Publicado en el nº 16 de la Revista Municipal de Mansilla de las Mulas. Especial Navidad 2010
EL MARTES CASTAÑERO
Escribir de los recuerdos navideños que brotan desde los tiempos de la niñez es emotivo y vivificador. Tengo en mi memoria los "resbaladizos" que se formaban en lugares húmedos y sombríos de calles y plazas, los "chupiteles" de hielo colgando de los aleros de los tejados, los días de nieve para hacer muñecos o sacar las pajareras para cazar pardales y, sobre todo, la llegada del martes castañero que era el verdadero pórtico de las fiestas de la Navidad, que es la conmemoración del nacimiento del niño Jesús.
Lo mismo que la feria de San Martín es la mayor y más famosa de nuestras ferias, quiero creer que el martes Castañero sigue siendo el mayor y más tradicional de nuestros mercados semanales.
Dicho martes Castañero se celebra desde los tiempos lejanos el martes anterior a la Navidad y aunque con el tiempo ha perdido parte de su gracia y vitalidad, debe recordarse con veneración, pues durante mucho tiempo fue el mercado más concurrido y bullanguero y en el que se proveían las familias para las fiestas cristianas de Nochebuena y Navidad. En los soportales de la plaza del Grano se vendían además de castañas (presentes en cantidad y calidad), nueces, avellanas, peras, manzanas y el obligado pavo de corral a cuyo alrededor giraba la parte más importante, junto con la lombarda, de la cena de la "Noche Santa que no se debe dormir". En Mansilla, siguiendo el mandato del cancionero de Upsala de velar la noche, una vez concluida la misa de Gallo y tras la adoración del niño al son de villancicos alegres y panderetas sonoras, se suele volver de prisa al hogar para seguir la velada picoteando de las sobras de la cena entre juegos de cartas, cánticos navideños y cuentos populares, convirtiendo la tertulia nocturna en una especie de filandón doméstico y festivo.
EL TOSTADOR DE NISIA
Escultura de la Castañera. Burgos |
Al hilo de las castañas no podemos pasar por alto que en Mansilla tuvimos una de las mejores castañeras del reino. La señora Nisia y el punto justo del tostador rotatorio de manivela calentado con carbón de caña, completaban un producto final elaborado fuera de serie, que ella anunciaba gritando con solvencia: "abrasando que queman" o "calentitas". La verdad es que las exiguas propinas domingueras de invierno de la chavalería iban a parar a la faltriquera de la castañera Nisia. La gente menuda no solo valoraba de forma muy postitiva el sabor delicioso del manjar, sino también la posibilidad de poder calentarse las manos con sabañones, en las frías y heladas tardes de aquellos domingos grises de invierno. El gasto de una peseta semanal nos parecía una buena inversión y un modo sencillo de subsistir.
Lástima que el martes castañero pase casi desapercibido y que del tostador de castañas de Nisia no sepamos más, pues creemos que podría ser una pieza etnográfica interesante. Pero la mejor noticia es saber con certeza, que la dulce y feliz Navidad vuelve cada año con sus celebraciones, sus villancicos, sus panderetas y sus belenes.
Estimado Féliz:
ResponderEliminarMe ha encantado tu escrito y sobre todo ver con el cariño que te refieres a mi tia Nisia y a sus fantasticas castañas, la verdad es que leer el articulo te envuelve en unos tiempos felices, ya no tenemos a Nisia, pero te dire que si tenemos su castañero o Bombo, como ella lo llamaba, con esa manivela que los niños hacian cola para dar vueltas... y para mi familia es un honor, y para Nisia se que lo sería, que ese castañero este en el Museo Etnográfico Provincial de León, por lo tanto vamos a comenzar a mover los tramites para que este al disfrute de todos lo antes posible, de nuevo, muchas gracias por tus palabras.
Saludos
Cristina Antón Sahelices
Para el Museo será un auténtico honor y completará ese vacío, que seguro que a todos nos hará un poco más presente. Gracias
ResponderEliminarFelix, estupendo escrito, gracias a él hemos recuperado en el recuerdo parte de nuestras diversiones infantiles. Soy MANSILLESA pero vivo en Palencia donde tenemos una entrañable escultura de LA CASTAÑERA,entrañable porque además está realizada por un miembro de la ONCE. A partir de ahora esta escultura será "mi Nisia" particular.
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