No es el cartero de "Crónicas de un Pueblo", éste es el auténtico |
“La Bicicleta es uno de los inventos que cumple con lo racional del ser
humano”; no contamina, no hace ruido, no gasta ningún tipo de combustible salvo
los garbanzos del que la lleva, mueve el
corazón y las piernas, ayuda a no engordar y a sentirse bien físicamente.
También ayuda a despejar la cabeza mientras estás en ruta. Otra cosa diferente
es cuando la bicicleta se usa para trabajar con ella, cuando ayuda y mucho, a
la sobrevivencia de algunos oficios y por lo tanto tiene su merecido homenaje como el que hoy vamos a tratar
de hacerle.
Las bicicletas de antaño
eran un lujo en todos los sentidos, quien la tenía para ir a trabajar o a
repartir con ella era un privilegiado. La paternidad de la bicicleta se le
atribuye al barón Karl Von Drais, un inventor alemán que
nació en 1.785.
Su rudimentario artefacto, creado alrededor de 1.817, se impulsaba
apoyando los pies alternativamente sobre el suelo. En la actualidad hay
alrededor de 800 millones de bicicletas en el mundo (la mayor parte de ellas en
China), bien como medio de transporte principal o bien como vehículo de ocio.
Las bicicletas fueron muy
populares en la década de 1.890, en los años 50, 70, y ahora su uso nuevamente
ha venido a crecer considerablemente en todo el mundo. Este
invento estaba basado en la idea de que una persona, al caminar, desperdicia
mucha fuerza por tener que desplazar su peso en forma alternada de un pie al
otro. Drais logró crear este sencillo vehículo que le permitió al hombre evitar
ese trabajo. En 1.890, el inglés John
Boyd Dunlop (aficionado al ciclismo y creador de la empresa homónima)
inventó una cámara de tela y caucho, que se inflaba con aire y se colocaba en
la llanta. Para evitar pinchazos, Dunlop inventó además una cubierta también de
caucho. Estos inventos de Dunlop casi no han sufrido variaciones significativas
desde su invención.
Mineros en bicicleta en 1.961 en Puente Almuhey (León)
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“Lo de las bicicletas no dejaba
de ser un lujo en aquellos años. Por lo general los mineros iban andando hasta
la mina, la bici la utilizaban para ir hasta Taranilla, Soto, Villacorta, Prado...
el resto del camino lo hacían a pie por senderos y caminos. Las carreteras y
los caminos eran muy malos y muchos días pinchaban o se les estropeaba la
bici”. Comentario de un vecino de Puente Almuhey recordando las bicicletas de
los mineros, el que la tenía. Cuando las nevadas obligaban a hacer pasillos
para andar, los mineros iban a pie a sus trabajos. Conozco gente que hacía 15 km.
porque su mina estaba en Besande o más lejos. Y los hacían en pleno invierno,
con alpargatas casi todos. Y con una escasa chaquetilla bajo aquellas
temperaturas siberianas. Y alguien me contó, que, si llegaban tarde, les hacían
volverse a sus casas. De nuevo la caminata bajo el frío, y un día sin jornal. Esos
hombres fuertes y aguerridos fueron los que crearon la riqueza en la zona.
Ellos que tenían siempre a la muerte acechando, gastaban sus sueldos como si
fuera el último día de sus vidas. Por eso corría tanto dinero. Por eso se
enriqueció el comercio.
Quién no se acuerda de aquellos
afiladores en bicicleta que sobre un pequeño caballete dejaban la rueda de
atrás en el aire y con la piedra de esmeril
afilaban cuchillos, tijeras, arreglaban paraguas…que recorrían los pueblos y
ferias en la propia bici, que eran
conocidos de los vecinos y dormían en sus casas a cambio de trabajos varios de
su oficio.
Una "bicicleta esmeril" a motor de garbanzos... y trabajaba como afilador de tijeras o cuchillos. |
Aquellas lecheras y lecheros que cercanas las cuadras a las ciudades
y Villas, repartían con las cántaras y las medidas de medio litro y litro
metidas en el manillar por las casas.
Bicicleta lechera. |
Aquellas parejas de Guardias Civiles en
bicicleta que recorrían los pueblos, y que nada podían hacer frente a la
velocidad de los coches. Se acuerdan de los Curas que iban a los pueblos en
bicicleta, que llegaban a los sitios casi siempre tarde, y que casaban, hacían entierros
y bautizos y a comer y beber…y a seguir ruta por esos caminos de Dios.
Pareja de la Guardia Civil en
Bicicleta.
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Y de los
carteros, aquellos que traían noticias de allende los mares, o de la emigración
europea de la pobreza. Casi siempre con una sonrisa en la boca, y cuando tocaba
llevar un telegrama con malas noticias, se abrazaban al vecino y a seguir por
las calles.
Los Carteros en bicicleta hasta hace
pocos años.
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Aquellos
repartidores de prensa que andaban como motos por las calles de las ciudades,
dejando en los quioscos los periódicos,
que también llevaban la prensa a los Ministerios, Ayuntamientos, Diputaciones,
Colegios, Universidades…y siempre empezaban de madrugada hiciera el tiempo que
hiciera. Las de los mensajeros…y las de los panaderos con la cesta de mimbre
atrás y otra delante con el pan recién hecho, aquel olor inconfundible de buen
pan. O aquellos repartidores de paquetería que repartían para Almacenes
Generales, Rojo Cortés, Antoñanzas…con aquellas bicicletas de color naranja con
dos portabultos atestados de paquetes, que a veces no veían por encima de los
bultos, y llevaban andando la bici. En verano el carro bici del heladero en los
parques, con aquellos cucuruchos cromados de bola y que con su bata blanca
vendían sonrisas con sabor a fresa, naranja, o aquel mantecado de corte. Las
tiendas de comestibles y fruterías, carnicerías… Un montón de oficios en los siglos XIX y XX ya utilizaban bicicletas para
repartir sus mercancías.
La bicicleta del Cura del Pueblo.
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Las bicicletas de la dignidad en su inmensa mayoría. Se trataban de vehículos resistentes con cajas delanteras y adaptadas a las necesidades del usuario. Y si hablamos ya de la simple mecánica de las bicicletas… En concreto es imprescindible ser capaz de reparar un pinchazo de la cámara (o al menos de cambiarla), ajustar las alturas de sillín y manillar, enderezar la dirección, tensar los frenos y enganchar la cadena. Con llevar aquella caja ovalada donde se guardaba los parches, el pegamento y la lija era suficiente. Todas estas operaciones se pueden realizar con herramientas sencillas y comunes. Y así con el paso del tiempo se fueron sacando adelante los trabajos y oficios que gracias a las bicicletas, ayudaron y mucho a tener mejor vida. Se me olvidaba comentarles… que las bicicletas no son siempre para el verano.
¿Sobrevivencia?
ResponderEliminarEl autor comenta: "Algunos superviven... y otros sobrevivimos". Toño Morala.
ResponderEliminarPrecioso documento, muchas gracias.
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