E. GANCEDO | LEÓN
«Afronto este nuevo reto con una enorme ilusión y con la idea de que el museo sea el motor de la etnografía leonesa, pero también de que tire de toda esta comarca». Lo decía en febrero de 2009 José Ramón Ortiz del Cueto cuando se le presentó como director del Museo Etnográfico de León con sede en Mansilla de las Mulas. Lo decía entusiasmado, como hacía todas las cosas.
Ortiz del Cueto, que falleció en Madrid, a los 52 años de edad y después de una larga enfermedad, fue el gran impulsor del museo y su primer director por concurso público. Inaugurado el 21 de febrero de 2008 tras una inversión de cinco millones de euros, Ortiz se hizo cargo, un año después, del que ha sido calificado como «el mejor museo etnográfico del Noroeste», con más de 3.000 piezas, la mayoría procedentes del Instituto Leonés de Cultura. Durante el primer año, la etapa de rodaje, fue dirigido por el entonces director del ILC, Jesús Celis.
Cercano, amable, siempre disponible para cualquier consulta o aclaración, y más que abierto a todo proyecto o propuesta llegada de asociaciones y ciudadanos, Ortiz del Cueto deja en el museo, además de en todos los amantes de la etnografía y el patrimonio leonés, un abismo insalvable. Madrileño con raíces en el pueblo leonés de Valverde-Enrique, poseía una larga experiencia en gestión del patrimonio y le avalaba una sólida trayectoria en la administración pública como técnico superior de la Junta de Castilla-La Mancha y en asistencias técnicas para otras comunidades.
Además de su extrema profesionalidad y de una humanidad que anteponía a cualquier otra cosa, Ortiz siempre se preocupó por la divulgación y mejora del centro, y lamentaba no contar con más fondos y personal para acometer nuevos proyectos. Para ir más allá. Y lo decía —siempre— con una sonrisa.
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