La localidad berciana de Barjas es una de las que más ha sufrido la despoblación. ANA F. BARREDO |
CRISTINA FANJUL / EFE | LEÓN
No deja de disminuir. Según los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística, el número de empadronados en la provincia ha seguido menguando durante el año pasado. En concreto, León perdió en un año 5.791 habitantes, y llegó a finales de 2016 con 473. 604. A pesar de lo que pudiera pensarse, la reducción del número de inmigrantes no es la causa directa del descenso. De hecho, la población extranjera que abandonó el censo asciende a 1.484, menos de un 20% del total.
La pérdida de población en la provincia resulta especialmente esclarecedora si se pone en relación a la de la comunidad, cuyos datos arrojan un desequilibrio de 25.000 habitantes. Es decir, el descenso de empadronados en León supone el 20% del que sufre Castilla y León. Una de las cifras más reveladora es la que pone en contexto el lugar de nacimiento y la nacionalidad. Así, mientras que el número de empadronados nacidos fuera de España asciende a 19.129 personas, esta cifra se incrementa hasta 32.248 cuando la cifra se refiere a los extranjeros. Hay que subrayar que la mayoría de éstos tienen filiación europea —14.343 en total— y el mayor grupo se registra entre los ciudadanos rumanos. Le siguen los empadronados de nacionalidad americana, 12.112 en total, mientras que africanos —4.636— y asiáticos (1.398), ocupan el último lugar de la lista. La capital gana en un año casi dos mil habitantes, mientras que Ponferrada también incrementa su población, con 400 empadronados más.
La edad de la población arroja datos sorprendentes. Así, según el INE en la provincia están censados 339 centenarios, una cifra a la que habría que sumar los 8.926 que se encuentran en una franja de edad de entre los 90 y los 99 años. La mayoría de los centenarios —111— vive en la capital.
La portavoz de la Junta, Milagros Marcos, remitió ayer a la futura Estrategia Nacional sobre el Reto Demográfico, cuyo impulso fue aprobado el pasado lunes en la Conferencia de Presidentes, para atajar la pérdida de población que se observa en el padrón. Preguntada por la pérdida de casi 25.000 habitantes en 2015 que refleja el INE, Marcos defendió la «proacción» de la Junta en esta materia, aunque ha adelantado que habrá que esperar al desarrollo de la Estrategia Nacional para «actuar conjuntamente» ante este problema. Marcos insiste en que la visión de la Junta de Castilla y León es que este problema demográfico es un asunto que trasciende del ámbito autonómico y que debe estar apoyado con medidas en todas los niveles de la Administración, incluido el Estado y la propia Unión Europea. La portavoz confía en que esta vía está abierta «al máximo nivel», por lo que ha insistido en que las soluciones deben llegar por la vía de la colaboración y la propia Estrategia Nacional.
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