E.GANCEDO. MANSILLA
Diario de León 20/10/2017
Además de libros, la Biblioteca Concha Casado incluye premios, diplomas y otros objetos personales de la autora. JESUS F.SALVADORES. |
En agosto se cumplió un año de la
muerte de Concha Casado, un nombre y
un apellido que fueron sinónimo de estudio
antropológico e inquietud por el patrimonio
leonés durante casi un siglo, pero su sombra, ejemplo y legado permanecen y
hasta se amplían. Algo que ocurre, en buena medida, gracias a la labor del Museo Etnográfico de León, que está catalogando
los amplios fondos que la estudiosa legó a la institución entre 2012 y 2013.
Los volúmenes han venido a
engrosar los fondos del centro con sede en el viejo convento de San Agustín de Mansilla de las Mulas, completando la
biblioteca que comenzó a llevar el nombre de la también filóloga, aún en vida
de ella. «En total hablamos de 3.000 documentos, de los cuales alrededor de
2.500 son libros fundamentalmente relacionados con la etnografía y la
antropología, de León y de otros lugares», explica Javier Lagartos, técnico
superior del museo. Aunque aquí puede encontrarse casi de todo. «Por ejemplo,
hay volúmenes muy curiosos de los siglos XVI y XVII, que doña Concha compraba
en almonedas y librerías de viejo madrileñas, pero el grueso pertenece a los
siglos XIX y XX», dice, y menciona rarezas como unas obras completas de Enrique
Gil y Carrasco de 1954; un facsímil del Diccionario Estadístico de Pascual
Madoz; el Dialecto vulgar salmantino de José de Lamano, de 1915; un catálogo
del Museo Arqueológico de San Marcos, de 1920... «algunos los mandaba
encuadernar con cuidado, para evitar su deterioro», muestra Lagartos, quien
participó personalmente en el traslado de obras desde la vivienda habitual de
la intelectual, así como en su catalogación.
Pero, además de los libros, el legado incluye muchos otros documentos y
objetos propiedad de la autora de El habla de la Cabrera alta; «sobre todo
premios y distinciones, de todo tipo de colectivos, localidades e
instituciones, empezando por la Medalla de Oro de la Provincia, el Premio
Castilla y León a la Conservación del Patrimonio y el Premio Nacional de
Folclore Agapito Marazuela; y también fotografías, vídeos, audios y una gran
cantidad de manuscritos», informa Javier Lagartos, quien habla de unos 600
elementos de este tipo, incluidas piezas etnográficas de su propiedad.
El técnico del museo avanzó, además,
que la Biblioteca Concha Casado está
abierta a todos los investigadores que deseen hacer uso de este legado y se
encuentra en condiciones de recibir, asimismo, donaciones de títulos
relacionados con estos temas. «No olvidemos que doña Concha era filóloga de
formación, por tanto también tenemos otros libros suyos, del orden de 800, de
lingüística, economía y otras disciplinas, que guardados en otra parte por
razones de espacio», amplió Javier Lagartos. «La idea es publicar un catálogo
sobre todo este fondo para que lo tengamos bien localizado y descrito», añadió.
El pasaporte que en los años
cuarenta le permitió viajar a Alemania para disfrutar de una beca integra
también este pequeño museo junto a otras imágenes y objetos curiosos. Así, el
título de uno de los diversos libros que en su homenaje se editó ilustra bien
lo que la gente sentía por ella: «Queremos
tanto a Concha...».
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