero, Grupo de Danzas y Gaitas ‘El Castro’ de Columbrianos, Agrupación de Gaitas de la Escuela Municipal de Bembibre, la Agrupación de Gaitas Virgen del Camino Agavica, Banda de Gaitas Ciudá de Llión, Banda de Gaitas Sartaina y Castro Bergidum. «Cada grupo plantea su propia propuesta musical con su propia personalidad, instrumentación, repertorio...».
El estudio inicial de Héctor-Luis Suárez, que mañana lee su tesis sobre un tema muy vinculado a éste, realiza un recorrido por la presencia de la gaita en la tradición musical de esta tierra. «Esta realidad actual es consecuencia de unos antecedentes que hunden sus raíces lejos de la actualidad. En el territorio geográfico que desde el siglo XIXse conoce como provincia de León el instrumento aerófono conocido como gaita de fole o de fuelle no es algo nuevo en el panorama organológico».
Y repasa la presencia de este instrumento o sus antecesores desde el geógrafo Estrabón, en vestigios iconográficos medievales en lugares como la Catedral de León (en el rosteón de la nave central o en la sillería, por ejemplo), en el jacobeo Codex Calixtino y hasta en el Fray Gerundio o la revista Vida Leonesa, por citar solo algunos.
A ello habría que añadir la tradición de los gaiteros leoneses del siglo XX, una larga lista de históricos que incluye a los José Farelo, Moisés Liébana, Nemesio Alonso... o el reconocimiento para la Escola de Gaitas de Villafranca del Bierzo, pionera en el reconocimiento a este instrumento.
Hijos de esta realidad es la existencia de las bandas que aparecen en el trabajo u otra anterior dedicado a jóvenes intérpretes —titulado ‘Farrapos, Furacos y Foles’—o la existencia de titulados en este instrumento a nivel de Conservatorio, como es el caso de Diego Bello, que además está realizando una magnífica labor divulgadora en Internet a través de su página ‘Tocar Bajo Teito’.
¡Qué falta hacía este trabajo!
Los grupos que participan en este proyecto son la Escuela de Música Ciudad de Ponferrada, Escuela Municipal de Gaitas del Ayuntamiento de Carracedelo, Banda de Gaitas Mencía de Toral de los Vados, Banda de Gaitas del Centro Galicia en Ponferrada, Templarios del Oza, Grupo de Danzas y Gaitas San Blas de Fabero, Grupo de Danzas y Gaitas ‘El Castro’ de Columbrianos, Agrupación de Gaitas de la Escuela Municipal de Bembibre, la Agrupación de Gaitas Virgen del Camino Agavica, Banda de Gaitas Ciudá de Llión, Banda de Gaitas Sartaina y Castro Bergidum. «Cada grupo plantea su propia propuesta musical con su propia personalidad, instrumentación, repertorio...».
El estudio inicial de Héctor-Luis Suárez, que mañana lee su tesis sobre un tema muy vinculado a éste, realiza un recorrido por la presencia de la gaita en la tradición musical de esta tierra. «Esta realidad actual es consecuencia de unos antecedentes que hunden sus raíces lejos de la actualidad. En el territorio geográfico que desde el siglo XIXse conoce como provincia de León el instrumento aerófono conocido como gaita de fole o de fuelle no es algo nuevo en el panorama organológico».
Y repasa la presencia de este instrumento o sus antecesores desde el geógrafo Estrabón, en vestigios iconográficos medievales en lugares como la Catedral de León (en el rosteón de la nave central o en la sillería, por ejemplo), en el jacobeo Codex Calixtino y hasta en el Fray Gerundio o la revista Vida Leonesa, por citar solo algunos.
A ello habría que añadir la tradición de los gaiteros leoneses del siglo XX, una larga lista de históricos que incluye a los José Farelo, Moisés Liébana, Nemesio Alonso... o el reconocimiento para la Escola de Gaitas de Villafranca del Bierzo, pionera en el reconocimiento a este instrumento.
Hijos de esta realidad es la existencia de las bandas que aparecen en el trabajo u otra anterior dedicado a jóvenes intérpretes —titulado ‘Farrapos, Furacos y Foles’—o la existencia de titulados en este instrumento a nivel de Conservatorio, como es el caso de Diego Bello, que además está realizando una magnífica labor divulgadora en Internet a través de su página ‘Tocar Bajo Teito’.
¡Qué falta hacía este trabajo!
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