sábado, 28 de junio de 2014

NOTICIA: Prioro celebra hoy su Fiesta de la Trashumancia


diariodeleon.es
dl | león 28/06/2014

Prioro acogerá hoy la vigésimo primera edición de la Fiesta de la Trashumancia, una celebración en honor de los pastores trashumantes que comenzará a partir de las 11.00 horas, con varias actividades entre las que se encuentra el concurso de perros mastines, el corro de lucha leonesa por equipos, feria artesanal, concurso de siega con guadaña y carrera de madreñas con obstáculos. También se servirá una comida pastoril y se realizarán varios talleres sobre el entorno y la pesca. La fiesta terminará con rosca y chocolatada.

domingo, 22 de junio de 2014

NOTICIA: Todos los rostros del Curueño

Jesús Díez reúne en un libro los retratos de gentes del valle que lleva realizando desde hace treinta años.

Vicente Fernández, de Cerulleda.-

diariodeleon.es
e. gancedo | león 22/06/2014
Muchos de quienes suben a esos olimpos de experiencia y de filosofía natural que son las personas mayores exprimen sus energías en la extracción de frases significativas, de antiguas palabras, de enseñanzas de vida aprovechables para nuestro día a día. También lo hace, en parte, el escritor Jesús Díez, pero es hombre que se fija sobremanera en los silencios, en los guiños y ademanes, en esas estampas que a veces dicen más que cualquier aguda, profunda o irónica reflexión. Con esa convicción en la cabeza, el autor nacido en Sopeña de Curueño en 1952 lleva cerca de treinta años realizando retratos de gentes veteranas de su valle natal, desde Ambasaguas hasta Redipuertas, trabajo que ahora ha decidido editar en un libro sin apenas palabras —todo son imágenes, un centenar— pero con título bien revelador: Afluentes del Curueño (editorial Morandi).
 
«El acto de fotografiar, como el de escribir, tiene que ser un ejercicio de acercamiento, de compromiso con lo que vas a encontrar. Una experiencia de sensibilidad extrema con el mundo de los retratados —piensa Díez—. En este caso, el territorio que abarca el proyecto se cuenta en imágenes de una cultura invisible ya, la de los labriegos. Una cultura sabia, lúcida y arraigada al lenguaje de la tierra, del río, de lo más esencial de la vida, de las virtudes del individuo en convivencia con otros seres humanos. En los afluentes humanos retratados he querido dejar constancia de esa luz que aún tienen en las miradas perdidas, de seres centenarios, en ese labrantío de trabajos y sueños con el que crear el autorretrato de la propia existencia».
 
Díez, narrador, poeta y fotógrafo, posee un gran archivo visual de su comarca —tanto de su paisaje como de su paisanaje—, que ya se pudo paladear en títulos anteriores como Sendas y espejos y Miradas y ecos, con los que la nueva obra forma una singular trilogía fluvial. Y comenta también que, en ella, «los retratados son afluentes humanos, con nombre propio. A lo largo de su existir, ellos y sus antepasados formaron un lenguaje de respuestas a las miradas del río Curueño. Son los narradores de su propio filandón. Por eso han querido posar al lado de símbolos fatigados como si fueran su propio corazón: arados, trillos, carros, bieldos, cerandas, aventadoras, romanas, cestas de vilorta, guadañas y hoces mudas colgadas en las grietas de las paredes de adobe».
 
Un recorrido que le llevo por los 33 pueblos de esta tan literaria ribera leonesa capturando la imagen de sus ‘últimos paisanos’, «una cultura rural sepultada por lo que alguien dijo en su momento como algo que iba a ser bueno: la prosperidad, el progreso», opina Díez, autor de obras como El niño del Tren Hullero, A devanar, a devanar o Sin reloj por la vida.
 
«El recuerdo que tengo de todos estos años haciendo este trabajo fotográfico es gratificante, aunque a veces no fue tarea fácil. Llegar al pueblo de Correcillas, subir por las montañas a través de un sendero para el ganado o los rebaños de cabras, desde el pueblo de Aviados, fue un tanto duro... Pero siempre merecía la pena y al llegar estaba la recompensa, conseguir lo soñado: retratar afluentes humanos, aún vivos, de 102 o 104 años», comunica.
 
Las primeras presentaciones del libro tendrán lugar el 26 de julio en Lugueros y el 2 de agosto en La Vecilla, las dos villas señeras de la zona. En ellas hablará Jesús Díez, hombre siempre preocupado por el descomunal olvido en el que ha caído el medio rural, de la cultura campesina, de esa gente que, a su juicio, «siempre ha formado parte de una clase social invisible para el poder de turno. Son los ignorados, los arrinconados en aras de otros intereses. Yo me considero un afortunado por haber vivido esa experiencia al lado de mis padres y de mis abuelos. He escuchado y aprendido no sólo de sus refranes, también la filosofía de sus miradas y la hondura de sus manos, con sus venas abultadas», aseguraba. «Fotografiar es contar el mundo de una cierta manera, el mundo que nos rodea —explicó, en otro punto de la conversación—. Al crear imágenes vemos lo que queremos, lo que comprendemos y además tenemos interiorizado».
 
Mientras que algunas de las fotografías que tomó —aunque son las menos— fueron tomadas hace treinta años o más, con el tremendo valor etnográfico que por tanto atesoran, el resto, la mayoría, «es un trabajo más meditado, elaborado, dentro de los últimos cinco años», informó, una labor, así pues, llena de vivencias y de «sorpresas a veces mutuas: ellos se sorprendían de que alguien se acordara de subir hasta sus casas, pero yo también ‘aluciné’ en alguna ocasión. Son vivencias que podría ser narradas con palabras en un nuevo libro…».
 
Dignidad calzada de madreñas o de zapatillas de casa.

NOTICIA: El Camino de San Salvador se promociona con una romería

La primera edición se celebrará en la colegiata de Arbas.

La asamblea de la Asociación Ruta de San Salvador prepara
ya los actos.- planillo

diariodeleon.es
j.a barrio planillo | la robla 22/06/2014    
La Asociación Camino de Santiago-Ruta de San Salvador celebró una asamblea extraordinaria en el Ayuntameinto de La Robla en la que se confirmaron los detalles para celebrar la primera Romería de San Salvador que se desarrollará el 6 de agosto. La decisión de los municipios que pertenecen a la asociación (León, Sariegos, Cuadros, La Robla, La Pola de Gordón y Villamanín) coindieron en marcar la fecha e invitaron a autoridades políticas y militares al acto.
 
El acto se desarrollará en la Colegiata de Arbas, muy cerca del puerto de Pajares, en el munipio de villamanín. Durante la reunión, los representantes municipales decidieron solicitar a los obispos de León, Oviedo y Santiago de Compostela y a todos los alcaldes del Camino de San Salvador, entre León y la capital asturiana, que acudan aa la romería, para conseguir un mayor realce de la iniciativa. Además, este año se cumple el aniversario de la Asociación Camino de Santiago-Ruta de San Salavador.
 
La presidenta de la asociación, Chari Arias destacó «la importancia de este ramal del Camino de Santiago, lleno de tradición y sentido religioso». Además, realizó un llamamiento especial a todos los colectivos y asociaciones jacobeos para que participen en una romería que pretende ser un revulsivo para esta senda.
 
En el acto se encuadra la bendición la imagen de San Salvador, que se encuentra en el santuario, y que rotará por las distintas llocalidades que acojan la romería en ediciones posteriores. Actuaciones musicales y bailes tradicionales formarán parte del programa, así como una degustación. La romería aprovechará la presencia de veraneantes en la montaña.

sábado, 21 de junio de 2014

NOTICIA: El obispo acaba con siglos de tradición y elimina los pasos de la procesión del Corpus

Un decreto episcopal limita su presencia a un lugar estático al final del recorrido.

La Virgen de la Alegría, de la Cofradía de las Angustias, en
un Corpus de mediados del siglo pasado. - DL


diariodeleon.es
miguel ángel zamora | león 21/06/2014  
El obispo de León, Julián López, ha decidido retirar los pasos de las cofradías que participarán mañana en la procesión del Corpus Christi y en un decreto dirigido «al clero secular y regular, a las comunidades religiosas, a las sociedades de vida apostólica, a las asociaciones de fieles y a los cristianos en general» advierte que este año se limita la presencia de las imágenes de las cofradías y de sus insignias «en torno al estrado donde se desarrollará la adoración eucarística final, en la Plaza de San Isidoro». La decisión se adopta en el marco de la «Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo 2014», que coincide con el 50 aniversario del VI Congreso Eucarístico Nacional.
 
La Virgen de la Alegría (Cofradía de Nuestra Señora de Angustias y Soledad), Santa Marta (Hermandad de Santa Marta), Jesús Divino Obrero (Real Hermandad de Jesús Divino Obrero), el niño Jesús de Santa Marina (Cofradía del Santo Cristo del Desenclavo) y Santo Tomás de Canterbury, entre otras, se quedarán sin procesionar merced a este decreto, que ha levantado ampollas entre los miembros de las cofradías y hermandades.
 
Los actos se inician a las 10.00 de la mañana con la Santa Misa Estacional en la Catedral, tras la cual se desarrollará la procesión que culmina con un acto eucarístico en la Plaza de San Isidoro.
El decreto del obispo refiere la recomendación a las asociaciones eucarísticas para participar en la Santa Misa Estacional «y no limitarse a acudir a la procesión».
 
Las cofradías que tradicionalmente participan en la procesión del Corpus de mañana domingo «pueden colocar sus imágenes en torno al estrado donde se desarrollará la adoración eucarística final en la Plaza de San Isidoro».
 
Bandas tampoco
Se cierra el decreto advirtiendo que durante la procesión «se entonarán cantos y oraciones de carácter eucarístico y laudatorio», circunstancia que corrobora la intención de eliminar las bandas musicales de las cofradías del recorrido, que ya habían disminuido notablemente su presencia reduciéndola a turnos rotativos periódicos.
 
Sí que se mantiene la presencia de los representantes de las cofradías, con sus correspondientes varas como en los años anteriores. Actualmente hay alrededor de 20.000 leoneses integrados en alguna cofradía.

NOTICIA: Marcos Martínez abre la muestra ‘Lecturas para una colección’

La exposición del ILC cuenta con 255 obras realizadas por 178 creadores plásticos.

Marcos Martínez entre Teodoro Martínez, Luis García y
Jesús Celis, ayer en la muestra. -dl
diariodeleon.es
dl | león 21/06/2014  
El presidente de la Diputación, Marcos Martínez Barazón, inauguró ayer la muestra Lecturas para una colección, que se encuentra enmarcada dentro de las actividades que organizó la institución provincial para celebrar el 200 Aniversario de su creación. Barazón compartió las salas con las decenas de visitantes que ayer, a las ocho de la tarde, atestaban la exhibición instalada en la Sala Provincia, el Patio y el edificio principal del Edificio Fierro. Además, algunas de las piezas se han instalado en el Centro Leonés de Arte, en sus dos plantas, el patio y el denominado «espacio emergente».
 
La muestra cuenta con una selección de los fondos de artes plásticas con los que cuenta la Diputación, ya sea en propiedad o en depósito. En total, el número de obras que integran la exposición son 255, realizadas por 178 creadores plásticos de diferentes disciplinas, además de 9 obras anónimas. 


Las piezas más antiguas son El nacimiento de la Virgen y Descendimiento, que pertenecen a la época gótica, concretamente al tránsito del siglo XV al XVI. Las obras más actuales se han incorporado a la colección de la Diputación durante los últimos meses. Los visitantes podrán contemplar también obras de autores de reconocido prestigio internacional entre los que destacan 4 de los Grabados de la Tauromaquia de Francisco de Goya, ocho piezas de Eduardo Arroyo, una de las cuales fue Premio Nacional de Escultura, Teresa Gancedo, tres fotos de la primera época de Alberto García- Alix, de los años 80, fotografías de Gervasio Sánchez, un cuadro de Zurdo que realizó gracias a una beca, una pieza que se encuentra cedida temporalmente por el hijo de Victoriano Crémer en la que aparece un retrato de su padre realizado por Víctor de los Ríos y piezas de Agustina Otero, Dora García, Gustavo Vega, José Ferrero Villares, Vela Zanetti o Víctor de los Ríos entre otros muchos. Hay una amplia representación de disciplinas artísticas que van desde la ilustración, el cómic el dibujo, la fotografía, la pintura o la escultura hasta cerámica, grabados o la poesía visual. La más representada es la pintura, seguida de la fotografía y la escultura.
 
Artistas leoneses
Una de las partes más significativas de la muestra procede de donaciones que han realizado los propios artistas leoneses a la institución provincial, lo que pone de manifiesto su compromiso con la sociedad leonesa y el agradecimiento a la Diputación por su constante apoyo a todas las manifestaciones artísticas realizadas por autores de la provincia. La exposición cuenta con otra parte que procede de las compras que se han realizado durante la historia de la institución provincial, también procedentes de concursos, becas o ayudas otorgadas desde la Diputación, además del un depósito de obras que se custodian, bien temporalmente o bien de forma indefinida.
 
Los artistas que componen esta muestra son mayoritariamente de origen leonés, que han desarrollado su trabajo en la provincia y también fuera de ella en muchos casos. Además, hay importantes autores con relevancia nacional y también aparecen artistas extranjeros, como Roland Fade, Louis Monard, José Guillou o Daniel Chust.
 
El horario en el que se puede visitar la exposición es de martes a viernes de 18 a 21 horas, el sábado de 11 a 14 y de 18 a 21 horas y los domingos y festivos de 11 a 14 horas. Los lunes permanecerá cerrada.

Tabla gótica de la Virgen

miércoles, 11 de junio de 2014

PIEZA DEL MES: JUNIO 2014

“A la luz del candil. De cómo se veía en el Pasado”.

Investigador: Adelina Martínez González
                      Guía Cultural del Museo Etnográfico

Sábado, 14 de Junio 18,30 h.
Área  La casa. Planta Baja. Museo Etnográfico Provincial de León
Mansilla de las Mulas. Actividad Gratuita


El presente mes de Junio coincidiendo con el CONCIERTO DE MÚSICA a cargo del Grupo Cosmos dentro del Memorial Ángel Barja, que acogerá el Museo Etnográfico Provincial de León el mismo sábado 14, se presenta de manera previa en el Museo el Programa Pieza del Mes, en esta ocasión se ha elegido una pieza que nos retrotrae a un tiempo en el que una forma de iluminación en las oscuras noches era la del candil aceitero.
Cocina de llar. MEPL

Con el título “A la luz del candil. De cómo se veía en el Pasado”, será Adelina Martínez González, Guía Cultural del Museo Etnográfico Provincial de León, quien nos introducirá en el origen de los candiles aceiteros y su evolución desde las lucernas de la época griega y romana hasta que ya a principios del siglo XX estas lámparas de aceite se circunscriben más al ámbito rural al ser sustituidas por la lámpara incandescente.

 En esta ocasión se ha elegido un candil utilizado en la provincia de León realizado con chapa de hierro con una cazoleta circular de base plana con piquera estrecha acabada en punta. En el borde opuesto lleva un astil ancho presentando en la parte inferior dos pantallas o espejuelos rectangulares y otro espejuelo romboidal en la parte superior del cual arranca un vástago fino o garabato que permite colgar el candil a la pared. A pesar del pobre material utilizado es una pieza de inigualable belleza.

Funcionaba con aceite que se introducía en la cazoleta se le echaba aceite en su interior y se le ponía una mecha de algodón o lienzo cuya punta salía por la piquera una vez encendida era la que proporcionaba la luz al ir absorbiendo poco a poco el aceite.

Los artesanos que realizaban estas piezas eran los hojalateros. Se dedicaban a la elaboración y reparación de utensilios y recipientes de uso doméstico a partir de láminas de hojalata o chapa galvanizada, de forma artesanal. Era realizado por hombres, de transmisión patrilineal en un contexto familiar. Requería un conocimiento de una técnica de trabajo. El hojalatero ofrecía sus productos en el mercado y reparaba todo tipo de piezas realizadas con chapa de hierro como palanganas, calderos, cántaros, canalones, embudos, etc.


También será una ocasión para hablar de otros tipos de iluminaria que hay expuestos en la exposición permanente del museo como son los candiles de aguzo, los faroles de aceite, el candil de carburo o el quinqué de hierro y de compartir experiencias de las vivencias que aún tenemos de haber visto en casa de nuestros padres o abuelos estos tipos de objetos que tantas veladas y filandones iluminaron.




Exposición de iluminaria. MEPL

ACTIVIDAD REALIZADA

D.ª Adelina Martínez en la Pieza del Mes de Junio.
 
Pieza del Mes de Junio. "A la luz del candil".

Pieza del Mes de Junio. "A la luz del candil".
Pieza del Mes de Junio. "A la luz del candil".

XXVI MEMORIAL ANGEL BARJA

Dª. MILAGROS POBLADOR y “GRUPO COSMOS 21”
Museo Etnográfico Provincial de León
Sábado 14 junio 20 h.
Actividad Gratuita

            Un año más la Diputación de León a través del Instituto Leonés de Cultura vuelve a organizar uno de los memoriales musicales más prestigiosos del panorama peninsular en varios enclaves de la provincia.

            Con ello el Museo Etnográfico Provincial de León tiene el honor de volver a contar con la participación de uno de los grupos seleccionados para el evento, Dª. Milagros Poblador y el “Grupo Cosmos 21”, que realizará su actuación el sábado 14 de junio con comienzo a las 20.00 h. en la sede de Mansilla de las Mulas, por lo que se prorrogará la apertura del Museo para esta actividad.
            Por otra parte repasamos aquí la ya dilatada trayectoria Dª. Milagros Poblador y el “Grupo Cosmos 21”.
            Dª. Milagros Poblador, Soprano coloratura. Nace en Madrid. Estudia en el RCSMM obteniendo el Título de Profesor Superior de Canto con “Premio de Honor” Fin de Carrera y el Título de Profesor de Piano. Sus maestros de canto han sido A. Fernaud y F. Lázaro. Alumna becada de la Escuela Superior de Música Reina Sofía en la cátedra de canto de A. Kraus (94/95). Galardonada en el concurso “Francisco Viñas” 94: Mejor soprano ligera y Mejor intérprete española y Premio del “Grup de Liceistes 4art. i 5è. Pis del Gran Teatre del Liceu”. Primer premio en el concurso “Francisco Alonso” 94. Mejor intérprete de ópera española en el concurso “Julián Gayarre” 94. Debido al éxito obtenido en sus intervenciones en la temporada 96-97 del Gran Teatro del Liceo, fue nominada por la Crítica de Ópera “Cantante revelación”.
            En el año 2.000 ingresó en el Ensemble de la Ópera Estatal de Viena y desde entonces es invitada a cantar en los más importantes teatros europeos entre los que cabe destacar la Ópera Alemana de Berlín, Gran Teatro del Liceo de Barcelona, Ópera de Zürich, etc.
            Destacan sus grabaciones en vídeo de La flauta mágica con la Orquesta Filarmónica de Viena y dirección de Roger Norrington, Los cuentos de Hoffmann con la Orquesta Sinfónica de Bilbao y dirección de Alain Guingal, Un ballo in maschera y La flauta mágica, Marina, La Traviata y Rigoletto y Los gavilanes con la Orquesta de RTVE.
            El “Grupo Cosmos 21” está compuesto por: David Arenas, Pilar Montejano, Carlos Galán, Raúl Pinillos, Luisa Muñoz y Emilio Sánchez. Se presentó al público en febrero de 1988 en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, dentro de un ciclo de jóvenes compositores que patrocinaba el CDMC. Desde entonces han participado en gran cantidad de Festivales como el Festival Internacional de Alicante, Festival Internacional de Santander, Aula de Reestrenos de la Fundación J. March, Festival de Otoño de Madrid, Festival de Arte Sacro, II Ciclo de Música en Semana Santa(Madrid)), XI Festival Internacional de M. Contemporánea de Tres Cantos, Festival COMA, Instituto Internacional, Festival de Primavera (Segovia), etc., así como realizan giras por España, Japón e Italia y numerosísimos conciertos pedagógicos. Entre sus últimas actuaciones destacan el Concierto Aniversario en el Auditorio Nacional de Madrid y el que les dedicara en el CARS el CNDM, Monográficos de  LL. Barber (Fundación. M. Botín de Santander y Valencia), C. Galán (Madrid, Barcelona, Valencia, Salamanca y Murcia), J. ; estrés Quadreny y G. Fdez. Álvez (CDMC y U. de Valladolid), doble concierto en el CARS-sobre Tàpies-, actuación en la Residencia de Estudiantes  y la presentación de 6 cedés para Fundación Autor y Several Records por su 15º Aniversario. Gira Americana de 2008  por su 20º Aniversario y grabación de un doble cedé monográfico para Verso. Dado el interés de sus programas han grabado prácticamente todo su repertorio para RNE, además de 12 cedés.

            El PROGRAMA DEL CONCIERTO que ofrecerán este sábado en el Museo Etnográfico está formado por composiciones tanto del compositor del memorial homónimo, Ángel Barja, con las obras "Canciones gallegas antiguas", " Síntesis de una lágrima, op93, Música Matérica XLI" y “Trío”, así como otras composiciones de Carlos Galán, Corrado Rojac y Jesús Legido.   

            Con ello esperamos que el público asistente vuelva a vibrar y sentir la actualidad de la música de uno de nuestros compositores más universales y disfrute asimismo de un magnífico espectáculo musical.

ACTIVIDAD REALIZADA

XXVI Memorial Ángel Barja. "Milagros Poblador y Grupo Cosmos 21".

XXVI Memorial Ángel Barja. "Milagros Poblador y Grupo Cosmos 21".
XXVI Memorial Ángel Barja. "Milagros Poblador y Grupo Cosmos 21".


martes, 10 de junio de 2014

NOTICIA: Con el carbón vegetal en el recuerdo

Vecinos de Lagunas de Somoza apuestan por continuar con la tradición de elaborar el carbón vegetal, que fue una de las principales ocupaciones de la zona pero prácticamente olvidada desde hace tres décadas.

Elaboración del carbón vegetal en Lagunas de Somoza. PEIO GARCÍA
diariodeleon.es
S. GALLO 09/06/2014    
Hablar en la actualidad de carbón vegetal en un país desarrollado como España induce a pensar casi de manera inevitable en una bolsa comprada en unos grandes almacenes o una estación de servicio. Aunque sus usos son variados, su utilización de forma doméstica está casi limitada a la aplicación en pequeños braseros y también para la elaboración de barbacoas. Pero el origen de este carbón se remonta a mucho tiempo atrás, y aunque olvidada su fabricación de manera generalizada en España, todavía quedan algunos rescoldos de esta práctica.
Es el caso de la localidad de Lagunas de Somoza, donde un grupo de vecinos ha querido dejar patente que esta tradición, que constituyó una de las principales ocupaciones de la zona, aún mantiene sus raíces. Es un acto prácticamente simbólico el que han llevado a cabo y con el que se quiere dejar constancia de esta práctica tan habitual en las casas hace no tantos años.
 
Y así se intuye entre el grupo de personas que colabora en esta tarea, de las que apenas un par ha vivido el trabajo de elaborar el carbón vegetal. Adolfo Turienzo, uno de ellos, es quien, junto con Javier, lleva las riendas del proceso de fabricación de este material combustible, algo que necesita de un proceso minucioso y cuidado.
 
A su alrededor, mucha gente joven que observa por primera vez el avance del proceso, e incluso algún foráneo llegado desde Escocia, a quien le van traduciendo las explicaciones de lo que se está haciendo en un proceso que se prolonga durante varias semanas y en el que las condiciones climatológicas juegan un papel importante. Las lluvias obligan a posponer la actividad algunas semanas, confiando en la llegada del buen tiempo de la primavera, sobre todo para el primer paso, que es la elaboración de la carbonera.
 
El proceso se produce por el calentamiento de la madera y residuos vegetales hasta alcanzar temperaturas que oscilan los 400 y los 700 grados centígrados “sin que entre el aire”, puntualiza Turienzo. El primer paso para elaborar el carbón vegetal es disponer de la madera, en troncos grandes, de encina preferiblemente, para proceder a construir la carbonera, el lugar en el que se fabricará el mineral. El motivo del uso de la madera de encina, que es la madera más abundante en los montes de Lagunas de Somoza, es porque es “más dura” y el tronco queda “entero al quemarse”, algo que no ocurre con otro de los árboles del entorno, como el roble, cuya madera se deshace al arder.
 
Después de casi una mañana de trabajo, la carbonera se presenta en forma circular, más estrecha en la parte superior, donde preside una pequeña boca en forma de chimenea, donde se puede observar, con la ayuda de una escalera, el interior de este recinto. A su alrededor se clavan unas estacas y el espacio entre ambas se cubre con las ramas procedentes de los troncos, que es lo que se denomina ‘gavillas’.
Una vez finalizada esta primera fase, todo ello se cubre con tierra, antes de empezar a llevar la carbonera con brasas calientes y tacos de madera. Dada la alta temperatura, para esto se requiere el llamado ‘rodraco’, un palo largo de madera que facilita la introducción de las brasas. Tan sólo queda tapar la chimenea con una losa y se hacen agujeros a la altura de las ‘gavillas’ para dar respiración al interior de la carbonera y favorecer la elaboración del carbón. Son los llamados ‘botones’. La tradición, y así se hizo también en esta ocasión, apunta a que este proceso tiene que hacerse en días calmados.
 
Días de espera
Una vez encendida la carbonera, las brasas tienen que arder durante varios días, entre una semana y 15 días habitualmente. En este tiempo, la vigilancia es algo fundamental, para evitar que posibles huecos den paso a grandes cantidades de aire que puedan echar por tierra la fabricación. Con el paso de los días, la carbonera reduce su tamaño y es entonces cuando se pisa para tener una cocción más uniforme.
Con la carbonera ya totalmente quemada, se elimina toda la paja y la tierra que se había utilizado para cubrirla y se procede a enfriar el carbón cubriéndolo con tierra. Se deja así durante varios días y luego comienza la extracción mediante una azada, con cuidado para evitar que la carbonera pueda arder de nuevo al entrar en contacto con el aire. Aquí de nuevo la tierra vuelve a cubrir las zonas en las que se extrae el mineral, para evitar que esto ocurra.
 
Futuro
En España la comodidad y el declive de actividades como la arriería han acelerado el descenso de la producción, algo que no ha ocurrido en otros países como México, que mantiene niveles importantes de desarrollo de este mineral para su comercialización hacia otros países, como es el caso de Estados Unidos, donde tiene una gran demanda todavía.
Aunque en Lagunas de Somoza era habitual ver a todos los vecinos construyendo sus propias carboneras, en la actualidad es una actividad desaparecida, aunque se estima que podría tener “una salida” para aquellos que quisieran continuar con esta actividad. El principal inconveniente es la falta de gente joven que quiera dedicarse a la producción de carbón vegetal, mayoritariamente utilizado en la actualidad para barbacoas.

NOTICIA: Tecnología en tiempos de las pallozas

Una investigación prueba que en las construcciones típicas de los Ancares había tecnología puntera y eran sostenibles.

Una palloza en los Ancares leoneses- Dl
 
 
diariodeleon.es
SUSANA VERGARA PEDREIRA | LEÓN 10/06/2014
Dos mil años después siguen siendo un prodigio de tecnología menos rudimentaria de lo que podría parecer. Tal vez por eso se han mantenido en uso más de veinte siglos, hasta bien entrado el XX.
 
Bajo su aspecto sencillo y contundente se esconde una tecnología puntera aplicable hoy en día y un conocimiento constructivo exacto adaptado a las necesidades de una forma de vida de bajo consumo. Hay mucha ciencia en esa estructura ovalada con muros de piedra de un metro de ancho, una cubierta de paja de hasta un metro de espesor a modo de casquete con una gran inclinación para evitar que la nieve se acumulara que facilitaba además la evacuación del agua de lluvia, sin apenas huecos a modo de ventana ni siquiera chimenea, con una única estancia dividida por unos ‘tabiques’ de tablas que delimitaban los dormitorios, los establos para el ganado grande y el pequeño —con acceso independiente— y el granero, con un hogar en el centro, la lareira, que servía para calentar más la estancia y para cocinar, protegido por un murete y situado en el centro de la estancia para evitar que una chispa prendiera la techumbre de teito, y con un horno para amasar pan. Fresca en verano, cálida en invierno. Un lugar donde refugiarse y sobrevivir si era necesario sin salir de allí.
 
Pallozas, un ‘fósil’ que pervive y con motivo. El arquitecto técnico Pablo Fernández Ans tiene las claves. Dedicó casi dos años al estudio de estas construcciones celtas en las que se ha vivido hasta hace bien poco en los Ancares. Una construcción con mucha ciencia.
 
En su interior, la temperatura se mantienen estable de forma natural. Siempre a 10 grados, aunque afuera se llegara a -10 grados centígrados en invierno y superaran los 30 en verano. Alcanzar una temperatura confortable partiendo de esos 10 grados era relativamente fácil. Bastaba un pequeño hogar, donde preparar además la comida, y el calor del ganado. Traducido a terminología moderna, una casa energéticamente sostenible, con una demanda calorífica baja, arquitectura bioclimática, con un nivel reducido de emisiones de CO2. Todo eso mucho antes de los romanos.
 
Fernández Ans probó matemáticamente lo que sabían desde siempre los paisanos de Balouta, Suárbol, Balboa, Campo del Agua, Cantejeira, Burbia, Piornedo, O Cebreiro y parte de la provincia de Lugo además de los valles de Fornela y el asturiano de Ibias. Un descubrimiento que le sigue asombrando.
 
«Es simple y eficaz. Un fósil que es posible que viva en la actualidad», dice este joven arquitecto técnico.
«Como construcción bioclimática, el comportamiento térmico de la paja como aislante, de 70 cm hasta casi un metro de espesor, y la inercia térmica aportada por el espesor de los muros de piedra, de un metro de ancho, regulan perfectamente la temperatura en el interior de la palloza. Todo eso genera que tenga una baja demanda energética (kW·h/m2) para satisfacer las condiciones de confort y, por lo tanto, generaría bajas emisiones de C02 por consumo de energía primaria», relata Fernández Ans.
Este conocimiento lo está aprovechando la nueva arquitectura bioclimática. Salvando los requisitos de salubridad e intimidad de la sociedad actual, las pallozas son perfectamente vivibles. Bastaría con ‘reinterpretar’ esta construcción y dotarla de sistemas de ventilación además de divisiones internas apropiadas a la forma de vida de hoy en día.
«Si establecemos nuevas soluciones técnicas, sí sería perfectamente habitable una palloza a día de hoy», asegura.
 
De hecho existen casi más de dos millones de viviendas de características similares con cubierta de paja en países como Gran Bretaña, «perfectamente acondicionadas y en uso y que además tiene una legislación específica y hasta empresas especializadas de teitadores», añade.
Pablo Fernández Ans no estudia las pallozas desde un punto de vista historicista o romanticismo sino que pretende trasladar este tipo de construcciones a la actualidad y demostrar la viabilidad técnica y económica de las pallozas en pleno siglo XXI.

domingo, 8 de junio de 2014

NOTICIA: Un escrito avala que el pendón era carmesí y con dos figuras


El legajo se entregó en la celebración de la romería de Pentecostés.
Secundino Pérez.

a.g.v. | castrotierra 08/06/2014
Después de concluir la investigación sobre el pendón de su pueblo, Soto de la Vega, José Antonio Ordóñez Martínez, un estudioso de estas tradiciones descubrió en el Archivo Diocesano de Astorga, con la colaboración del director del centro, Manuel Sutil, y la secretaria, Sonia Cobos, un documento de 1581 que avala que Castrotierra tenía pendón en el siglo XVI. Según el escrito, éste era de Damasco color carmesí y en él figuraban dos imágenes que se corresponden con San Miguel y la Virgen de Castrotierra.
Desde ayer una copia de este contrato, donde también se recoge el nombre del notario que lo validó hace cinco siglos y el bordador, descansa en el Centro de Pendones de la localidad. Una entrega que se celebró durante el transcurso de las Pascuas de Castrotierra, una romería que como marca la tradición reunió a los pueblos del contorno, sus Vírgenes y las cruces con el objetivo de realizar una visita a la Virgen del Castro.
Los pendones adornaron la subida al santuario donde se celebró la misa. Al finalizar los pendoneros y asistentes disfrutaron de una comida en el entorno del templo. Pasadas las cinco de la tarde los paños volvieron a lucir en el cielo para emprender el camino de vuelta.

jueves, 5 de junio de 2014

COLABORACIÓN: ARTISTAS CALLEJEROS AMBULANTES


Titiriteros, Zíngaros…Músicos…Cómicos 


El artista callejero ambulante con sus animales y sin prisas.
Autor: Toño Morala
Siempre es un placer empezar contando historias del recuerdo y la memoria; siempre uno tiende, quizás por esa manera de estar en la vida, a  intentar no borrar nada de la memoria, y sobre todo, de aquellos años donde a los barrios de obreros y pueblos, no llegaban grandes compañías de teatro, ni óperas…ni orquestas de música clásica, ni vedettes de gran tronío. De esa manera nos llegaban, y solo de vez en cuando, aquellos titiriteros, aquellos zíngaros de trompeta desarmada sin ser Louis Armstrong y cabra sobre una escalera, y a veces con un perro o mono; el espectáculo estaba servido. No hacían falta ni sillas, ni entradas. No hacían falta ni vestidos de noche, ni pingüinos con pajarita; solos ante la calle llena de críos y hombres y mujeres maltratados por la vida de pobres, éramos los espectadores privilegiados de aquellas pequeñas compañías familiares que llegaban en carros tirados por burros o caballos a los prados colindantes, y allí pernoctaban durante unos días.

Bonita foto de aquellos artistas ambulantes.
 Tan pronto veían que los ferroviarios salían de talleres, y los peones y albañiles llegaban al barrio con las bolsas y las cestas de mimbre…escopetados se ponían a tocar la trompeta, el organillo, la pandereta, a azuzar a los animales  para que espabilaran…y venga a las calles sin asfaltar, a las pequeñas plazas donde el público se amontonaba entre sonrisas, esas como queriendo decir… “ ¡son más pobres que nosotros, maldita sea…!” El ser humano siempre sabe donde empieza…pero lo peor es que nunca sabemos cómo acabamos; en algunos casos es lo mejor. Como decía, comenzaba el espectáculo, la tarde no daba para más, y la alegría de los niños en pantalón corto y las niñas con aquellos vestidos de mil colores se aproximaban y sentaban. Los mayores en corro mostraban alegría, y desde las ventanas y pequeños balcones, las madres y abuelas cruzaban sus brazos y miraban con esa mirada cómplice de la que sabe que cualquier forma de buscarse la vida es válida; para esto los hombres somos menos prácticos, más pasotas, las vemos venir más tarde.


Prohibidos los animales de cuatro patas para ganarse la vida.
El ruido de artilugios varios se pone las botas, los de los chigres salen a aplaudir a la cabra, mientras una moza de unos diez y seis años recorre los corros, se pone debajo de las ventanas con un plato para recoger unas monedas; es el  plato de la esperanza, el plato de la sobrevivencia de la familia. Descalza recorre las calles de baches y piedras, y siempre con una sonrisa en sus labios y una cara bella entre las bellas; zapateaba descalza, movía el vestido de volantes con soltura, mientras la madre tocaba las palmas y soltaba al aire…  “En er mundo,  todos somos güenos”. La moza contorsionaba su cuerpo con el solo de trompeta de su padre por “España  Cañí” , mientras la cabra , en lo alto de la escalera , juntaba las cuatro patas y así acababa el número  entre aplausos y vítores del gentío.
El organillo y la cabra…y el plato para sacar unas perras para la vida
Ahora el número de la cabra se hace en muy superiores instancias, parece ser; y lo digo por la noticia leída hace unos días… la “cabra de la escalera”, esa que baila al son de un organillo o una trompeta, se topó el martes con la ley. Sin papeles, como cualquier inmigrante llegado en patera, el rumiante fue “arrestado” por la Policía Municipal y se encuentra, como preventiva, en la perrera. ¡Manda carajo…!  Menos mal que las gallinas y los pollos de corral, no tienen municipal que los arreste, de momento.
Músicos Titiriteros.
Por cierto, dicen que las mejores cabras para estas lides son las de raza “Granaína”. “Las cosas están muy malas, y hemos tenido que sacar de nuevo la cabra…”, argumenta un buen hombre como diciendo…que más vale cabra en mano, que puchero vacío. Y claro, la cabra siempre tira al monte, y cómo no va a llegar  a lo alto de la escalera. En otro tiempo aún no muy lejano, eran los ciegos los que cantaban sus coplas para ganarse la vida. Y entre otros artistas no faltaban equilibristas, malabaristas, alguna pantomima cómica…

Músicos gallegos en una calle de Tui.
A veces, un forzudo, cuyos alardes de fuerza eran más bien discretos; humildes “troupes” de circo callejero… Artistas ambulantes, no muy distintos a los que nos muestra Fellini en La Strada (1954), que vivían de las monedas que les daba el público que se paraba a verlos y escucharlos.


El anecdotario es amplio en el  recorrido de estas buenas gentes por nuestros pueblos, hace poco me contaron una anécdota llena de solidaridad y humanidad. Corrían los primeros años sesenta, llegaban los titiriteros a un pueblo del Páramo... aunque era casi verano, una tormenta de agua y granizo no paró durante horas... el bueno de Laurentino con mujer y ocho hijos todos pequeños no pudo por menos que meter en su modesta casa a toda la troupe de titiriteros. Donde comían diez, comieron más de veinte. 

Hoy las cosas han cambiado bastante, claro. Aunque, quizás, no tanto como pueda parecer si consideramos que muchos de los que se dedican al teatro y las artes de calle siguen recibiendo una parte, al menos, de sus ingresos de la generosidad del público. Y que siguen siendo, en mayor o menor medida, artistas ambulantes: van, vienen, a veces desaparecen ocultos en sus refugios de invierno donde imaginan y ensayan nuevas funciones. Pero, con el buen tiempo, vuelven a asomarse de nuevo a los rincones de parques, calles, corrales, plazas… En algunas ciudades, como la nuestra, se citan muchos de ellos por unos días. Y entonces se organiza una Gran Fiesta, en la que participamos la gran mayoría de ciudadanos. Nos traen sus nuevos espectáculos, algunos de pura calle, otros cobijados bajo una pequeña carpa o en un local cerrado. Intentemos acercarnos a ellos y disfrutarlos con la mirada limpia, sin prejuicios, como cuando éramos niños.


Una imagen del gran y genial Chaplin.

miércoles, 4 de junio de 2014

CONCIERTO DE MÚSICA TRADICIONAL

Grupo de Acordeones Diatónicos “Yo soy Diatónico, León”

MUSEO ETNOGRÁFICO PROVINCIAL DE LEÓN. Mansilla de las Mulas (León).
Patio Espacio Peregrino.
Entrada Libre hasta completar aforo

Fecha: 7 de junio. 19,00 h.


            La Diputación de León a través del Museo Etnográfico Provincial de León en colaboración con el Conservatorio Profesional Peñacorada, organizan un concierto de Música Tradicional Leonesa a cargo del grupo de Acordeones “Yo soy Diatónico, León”, perteneciente al Conservatorio Profesional Peñacorada.

El grupo de acordeones "Yo soy Diatónico, León", se forma en el año 2012 en el Conservatorio Profesional Peñacorada, con el fin de continuar con los estudios de acordeón diatónico en nuestra provincia, después de haber sido eliminada esta disciplina musical en la Escuela Tradicional de Música de León. El grupo, actualmente, está compuesto por 9 componentes bajo la dirección del profesor de acordeón diatónico D. Borja Rodríguez Tablado. A pesar de su corta edad, el grupo ya ha ofrecido diversos conciertos en León capital, tanto para asociaciones benéficas entre las que podemos destacar Harambee, organizando actos como el “Día de los Abuelos” que cada año se realiza en el Colegio Internacional Peñacorada, en varias ediciones de la Semana Cultural de Villacedré así como en recitales de Música Tradicional.
Grupo "Yo soy Diatónico, León".
Su repertorio es íntegramente de Música Tradicional Leonesa y este caso destacan las siguientes composiciones:
LAS HILANDERAS
LA POLVORINA – EL PÁJARO MADRE
TEMAS IRLANDESES
GARRUTSA – CUANDO VOY PA´ LA BRAÑA
SON D´ARRIBA –TSEITARIEGOS
CANCIÓN DEL OSO
MOLIÑEIRA DE ANCARES
JOTA DE BOÑAR – LA DULZAINA
LOS 4 LOBOS
DIANA DE LA SOBARRIBA
SANTA BÁRBARA
LA BAÑEZANA
VIVA LA MONTAÑA


El concierto tendrá lugar el próximo día 7 de junio de 2014, a las 19:00 h. en Mansilla de las Mulas, en un lugar privilegiado y de participación de la sede del Museo Etnográfico Provincial de León, como es el Patio Espacio Peregrino, eje cultural y lugar emblemático del Museo.

ACTIVIDAD REALIZADA
Grupo "Yo soy Diatónico, León" en el MEPL.
Un momento de la actuación 
Público asistente al concierto. 

martes, 3 de junio de 2014

NOTICIA: El mercado de los mil años

El Fuero de León, cuyo milenario se celebra en 2017, ya avaló la creación de un mercado semanal anejo a San Martín. Diez siglos más tarde, este pedazo de historia sigue llenando despensas.
 
Escena cotidiana del mercado tradicional de frutas, verduras y otros productos
 que la Plaza Mayor leonesa acoge dos veces por semana - SECUNDINO PÉREZ
 
EMILIO GANCEDO 01/06/2014
Esto era, señores, la gran superficie comercial de León. De la misma manera que hoy nos dirigimos a unos y a otros grandes almacenes, hasta hace pocas décadas ‘la plaza’ —así la llaman los leoneses, no dicen el mercado de la Plaza Mayor, o el de los miércoles y sábados, dicen ‘ir a la plaza’— surtía de frutas, legumbres y hortalizas a una muy buena parte de la vecindad. Y no sólo lo era este cuadrilátero surcado de arcos airosos y presidido por el palacete torreado del palco municipal sino prácticamente todo el barrio: aquí era donde estaban las zapaterías, las camiserías y las cordelerías, y el bullir y el encontrarse de labradores y habitantes, el asistir al desembarco periódico de lo rural en lo urbano, era una constante en la vida de una ciudad en la que las aceras siempre limitaron con las sebes. Pero ‘la plaza’ («¿no vas hoy a la plaza?», «vengo de la plaza», se escucha por las calles) resiste el cambio de tendencias y costumbres y aún son muchos los leoneses que acuden a la compra y venta de frutas y productos de temporada, especialmente los sábados: la aleación de mercadería fresca y paisanaje instalados en un sugerente recinto histórico, al lado mismo de los principales atractivos monumentales capitalinos y del tabernario Barrio Húmedo convierte también a la Plaza Mayor, el día de mercado sabadiego, en lugar pintoresco, ampliamente curioseado y fotografiado por el turismo. Así que la afluencia continúa, pero los retos no son pocos. A pesar del tipismo y de los fieles por hábito y convencimiento —los hay que llevan medio siglo viniendo a comprar aquí—, a pesar de los mejores precios y de la superior calidad, a pesar del trato humano, de la charla, del paseo, del poder elegir aquí o allá, a pesar de todo eso, a la plaza le falta un empujón, una apuesta, un impulso que encauce las posibilidades, sin duda mayores, que palpitan en este colorista foro al aire libre.
 
Quizá muchos de los que acuden a mercar a la plaza no sepan que este mercado tiene, como poco, mil años de historia. Según Claudio Sánchez Albornoz en su libro Una ciudad de la España cristiana hace mil años, en las ‘cuartas ferias’, o sea los miércoles, el día de Mercurio, dios del comercio de los romanos, se celebraba mercado en León de acuerdo con el artículo 46 del Fuero de 1017, promulgado por el rey Alfonso V. Y el cronista oficial Máximo Cayón Diéguez indica que a la sombra de la primitiva iglesia de San Martín, inmediata a la plaza y documentada en 1029, se consolidó el mercado Rege o del Rey, denominado así en un legajo del año 1032.
 
Javier Alaiz, gerente de los mercados de abastos, recuerda que la Plaza Mayor, «tal y como la vemos hoy, data de la segunda mitad del siglo XVII» y que su construcción «fue consecuencia del grave incendio acontecido en el lugar el 14 de febrero de 1654. El palco municipal o ‘mirador’, palacete de funciones protocolarias, se culminó en 1677». Siguiendo al cronista, Alaiz informa de que la plaza, en su configuración actual, «es, desde octubre de 1666, el escenario del mercado de los miércoles, reglamentado por el Fuero de León de 1017, y del mercado de los sábados concedido por Enrique IV, monarca que en 1466 aprobó la existencia de dos ferias francas en nuestra ciudad».
 
Una rutina milenaria en cuyos puestos hoy se alinean, sobre todo, y según la estación, tomates, lechugas, pimientos, repollos, puerros, coliflores y zanahorias de las inmediatas riberas del Esla y del Órbigo; manzanas y peras bercianas, y cerezas, nueces y castañas, y cítricos y otras frutas de Levante, y miel montañesa, y también se permite, en un espacio concreto, la venta de quesos y embutidos leoneses. En el pasado la variedad de productos ofertados podía ser algo mayor, pero tampoco tanto. En el verano de 1899, la norteamericana Katharine Lee Bates, escritora y profesora de Literatura, y gran viajera que publicaba sus crónicas en el periódico The New York Times, pasó por la ciudad. «Fuimos a parar al mercado situado en la Plaza Mayor porticada, a la sombra del Ayuntamiento y sus torres, con la afilada aguja de la catedral dominándolo todo —escribió—. Nos encontramos primero con el mercado del pan; bajo grandes sombrillas de tela sujetas con palos, unas mujeres estaban subidas en bancos de madera apoyando en taburetes sus pies vistosamente calzados. Junto a cada mujer en su tosco asiento había un cesto lleno de hogazas españolas con cuernos. Cerca estaba el mercado de la fruta con montones de ciruelas rojas y moradas, peras, uvas, pimientos verdes, limones, y un poco más allá estaban los melones, pepinos, repollos, patatas, habas blancas, y ese elemento fundamental de la vida española, los garbanzos». No en vano, ‘plaza del pan’ fue uno de los primeros nombres con que la población bautizó este espacio, por el asiento en sus inmediaciones de panaderos que amasaban hogazas de a ocho libras.
 
Ayer, como hoy
«Excepto el pan, eso es más o menos que lo que se ofrece en la actualidad —comenta Alaiz—. Hubo un tiempo en que también se vendían utensilios de labranza, alfarería y animales de corral, pero no olvidemos que hoy existen, además, puestos especiales de flores, semillas, quesos o bacalao, y otros dedicados al textil en calles anexas». De hecho, muchos leoneses recordarán cómo hace cosa de dos décadas, antes de su prohibición, se vendían bajo los soportales conejos, pollos, patos, pollitos coloreados, y pavos por Navidad. En nuestros días, son en total, según fuentes municipales, 63 los puestos fijos instalados sobre el pavimento (la zona interior está completa, por lo que los interesados han de cursar una solicitud y pasar a lista de espera), pero durante seis meses, de julio a diciembre, se da paso también a una media de 30 vendedores que cultivan en sus propias explotaciones productos hortofrutícolas. La gran mayoría proceden del alfoz y riberas, sobre todo de Fresno de la Vega, Mansilla de las Mulas y Villares de Órbigo —los tres hitos de la huerta leonesa— y norte de la provincia zamorana, con los tomates del valle de Vidriales como señera divisa.
 
Pero, ¿afecta la crisis a la ‘plaza’? ¿Corre peligro este hábito con rango ya de auténtico patrimonio? Puede pensarse que precisamente la crisis habría empujado a más gente a este cuadrilátero enlosado en razón de sus más bajos precios, pero tampoco esto sucede en cantidades apreciables. Desde la Concejalía de Comercio se indica que la afluencia de público a este mercado «es bastante estable, aunque se nota la crisis en cuanto a las mayores solicitudes de puestos, son vendedores que posiblemente no encuentran alternativa en otros trabajos». «La crisis afecta al comercio entero, al pequeño y al grande», opina José Antonio Barrio, celador municipal con más de veinte años de contacto semanal con este y con el resto de mercados —el cercano del Conde Luna, popularmente ‘la plaza cubierta’; el de Colón, ‘la plaza’l pescao’, y el rastro dominical—, quien achaca la falta de una mayor concurrencia al cambio total de costumbres experimentado en los últimos treinta o cuarenta años. «Antes casi todo el mundo compraba aquí, ahora ya se ha asumido el hábito de coger el coche, ir al supermercado o a la gran superficie y cargarlo todo», expone. El crecimiento de la ciudad, con el surgimiento de nuevos barrios más alejados del centro y la peatonalización del casco antiguo son otras razones de este relativo estancamiento. Y en la memoria queda, no se olvide, la ‘rebelión’ de 2002, cuando el mercado hubo de trasladarse, durante tres años, al barrio de San Pedro a causa de la construcción del párking subterráneo de la Plaza Mayor. «Primero hubo resistencia, pero después, al comprobar las facilidades que tenían para aparcar, muchos vendedores se negaron a volver, con varias y sonadas manifestaciones —recuerda Barrio—. Ese año, por cierto, se colocaron los toldos multicolores que ya se han hecho bandera de la plaza, pero, por desgracia, no han aumentado en número (fueron 24) ni se han reparado sus más que visibles desperfectos.
 
«Estoy a favor de la continuidad y la potenciación del mercado de la Plaza Mayor, pues es una tradición que viene de siglos atrás —defiende uno de los mayores expertos en historia de la alimentación de esta tierra, el investigador y veterinario Roberto Cubillo—. Es mantener nuestra memoria como sociedad. Es parte de nuestra identidad». Porque en la ilusión de algunos están esos ‘mercados gastronómicos’ que en otros sitios se han convertido en gran referente turístico y económico, pero en éste lo rural, lo auténtico, sigue siendo prioritario.
 
«Me gusta la calidad y el precio. ¡Y me queda de camino!», responde un joven comprador, José Fidalgo. «Yo llevo cuarenta años viniendo a comprar a la plaza porque, oye, es que coges tú mismo la fruta, lo miras todo bien, y si no te convence, pues te vas a otro puesto». Lo dice Gonzalo Fernández, policía retirado, octogenario… y hombre feliz cuando enfila la calle Santa Cruz y divisa los primeros puestos. «Aquí está lo mejor».

domingo, 1 de junio de 2014

NOTICIA: León de las chimeneas

La capital cuenta con 37 inmuebles fabriles en el Inventario del Patrimonio Industrial pero la falta de medidas de protección es un obstáculo para su conservación como se ha visto con la harinera Alfageme cuya chimenea se quiere salvar ahora. La destrucción de la harinera de Alfageme es un aviso para navegantes y amantes del patrimonio industrial. León capital cuenta con 37 bienes en el Inventario del Patrimonio Histórico Industrial de la provincia, pero la falta de medidas de protección es un obstáculo para su conservación. Ahora el Ayuntamiento de León intenta, in extremis, salvar la chimenea de 1904 de la antigua fábrica de harinas La Armunia. Peligran también otros edificios emblemáticos como la choricera Cañón y las chimeneas de las tejeras que construyeron el León del siglo XX.
 
diariodeleon.es
ana gaitero | león 01/06/2014
 
 Gran parte de los bienes del patrimonio industrial de la capital están relacionados con la molturación del cereal, pero al pairo de su centralidad estratégica proliferaron una gran diversidad de actividades fabriles, como subrayan Susana Barbeito y Javier Revilla, autores del inventario que la Junta de Castilla y León mandó hacer en el 2008 y que se concluyó en 2011.
El catálogo se guarda en discos compactos, está sin publicar aún, pero es papel mojado. La harinera Alfageme figura entre las industrias inventariadas como uno de los edificios más singulares. Sin embargo, en las últimas semanas la ciudad ha asistido impasible a su derribo por motivos de «seguridad y salubridad», argumenta el Ayuntamiento de León.
Lejos queda aquella ciudad batalladora que a finales de los años 80 del siglo XX impidó el derribo de la totalidad del complejo industrial Abelló en una de tantas operaciones urbanísticas especulativas que se han ido comiendo la historia reciente de León. En 1991, la chimenea de Abelló, primigeniamente de La Papelera Leonesa, fue declarada Bien de Interés Cultural.

La cigüeña toma la torre de Alfageme.
Ramiro.
Las instalaciones fabriles son la huella de la actividad empresarial y también forman parte de la memoria colectiva más humilde puesto que la clase obrera creció a sus expensas, al igual que los barrios del cinturón de la ciudad.
 
El edificio industrial más antiguo del que se conservan vestigios en la ciudad (aparte de vestigios romanos de talleres metalúrgicos en Puerta Castillo) es la portada barroca de la Real Fábrica de Tejidos, del siglo XVIII, desplazada de su lugar original. La industria textil tuvo apenas dos décadas de existencia en la capital de la provincia y ocupó inicialmente los restos del de Palacio Real de León.
Al poco tiempo, el rey mandó levantar un esplendoroso edificio al otro lado de la muralla, en lo que hoy la manzana cultural del edificio Fierro, la biblioteca, el Conservatorio, el Palacete de Independencia y Correos. No confiaba el monarca del espíritu industrioso de los regidores locales. Finalmente se cerró la industria y un obispo, Cuadrillero, aprovechó las instalaciones para hospicio. Otro obispo, Almarcha, trasladó a los niños y niñas a la ciudad residencial San Cayetano en los años 50 del siglo XX.
 
Se derribó el inmueble y, milagrosamente, se conservó la portada con los medallones de Fernando VI y Bárbara de Braganza y toda una iconografía alusiva a la industria y a la razón. El monumento industrial ilustrado ni siquiera está señalizado en el lugar que ocupa actualmente, empotrado en la fachada de la Audiencia Provincial de León, la que fue casa de los Cea, que según el único cartel que existe, es la casa donde nació Guzmán El Bueno. En León pesa más la leyenda que la realidad.
De la Puerta de la Reina, como también se conoce a esta portada, da cuenta el nombre de la calle trasera del Teatro Emperador. La industria textil revivió en el siglo XX. También fue efímera. Sigue en pie la casa de La Fábrica en la calle La Serna, pero las modernas instalaciones de Tilsa, muy avanzadas para los años 60, fueron derribadas para construir Mercaleón. La próspera industria acabó arruinada por un argentino de apellido Poggy que parece un eco del italiano que pilota el hundimiento de Antibióticos, Mario Pucci.
 
La emblemática y moderna fábrica de los años 50 también figura en el Inventario del Patrimonio Industrial de la provincia de León, entre Armunia y Trobajo del Cerecedo. «Sus primeros edificios fueron diseñados en diciembre de 1949 por el arquitecto Fernando García Mercadal e iniciaron su actividad fabril en 1953 con 793 trabajadores dedicados a la obtención de penicilina por el método Shenley», apunta el documento.
Singulares chimeneas cuadradas
y gemelas de una tejera de 1927
 de la carretera Asturias. - ramiro
Muy anteriores a esta industria química que agoniza son los molinos y harineras, así como gran parte del patrimonio industrial vinculado al ferrocarril que llega a León en noviembre del año 1863. El molino Sidrón, en pleno centro de la capital y adosado a la muralla romana, aprovechaba el caudal de la presa de San Isidro en la Era del Moro. Es un garage.
Hay prueba escrita de la existencia de este molino desde 1868, pero se presume muy anterior. «El primitivo molino harinero hidráulico, que como decimos tiene antiguos antecedentes, con el tiempo fue modificándose y ampliándose hasta dar lugar a una fábrica de harinas a mediados del siglo XIX» por iniciativa de Antonio Santos, explica Javier Revilla.
La primera industria harinera leonesa «que incorpora los sistemas inglés y económico», reseña el historiador, es la recién demolida Alfageme, construida sobre uno de los numerosos molinos existentes en la presa del Bernesga, otra olvidada del patrimonio agroindustrial hidráulico. La harinera nació en 1845 de aquel primitivo molino y de la unión de dos hombres de negocios foráneos, el catalán Antonio Jover y el asturiano José Domingo Salcedo.
La chimenea de la harinera, con 110 años de existencia, es de los pocos elementos que se han ‘salvado’, al menos temporalmente. El año 1904 está inscrito en el primer cuerpo de ladrillo, bien diferenciado de la parte superior corresponde a una ampliación o reforma.
 
 
Las chimeneas forman parte de la cultura del carbón que impulsa la primera industrialización en el mundo occidental con la máquina de vapor. En la harinera La Armunia ya no se usaba en 1963 pues cuando en esta fecha se anuncia «la prueba hidráulica del generador de vapor instalado en esa industria», un gerente de la empresa comunica «que dicho generador no está ahora en servicio y tenemos el propósito de no servirnos de él en lo sucesivo, debido a tener en estudio su supresión por emplear energía eléctrica ante las dificultades y carestía que nos ocasiona el carbón», reseña el experto Javier Revilla.
La molturadora suiza Bühler podía moler hasta 18.000 kilos diarios de trigo a principios del siglo XX. En los años 60 la capacidad de producción diaria es de 24.000 kilos de harina, por encima de otras harineras importantes de la provincia como fueron Harinas Ortiz en Valencia de Don Juan y Hermanos Carro en Astorga.
La industria funcionó hasta hace dos décadas. Los molinos de la presa del Bernesga a su paso por el término de León fueron abandonados antes: Tres en Armunia y dos en Trobajo del Cerecedo.
El crecimiento urbanístico devoró gran parte de las huellas de otras industrias caducas, como la antiquísima fábrica de curtidos de Miguel Morán situada detrás del convento de San Marcos, parador nacional desde 1963. Fue reconvertida por la empresa Industrias Lácteas Leonesas (1945) y adquirida por la multinacional Kraft.
 
La vieja chimenea pervive como un elemento simbólico después de la urbanización de este sector de Eras de Renueva, lo mismo que sucedió antes con la de Abelló, sin necesidad de ser declarada Bien de Interés Cultural. No corrió igual suerte la emblemática gasolinera de San Marcos.
La concejala de Urbanismo, Belén Martín-Granizo, busca una solución parecida para salvar in extremis la chimenea de la Harinera Alfageme, así como todos los elementos hidráulicos bajo rasante «siempre que se garantice la seguridad y la salubridad», precisan fuentes municipales. En principio, se fía a la buena voluntad de la propiedad, aunque es habitual que en estos casos se ofrezca una compensación urbanística. El Ayuntamiento de León recuerda que el plan de urbanismo da «plena libertad» a la propiedad para destruir el complejo fabril harinero.
 
El León de las chimeneas se encuentra al norte. Donde más chimeneas industriales juntas y en desuso hay en León en el límite de la capital con Nava. El conjunto de cerámicas de la carretera Asturias y el Monte San Isidro ocupa un lugar destacado en el inventario, al igual que el conjunto de industrias químicas. Son cuatro fábricas de ladrillos o tejeras que surtieron a la ciudad de material de construcción para levantar el Ensanche y los populosos barrios obreros durante la primera mitad de la centuria.
Aprovecharon la situación y el terreno arcilloso. La más singular es la tejera de 1927 situada en el Monte San Isidro por encima de la ronda Este. La fecha está inscrita en una de las chimeneas con azulejos y se conserva en buen estado su horno. Las chimeneas gemelas, excepcionalmente de sección cuadrada, son las más exóticas del conjunto de las tejeras.
Las cuatro cerámicas suman seis chimeneas. Las cerámicas están en abandonadas y forman parte de sectores urbanísticos. Las chimeneas y los hornos son los elementos más resistentes de estos conjuntos mientras que las naves están destruidas al perder sus tejados.
«El actual abandono del complejo hace temer por su futura integridad», hacen notar los autores del catálogo al referenciar la fábrica de ladrillos que perteneció a Jacinto y Rafael García en el barrio de La Inmaculada.
 
Al sur de la ciudad, ya en el polígono de Onzonilla, funciona aún a buen ritmo la Vidriera Leonesa que, junto con Antibióticos y el conjunto de industrias químicas son el mayor exponente de la industrialización en León.
 
También al sur, en Armunia, se encuentran algunos de los vestigios más singulares de la era industrial como es la fábrica de embutidos Cañón. La ‘Chori’ o la ‘Choricera’, como se la conoce en el barrio, fue fundada en 1927 por David López Cañón, un indiano natural de Rodiezmo que decidió invertir en los aledaños de la capital las ganancias de su periplo como emigrante en México.
El Ayuntamiento de Armunia concedió la licencia para este edificio que a la vez era industria chacinera, almacén de coloniales (aceite, jabones, etcétera) y vivienda al estilo de los viejos negocios. Uno de sus nietos, David Gustavo López, recuerda que la fábrica de embutidos debió durar hasta los años 60 y prosiguió como almacén hasta principios de los 70.
 
La "chori" o chorizera Cañon de Armunia. Ramiro
El edificio, cuya fachada fue pintada recientemente, forma parte de una unidad de actuación urbanística y carece de protección alguna, confirma el Ayuntamiento de León.
El fundador diseñó su propia imagen de marca en la que hace homenaje a su segundo apellido: cerdos que van entrando por un cañón y salen del mismo convertidos en chorizos. El logotipo estuvo visible hasta hace una década en la parte superior de la fachada.
Parece que el emprendedor hombre tenía preferencia por el color amarillo, que usó para el edificio y para la publicidad. En la parte delantera de las latas de carne reprodujo un dibujo del singular edificio que si bien no puede competir en antigüedad con Embutidos Araú de Trobajo del Camino, se conserva íntegro, sobre todo, después de la «desafortunada restauración» que se lleva a cabo en la antigua fábrica de Trobajo del Camino, en opinión de Javier Revilla.
La ‘Chori’ fue la sede de una publicación efímera de la transición. La Tarde Radical tiró allí sus tres únicos números. Las Artes Gráficas aparecen representadas en el inventario con la Imprenta Minerva, que se conserva a la entrada del Archivo Histórico Provincial. En la Biblioteca Pública de León hay una linotipia de La Hora Leonesa.
 
En Armunia se encuentran otras industrias señeras. La abandonada Ballestas Leonesas y la activa Vinos de León. Se destruyó por completo la fundición de La Veguilla y las obras del Palacio de Congresos y Exposiciones sobre el esqueleto de la azucarera Santa Elvira dejarán ver poco su verdadero origen. Pervivirá la chimenea.