Alfonso Martínez, residente en Villamediana de la Vega, es el artífice de que el documental temático llegue al Vaticano.
‘La pastorada leonesa. Un auto de Navidad’ recrea la tradición leonesa como un documental en el que se mezcla la trama con el Auto del Nacimiento. DL |
DL3 DE FEBRERO DE 2021, 2:32
Lo sabe hasta el Papa Francisco: «La Pastorada es el Auto del Nacimiento más genuinamente leonés. Su origen se remonta al medievo y ha sido transmitida oralmente de generación en generación hasta nuestros días. Nace del alma del pueblo, deseoso de expresar sus sentimientos religiosos mediante la escenificación del misterio del nacimiento de Jesús con los recursos orales y materiales propios del mundo rural». O por lo menos desde ayer se sabe que el Papa tiene conocimiento de que en León existe esta tradición secular que aúna raíces y costumbres, religión y celebración y que desde lo local de los pueblos se entronca en la historia universal de la Iglesia Católica.
El Papa tiene un ejemplar del documental La pastorada leonesa. Un auto de Navidad, un caso único en el género porque, aunque ya tiene un lustro, es el testimonio rodado (45 minutos lo contemplan) de lo que eran las pastoradas. Tiene uno en su biblioteca personal y otro en la del Vaticano. Y ha mandado las gracias. La iniciativa tiene una peculiaridad mayor. Es Alfonso Martínez el artífice e impulsor de esta dramatización poético-musical de la pastorada leonesa, basada en la versión de Antonio Viñayo, quien fuera prior de la Colegiata de San Isidoro, y que fue dirigido por Bal Ferrero.
Ahora llega la carta del Papa, que agradece ser espectador y poseedor de tan peculiar filme.
Entre medias, la figura de Alfonso Martínez emerge como la de un asturiano que se convierte en el mejor prescriptor de las tradiciones leonesas. Él fue quien se lo envió a Francisco. Y ya de paso con Ximena incorporada, novela de Martínez, que por su tono histórico también consideró oportuno que lo tuviera el sumo pontífice.
Él dice que es un villano, aunque sería más ajustado definirle como un apasionado transeúnte de la vida, de los que se quiere fijar y empapar de todo. Puede que así se explique que este asturiano que nació en (una villa), luego fue concejal del PSE en el País Vasco, vivió en Bilbao y luego en Gijón y ahora dice que es feliz en un pueblo de León, acompañado de sus cuatro nietinas, que son sus cuatro perras, sus inquietudes intelectuales y cierto afán divulgador de lo leonés. «Recorrí muchos lugares de la provincia de León, y de otros muchos sitios. Por eso no me siento de ningún lugar sino del mundo. Y ahora en León me siento feliz», explica. «En mi vida aplico el dicho: donde fueres haz lo que vieres», dice Martínez. Ël le ha dado la vuelta de tuerca al refrán, porque puede decirse que desde Villamediana de la Vega ejerce de leonés siempre en acción. Eso sí, que sea en una villa.
Interesante historia. Saludos
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