viernes, 3 de febrero de 2017

COLABORACIÓN: Cuando el baile tradicional se vuelve rito.

Danzas, Jotas, El Chano, Los Titos… Las Moliñeiras. Pandereta, gaita o flauta de tres agujeros y tamboril; trajes y complementos.

Bailina en la Plaza mayor de Astorga.

Autor: Toño Morala
A la madre que me parió sí que le gusta el baile, las fiestas tradicionales, las ferias, mercados, las tonadas, la cocina… le gusta la jota leonesa, el pasodoble, los titos, la rueca, la botella, la pandereta; cantar a diestro y siniestro; que  no lo hace mal… pero entona muy alto y se va por los derroteros de… en fin, que le gusta más la fiesta que un caramelo de los de antes a un niño a la puerta de la escuela; ahora ya ni los recogen del suelo ni en los bautizos. Pero hay que tener cuidado con esto de las tradiciones; a veces se convierten en traiciones, pues no todo vale; no todo es tradición popular, no todo es música tradicional, ni todos los trajes y complementos lo son. También hay que intentar separar aquella cultura impuesta por narices en algunos pueblos y comarcas en otros tiempos; ni tampoco  hay que olvidarse de aquellas canciones y bailes de pueblos hoy casi abandonados y que poca, muy poca gente está intentando rescatar. Lo de los añadidos es otra cosa… si hablas con las buenas gentes de nuestros pueblos, incluso, a  veces, no se ponen de acuerdo en una frase o la seguidilla musical de tal o cual canción o baile. Pero al final el buen humor, la picaresca, la memoria y un buen vaso de agua de las fuentes frescas, lleva todo a su cauce natural. Es bueno comentar que las tradiciones musicales van ceñidas a las comarcas y pueblos, y a sus buenas costumbres, así como la utilización de útiles afines a la sobrevivencia del ser humano pegada a la tierra donde se habita. 

Y de esas sabidurías populares y ancestrales, va quedando la impronta forma de culturas varias, y ese regustillo de nostalgia de cuando  éramos  niños o niñas; cuando se ceñían algunas horas  de asueto y pocas alegrías. De esa necesidad natural de diversión y siempre en sociedad, la tribu, fue creando estas maravillas de bailes, tonadas, romances, y músicas varias con instrumentos muy arcaicos pero llenos de esa melancolía que resalta la memoria y el amor a la tierra donde uno ha nacido o pacido… “Los titos de Corbillos son duros de cocer, los echan a las nueve…  los sacan a las diez”;  así finaliza una de las canciones populares de la nuestra tierra cargada de  emociones por el amor ganado y la casca. En una provincia tan extensa y diversa como la leonesa, han llegado hasta nuestros días una gran variedad de bailes populares.


Danza en Castrillo de los Polvazares (Maragatería) en 1.928

 La danza, casi siempre se ha realizado en torno a dos esquemas que permiten la imitación y la identificación colectiva de los bailadores, por un lado las filas enfrentadas de hombres y mujeres, propia de los chanos, jotas, moliñeiras, corridos y titos, en las que los mejores bailadores se colocaban a la cabeza del baile y los mocines “poco prácticos “a la cola, y el corro propio de las entradas y entradillas. Así lo comenta el musicólogo Manuel San Mateo


Grupo de baile y música tradicional.

 El baile que los propios informantes califican como más antiguo es el Baile Chano, Llano, Garrucha, Baile del País. Este baile se conoce por todo el cuadrante noroeste de la provincia, en las comarcas de Babia, Laciana, Alto Sil, Omaña, Luna y Arbas. Musicalmente el Chano se asienta sobre un ritmo ternario de tipo “jotesco” pero interpretado de forma más cadenciosa. El Baile Chano ha estado siempre asociado a los grandes pandeiros montañeses aunque a finales del siglo XIX comenzó a utilizarse el acordeón, para acompañar el baile. En algunos pueblos babianos se utilizó también la gaita de fole. El Baile Chano alterna las fases de paseo lateral y brazos caídos con las fases más vivas, de braceo característico. Cada mano del baile termina con la garrucha, paso en el que el hombre trata de coger el brazo de la mujer. Al finalizar este baile, casi ritual, el hombre levanta a la mujer en el aire, cogiéndola por la cintura. Es lo que se conoce como “la maquila”. Otro de los  bailes sueltos de ritmo binario más característico de la provincia de León, fundamentalmente en su mitad oriental, es el de “los Titos”. Su nombre procede de la estrofa con la que comienza su melodía más popular “los titos de Corbillos son duros de cocer…”. Este baile rápido y de “gimnástica” ejecución, exige también una gran pericia en la panderetera.

El baile de la Rosca,  muy antiguo que se bailaba en la
 Montaña Oriental Leonesa, conservados en Prioro y las Tierras de la Reina.

 Menos conocidos son los bailes de la rosca de la Montaña Oriental Leonesa, conservados en Prioro y las Tierras de la Reina. El baile de la rosca, está a caballo entre los bailes rituales ejecutados en un momento determinado y marcado por el protocolo y los bailes de lucimiento personal y diversión.  Es un baile de bodas que se ha mantenido a lo largo del paso del tiempo.

Mozos y mozas en  Hospital de Órbigo bailando una jota leonesa.
La jota es el baile tradicional más extendido por toda España y por lo tanto aquel cuyos orígenes han sido más discutidos. Los expertos no se ponen de acuerdo… Aunque el ritmo y algunos aspectos del baile puedan ser anteriores, parece cierto, según algunos estudiosos, que el nombre comienza a utilizarse a finales del siglo XVII. Por ello no figura entre las 17 danzas populares que Cervantes cita en “El Quijote”. La gaita de fole en El Bierzo y La Cabrera, la dulzaina en la Tierra de Campos, el Páramo y las Riberas, la chifla y el tamboril en la Maragatería y la Ribera, el acordeón en la Montaña Occidental y el rabel en la Montaña Oriental, la pandereta y otros instrumentos, se fueron amoldando a la ejecución del baile. Obviamente por falta de espacio, no escribiremos sobre todo el folklore leonés; hablaremos sobre los más usados como “Las moliñeiras”. Tradicionalmente este peculiar ritmo y su baile correspondiente se ha asociado con Galicia, cuando se trata más bien de una danza propia de un área aún más extensa del Noroeste de España. Así, en la zona occidental de León, concretamente en las comarcas de El Bierzo, La Cabrera, parte de la maragatería y en los Ancares es un baile muy habitual. Los bailes circulares.

Grupo de mujeres vestidas con el Traje Maragato y tamboritero.
Frente a todos los bailes anteriores, que se interpretan en dos filas enfrentadas de bailadores, hay una serie de bailes que se ejecutan en corro, normalmente alternándose los hombres y las mujeres como en las “Entradas Maragatas” o en el Corro de la Cabrera. Este baile se bailaba antiguamente sólo por hombres. Los bailes en corro suelen tener una ejecución ritual, cercana a la danza, y se caracterizan por el salto de la zapateta en la que los hombres muestran su pericia como bailadores. Si hay un instrumento que ha marcado el pulso a los bailes del noroeste de la Península ese ha sido la pandereta. En tierras de León su tamaño alcanza unas dimensiones considerables. Tal es el caso de Casares de Arbas, pequeña aldea perdida en los valles altos del río Bernesga, ya en el confín con Asturias. 

Cuatro de Casares de Arbás con pandereta y voz.

Y qué me pueden contar sobre los trajes típicos de la tierra leonesa… Los mismos suelen estar caracterizados por su gran elaboración y su excesiva ornamentación, siendo de los trajes típicos más ricos de la Península en lo que a número de elementos y calidad de estos se refiere. Así, en su versión femenina viene caracterizado por la existencia del "dengue", que supone una prenda en forma de aspa que cruza el pecho de la mujer, siendo este el elemento característico en los trajes de la mayor parte de la Provincia.

Grupo de mujeres con su traje típico leonés.
 Así, este se da en toda la mitad sur del País Leonés así como en buena parte de la mitad norte, en zonas como Aliste, Alba, El Bierzo, Tierras de León. Por otro lado, en aquellas comarcas donde no se da el dengue este se ve sustituido por un pañuelo que va atado generalmente en la espalda. En cuanto al traje masculino este viene caracterizado en la mayor parte del territorio leonés por un chaleco abotonado, tal y como se da en toda la mitad sur leonesa así como, más al norte, en la comarca de Aliste. 

La Indumentaria tradicional de Velilla de la Reina.

Del mismo modo, los trajes leoneses masculinos generalmente van acompañados de un sombrero. Por último se encuentran las capas tradicionales, entre las que cabe distinguir dos tipos; la capa leonesa, charra o bejarana, y la capa parda o alistana. La primera es la más característica en todo el País Leonés, desde la Maragatería hasta Salamanca. Por otro lado se encuentra la capa parda que se da en la comarca de Aliste así como en la portuguesa Tierra de Miranda do Douro. Para terminar… Decía Julio Caro Baroja, en su libro "Los Pueblos de España II", refiriéndose a la provincia de León… "difícilmente se podrá encontrar en toda Europa una región en la que los elementos de la cultura moderna se encuentren en tal armonía con los datos de un pasado remoto".

Digo yo que habrá pocas fotos antiguas de sacerdote
s españoles tocando la flauta; pocas fotos antiguas 
de sacerdotes españoles tocando el tambor; pocas fotos
 antiguas de sacerdotes españoles en la playa; pocas fotos
 antiguas de sacerdotes españoles que ciñan 
su sotana con fajín... Pues aquí una foto que cumple todos los requisitos.


Niñas ataviadas con trajes de baile.

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