La celebración este fin de semana de los Días Europeos de la Artesanía coge en pleno auge al sector artesano leonés en el que están inscritas 125 personas, un 8% de profesionales más que hace tres años.
carlos J. domíngez | León 06/04/2013
En tiempos difíciles siempre queda el esfuerzo de las propias manos. Un viejo tipo de esfuerzo que en otros tiempos era vital en los pueblos de provincias como León, que después cayó en desuso y que hoy vuelve a resurgir con fuerza. Quizá por «culpa» de la depresión económica, la artesanía, los oficios de destreza y belleza que jamás igualará una máquina, parecen estar más de moda que nunca. Y en la provincia de León ocurre de manera especial.
Trabajo minucioso en el taller de alfarería de la localidad de Jiménez de Jamuz.jesús F. SALVADORES |
Este fin de semana se celebran los Días Europeos de la Artesanía. Un evento que cada vez adquiere mayor auge en el viejo continente. La casualidad no es explicación suficiente para justificar que dos iniciativas leonesa coincidan estos días con esta celebración europea.
Por un lado, la Diputación acaba de abrir un espacio expositivo permanente para los artesanos de la provincia en la Cueva de Valporquero, uno de los espacios «estrella» de nuestro turismo. Sus casi 60.000 visitantes anuales tendrán ocasión de comprobar lo mucho y lo bueno que las mejores manos artesanas hacen hoy en León.
Y por otro, el Ayuntamiento inaugura precisamente hoy el Jardín de las Artes, de la mano de la Asociación del mismo nombre. Un espacio de exposición y venta de artesanía y de pintura que se desarrollará todos los sábados en el Jardín del Cid de la capital leonesa.
Ese auge del exquisito trabajo manual y personalizado se puede, además, comprobar de manera estadística. La Junta de Castilla y León abrió hace años un registro de talleres artesanos de la Comunidad bajo una misma marca identificativa que a día de hoy cuenta con 125 personas inscritas en la provincia leonesa. Obviamente, la inscripción es voluntaria y existen muchos más profesionales, pero aunque son todos los que están, sí están todos los que son. Y hace sólo tres años, la cantidad de artistas era del 8% menos.
León se sitúa como la tercera provincia con mayor número de artesanos registrados, sólo detrás de Valladolid y Salamanca. En Castilla y León se estima que hay casi 1.000 empresas artesanas censadas, que suman hasta 3.500 empleos. Y creciendo, muy especialmente en el entorno rural, lo cual conlleva un importante valor añadido.
En algunos casos, esta época de leve «renacimiento» ha supuesto que no se pierdan para siempre oficios que un día fueron vitales para nuestros pueblos, víctimas de una economía global y un mercado hostil e insaciable. Herreros, madreñeros o galocheros, toneleros, cesteros, cuchareros, esparteros, alfareros, mosaiquistas, canteros, vidrieros, afiladores, hojalateros, torneros, curtidores, sopladores de vidrio, boteros, encajeras, zapateros, colchoneros, lutieres, esquiladores, jugueteros o titiriteros tienen así una oportunidad de supervivencia, algunos salvados por la campana.
Pero también han florecido otras artesanías más acordes con los tiempos que corren, no menos meritorias. A veces hasta sorprende encontrar entre la lista de artistas de destreza manual a peluqueros, restauradores, ceramistas, encuadernadores de muy diversos materiales, diseñadores en escayola, artistas del fusing en vidrio o del patchwork, sastres, planchadores, bisuteros, rotuladores, pintores ornamentales de muros, jardineros, maquetistas o modelistas, y hasta pirotécnicos.
La conjunción de estas y otras labores tradicionales y modernas confiere a la artesanía leonesa actual sus valores más importantes, que están calando poco a poco en los consumidores actuales: rechazo al producto masificado y uniforme, casi siempre importado, búsqueda de la personalización, de la creatividad, la singularidad y el valor añadido del producto «de la tierra».
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