El Museo de Alhajas, que se inaugura hoy, explica la forma de vida en otras épocas mediante la indumentaria y sus adornos
A partir de hoy se abren al público las páginas de un libro de historia escritas en clave de vestimenta, joyería y amuletos. El Museo de las Alhajas en la Vía de la Plata pretende explicar a sus visitantes los modos de vida de otras épocas a través de los trajes y los adornos de los protagonistas de otros tiempos, en especial de los últimos tres siglos.
Según manifestaba ayer Olga Cavero, miembro de la fundación creada por los propietarios de las piezas y el Ayuntamiento de La Bañeza, el objetivo de la institución es «contar la historia», en siete salas que se corresponden con la edad de las personas o con el tipo de piezas que muestran.
El museo, un proyecto cuya puesta en marcha comenzó a gestarse en el 2003, es fruto de la colaboración municipal y de la familia Carvajal-Cavero, propietaria de los fondos del museo, que se muestran a partir de hoy en la Casa de Doña Josefina, un edificio modernista de la calle de Juan de Mansilla, propiedad del Ayuntamiento.
La visita ofrece en sus tres primeras salas el ajuar en la infancia, mocedad y vida adulta, para después clasificarse según los tipos de joyería: joyerías y petriles, patenas y collaradas reciben por este orden una sala para cada tipo de piezas, sin mostrar al visitante todos los fondos de los que dispone el Museo de las Alhajas.
Se trata de «piezas auténticas, que se han comprado sabiendo su procedencia», que se muestran en La Bañeza «en una casa estupenda», aunque, por su concepción como residencia, presente «algunas limitaciones», reconocía Cavero, que destaca el resultado final de la joyería popular y la singular pieza arquitectónica: «Es un conjunto agradable y digno de visitar».
Orgullo por las patenas. La sala sexta, dedicada a las patenas, «es la joya de la corona. No la hemos querido recargar y se muestran 27 patenas, a las que se añaden otras 15 colocadas en otras salas», señala Cavero, que compara la cantidad y calidad de las patenas con las de otras instituciones, como el Museo Lázaro Galdeano de Madrid, que cuenta con «cinco piezas» de este tipo y tamaño mediano.
Quienes han tenido la oportunidad de ver el museo que se abre hoy muestran su sorpresa por la calidad de las piezas y el conjunto de la exposición.
Orgullo por las patenas. La sala sexta, dedicada a las patenas, «es la joya de la corona. No la hemos querido recargar y se muestran 27 patenas, a las que se añaden otras 15 colocadas en otras salas», señala Cavero, que compara la cantidad y calidad de las patenas con las de otras instituciones, como el Museo Lázaro Galdeano de Madrid, que cuenta con «cinco piezas» de este tipo y tamaño mediano.
Quienes han tenido la oportunidad de ver el museo que se abre hoy muestran su sorpresa por la calidad de las piezas y el conjunto de la exposición.
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