Toño Morala, en el Museo de los Pueblos Leoneses. |
Antonio Manuel Fernández Morala, Toño Morala, es una de esas
personas que uno va conociendo a lo largo del tiempo y que te dejan huella por
su generosidad, su compromiso social, por su bondad.
Toño Morala nos dejó con solo 61 años, después de una dura
batalla contra la E.L.A. Su vida abarcó múltiples ocupaciones como obrero,
articulista, poeta o relatador de la tradición popular. Colaboró con numerosas
webs, diarios, revistas, así como en este blog.
Desde que el Museo Etnográfico Provincial de León , hoy
Museo de los Pueblos Leoneses, trasladó su sede desde el Instituto Leonés de
Cultura en León a Mansilla de las Mulas en lo que fue el antiguo convento de San Agustín, él siempre estuvo implicado en todas
las actividades culturales llevadas a cabo por el Museo, desde colaborador
incansable en este blog con artículos relacionados con la vida tradicional,
contándonos todos los recuerdos de sus vivencias mezclándolos con investigaciones
realizadas para hablar de distintos temas resultando unos textos magníficos donde
nuestras vidas se veían irremediablemente reflejadas.
En estos artículos él nos habla sobre la sobrevivencia. Hubo
quien le quiso decir que supervivencia sería más correcto por ser más utilizado pero Toño no dejó nunca de utilizarla porque para él la
sobrevivencia reflejaba mejor el desgarro del
alma que la vida nos va dejando, la lucha incansable cuando uno está
comprometido tanto en la vida social como en el ámbito cultural, como lo estaba
él.
También participó en el Programa de la Pieza del Mes como investigador que con el título: “La bregadora. Panaderos del hurmiento”, nos dio a conocer los entresijos, símbolos, acciones y características de uno de los alimentos por excelencia de la Humanidad, el pan. Pan al que él dedicó un hermoso poema: “Olas de tierra…mar del pan”.
Hasta el último momento Toño estuvo implicado con el Museo
contando con la ayuda de su compañera de vida, Mar Ferreras. Desde el Museo queremos
reconocer toda su entrega y compromiso que tuvo con todo lo que tiene que ver
con nuestras raíces quedando para siempre su impronta en nuestro recuerdo.
Reciban Mar, sus hijas y familia nuestras más sentidas condolencias.
Te dicen descansa en paz, pero yo sé que no descansas, sigues escribiendo, Toño Morala. Continuaremos leyéndote hasta en las nubes. Porque tú lo disfrutas... sigue sin descanso; el universo gira sin parar. Has traspasado a la vida en la que no existe la fatiga. Disfruta, amigo.
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