Ésta es una noticia de la Nueva Crónica de León que desde el Museo Etnográfico Provincial de León agradecemos por hacerse eco de las actividades que llevamos a cabo, solo apuntar que el VII Rito de Tinieblas es una actividad, que en este caso, no tiene nada que ver con la Pieza del Mes.
El Rito de Tinieblas sale del Museo Etnográfico para recorrer la localidad |
TRADICIONES El Rito de Tinieblas es una vieja
celebración de Mansilla de las Mulas que el Museo Etnográfico de esta localidad
recupera como ‘Pieza del mes’, con la colaboración del Ayuntamiento y numerosos
colectivos de la villa.
Fulgencio Fernández | 19/03/2016
Cuando los vecinos de tantos pueblos hoy casi deshabitados
recuperan la memoria de las celebraciones de laSemana Santa uno de los
primeros ritos que aparece es el de tinieblas, ligado a la oscuridad, los
sonidos roncos de carracas y matracas, las luces apagadas y tantas veces la voz
de trueno de aquellos predicadores que creaban un clima de misterio y un
ambiente sobrecogedor.
Una de las localidades que celebraban este rito de tinieblas con
mucha solemnidad era Mansilla de las Mulas, una celebración que recuerda
en la página siguiente el cronista oficial de la villa, Félix Llorente.
Esta tradición ha sido recuperada en los últimos años en la villa mansillesa y
el Museo Etnográfico Provincial, con sede en Mansilla, la ha convertido en ‘La
pieza del mes’, una celebración que se celebra este sábado y que desde el
propio museo explican que "es la comunidad de la propia villa la que
demanda y articula la continuidad de la acción, no solo como forma de explicar
una manifestación litúrgica y popular, sino también como fórmula de expresión
de las señas de identidad comunes para que sean conocidas y reconocidas, así
como participadas por las jóvenes generaciones, visitantes y peregrinos".
Recuerdan desde el Etnográfico que esa implicación de la villa ha propiciado la
continuación de la rememoración de un rito "de tipo litúrgico cristiano
que fue en detrimento a partir del Concilio Vaticano II y en el cual,
con la muerte de Jesucristo, se prohibía el ‘uso de metales’ para las
manifestaciones religiosas oficiales y populares".
Esa prohibición de ‘los metales’ pone en primer plano de las
celebraciones otros instrumentos, entre los que destacan las carracas y
las matracas, de las que existe una interesante colección en el Museo
Etnográfico Provincial y hasta un vecino de la localidad es uno de los últimos
artesanos de estos instrumentos. Es César Rodríguez Ibán, quien ha
dedicado buena parte de sus horas de ocio a la construcción de carracas y
matracas, muchas de las cuales guarda en su casa y las ha cedido para los
participantes en otras ediciones de este rito de tinieblas. Carracas y matracas
diferentes de las habituales "pues en ellas no entra más herramienta que
la navaja, la escofina y la azuela"; al servicio de
esos instrumentos roncos que sobrecogen en la tarde y la noche de Mansilla
cuando recorren sus calles. "Hemos visto ahora la oportunidad de la
revitalización del rito desde el punto de vista cultural para recordar,
rememorar y explicar el significado del acto y los aspectos de la cultura
material e intangible asociados como elementos de un Patrimonio Cultural digno
de memoria, identidad y conservación por deseo expreso de todos los
implicados", explican desde el Museo Etnográfico de Mansilla, cuyos fondos
han aumentado en los últimos años y de forma progresiva, "estos instrumentos
idiófonos y sus respectivos sones, exponentes del Patrimonio Cultural, tangible
y manifestación intangible, han experimentado un gran auge y reactivación de su
nivel de relevancia social frente al desuso y posterior olvido al que fueron
conducidos voluntaria o inconscientemente, a partir de la celebración del
Concilio Vaticano II. Lo que antaño era demandado por el entorno eclesiástico
de la religiosidad ‘oficial’ enmarcado en su uso litúrgico y ceremonial que
representó el ‘Oficio de Tinieblas, ha mutado hoy significativamente hacia la
religiosidad popular que entonces resultaba complementaria y ahora protagonista
sobre todo en la Semana Santa de la mano de las cofradías, así como su
mantenimiento en diversos ritos y ciclos tanto festivos como vitales (sobre
todo ‘antruejos’ y ‘juguetes infantiles’)".
Visitar estos fondos representa una oportunidad única de contemplar matracas,
carracas y tabletas, originales y réplicas, históricas y recientes, de
campanarios de iglesias y catedrales, así como los distintos tipos manuales,
procedentes de distintos museos, como el fondo propio del Museo, de los museos
etnográficos más punteros de la región como son la Fundación Joaquín Díaz
de Urueña y el Museo Etnográfico de CyL de Zamora, u otros locales de
reciente revisión como el Etnográfico de Lorenzana, sin olvidar la
aportación de diversas cofradías leonesas provinciales y la extensa y lograda
aportación que representa la Colección de Reproducciones de instrumentos
idiófonos hispanos realizada por el coleccionista leonés, afincado en Madrid,
Francisco Marcos.
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