domingo, 17 de marzo de 2013

NOTICIA: CARA Y CRUZ DE LA SEMANA SANTA. Memorias de barateros

Estos personajes guardan los secretos de historias desconocidas de corros de chapas en Semana Santa... y fuera de ella.

lacronicadeleon.es
Manolo "El baratero".
Fulgencio Fernández / León
Ahí, donde tenéis ahora el periódico, iba yo con mi padre y una furgoneta. Sacábamos unas baldosas, las poníamos en el suelo y montábamos unas chapas que se funde el misterio”. Lo dice uno de los más famosos barateros de la ciudad, seguramente el más clásico, ya muy retirado, quien recuerda que antes de la ‘moda’ de solicitar a la Junta los corros legales durante la Semana Santa esta ciudad acogía ‘timbas’ de todo tipo y durante todo el año. Bien es cierto que las citas semanasanteras son un pozo de anécdotas y realidades. “Te digo una cosa, se aprende más en una noche en un corro de chapas en La Bañeza que en un año en cualquier Universidad, incluso la de Oxford”.
Habla de La Bañeza porque esta localidad es una de las cunas, tal vez la cuna, de los corros de chapas. Recuerdo que uno de los grandes de esta profesión de contar, bañezano, Antonio Núñez, contaba en un viejo artículo que “ es muy raro ver en un corro billetes de menos de cincuenta euros”, y “no es, por el contrario, infrecuente el corro en el que, con tres docenas de personas en otras tantas sillas y un número aún superior de pie, se jueguen a cada tirada cantidades próximas al millón de las antiguas pesetas, especialmente a altas horas de la madrugada, cuando ya han abandonado el campo los pequeños jugadores, aficionados y mirones”.
Esta misma realidad la ilustra Manolo El baratero con una anécdota. “Yo fui baratero de corros grandes, con alcaldes, empresarios o paisanos que iban con todos los ahorros para allá; cuando alguien ponía un billete de veinte euros se lo quitaba con el pie y le preguntaba: “Eso será parael taxi?”.
Y es que este personaje ya ha visto de todo en los corros de chapas. “Y lo que no he visto lo he escuchado de primera mano, porque yo empecé a montar corros con mi padre y mi padre había empezado con mi abuelo. Estas cosas se llevan en la sangre”.
- ¿Y cuándo te retiraste?
- Cuando se legalizó, en el 92, un corro es lo que es no un acto del programa de Semana Santa.
En 1992 se legalizó pero no es menos cierto que antes jamás dejaron de celebrarse los corros en localidades como La Bañeza, Valencia de Don Juan, Bembibre (y otras muchas del Bierzo con el auge de la minería), por la ribera del Órbigo, Laciana, Matallana... 
No es un trabajo fácil el del baratero, hay que ser muy rápido, ágil, estar muy atento y resistente. “Yo una vez monté uno en Semana Santa el miércoles y no se levantó hasta el viernes. ¿Cómo lo aguantas? Sólo si te gusta”. Corren mil leyendas sobre jugadores que lo perdieron todos, desesperados... “Claro que lo he visto, pero forma parte del secreto profesional. Sí te puedo decir una cosa, he visto perder tanto que yo no juego”. 
También ha visto trifulcas, pero recuerda una entre dos ‘famosos’ de la noche de León, El Gigante y El Domi. “La cosa empezó en un corro y acabó en un asesinato”.
Los nuevos barateros, los de la época del corro legalizado, estos también hablan de la crisis, como Roberto, que también recuerda la época del millón de pesetas pero... “Desde hace dos años para acá se ha notado un bajón. De aquellos 6.000 euros que se han llegado a jugar en las tiradas importantes a los 1.500 euros de media que tuvimos el año pasado. También se ha reducido el tiempo del juego. Antes aguantaba el corro hasta las ocho de la mañana, en los dos últimos años acaba el juego sobre las cuatro y media, aunque en esto más que la crisis yo lo achaco a la reglamentacióndel consumo de tabaco, yo creo que los corros de chapas requieren también poder fumar para relajarse”.
Leonardo es uno de los nuevos barateros, “no tan nuevo, este año ya será el décimo que trabajo en ello y lo haré en un local nuevo, que se incorpora. Ya me estoy preparando porque no creas que se aguanta tan fácil pero no me gusta alternar no otro baratero, me pone cuando cojo las chapas y digo aquello de la mano va a...”.
Un nuevo local. No es el único pues desde que se han legalizado el número de locales que solicitan corro ha ido aumentando, siendo el más alto en 2010 (con 62 corros), que en 2012 se quedó en cuatro menos. ¿2013? Aún no está cerrado.
- ¿Y cuánto gana un baratero?
- Un buen baratero no habla de dinero, pero si es bueno después de Semana Santa cambia de coche.

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