jueves, 2 de mayo de 2013

COLABORACIÓN: IN MEMORIAM JESÚS FERNÁNDEZ SALVADOR

IN MEMORIAM JESÚS FERNÁNDEZ SALVADOR,
EL CARNICERO ILUSTRADO
AUTOR: TOÑO MORALA


 Uno a lo largo del paso del tiempo va conociendo a personas, se convierten en amigos por esa magia de la amistad sin pedir nada a  cambio. Hace todavía unos días, Jesús me llamó para que le acompañara a unas jornadas culturales en un pueblo cercano, y por cuestiones personales no pude acompañarle…me hubiera encantado ir con Jesús; charlar con él, escuchar sus palabras siempre pausadas y sabias; poner atención a su gran memoria y a esa sonrisa pícara y entusiasta que repartía a sabiendas que lo que decía iba a misa.  Jesús se nos marchó sin terminar un montón de proyectos que tenía en mente; desde seguir archivando su gran biblioteca, así como seguir mirando archivo por aquí, archivo por allá, en busca de documentos que ilustrasen su cultura y ponerla en bandeja a los curiosos de la historia y de la vida. En realidad, a Jesús, le importaba mucho la historia, porque ella era su cómplice en miles de anécdotas, y sobre todo anécdotas de paisanos y paisanas de la Comarca. Hombre de mundo, sabía perfectamente contar las cosas desde ese punto de vista medieval, esas batallas de sobrevivencia en tiempos de hambre y necesidades. Esa era la historia interminable que le gustaba, y puesto manos a la obra, tan pronto te documentaba una legión de privilegios clericales y para  ricos, como documentaba la venta de carne en La Cabrera, a principios del siglo XX, donde los carniceros iban cortando la carne según  venían los clientes, así… sin más pretensión que la de informar y formar al contertulio. También hay que reconocer públicamente su filantropía, cedió a  varios museos un montón de piezas. Podríamos seguir contando cosas de Jesús. Hace como un mes me dio el panfleto del partido Republicano Radical de cuando la República en defensa de las mujeres.
Cuando iba a comprar ganado en aquellos años, y se perdía hablando y hablando con los ganaderos y tratantes, y llegaba con el ganado del ramal a Mansilla de noche ante la preocupación de su  madre. O cuando comentaba lo que le gustaban las patatas con oveja, y que ahora no se comía ni una sola oveja. En el entremientras, me iba cediendo documentos de todo tipo, originales y copias para que siguiera hurgando en la historia de la vida  y poder contarla. Nos veíamos en el Museo Etnográfico, y siempre se quejaba de la poca asistencia de gente a los importantes actos culturales que se desarrollan en el mismo. Su impronta queda, así como en nuestro recuerdo y memoria. Reciba Pepita, su mujer, y sus hijas y familia un gran y fuerte abrazo.
 
En el Museo, en la actividad de la "Pieza del Mes" donde él colaboró.
Desde el Museo Etnográfico Provincial de León, nos unimos al pésame de la familia. El siempre asistía a todas las actividades que el Museo organizaba siendo un gran colaborador en todo lo que se le solicitaba. Gran conocedor de la vida tradicional en los pueblos porque él la vivió y porque además le gustaba transmitir sus conocimientos. Lo echaremos mucho de menos.
Junto con su mujer en una de las actividades del Museo.

 
 

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