miércoles, 19 de febrero de 2020

COLABORACIÓN: El peón caminero...

La casilla, una cuadrilla de peones camineros,y las herramientas…
                                    Fotos: de todocarretera…

Toño Morala. Microrrelato

Ya los días de febrero eran más grandes, y el tramo que tenía asignado aquel peón caminero, no era de los peores, pero tampoco de los mejores; su legua (algo más de 5,5 km.) tenía subida y bajada, algo de llano, y otra vez subida. El hombre, la espalda ya casi no la sentía, pues tiró de pala para quitar nieve y hacer los desagües, no fuera el agua entrando en la “carretera” y empeorara aún más la dichosa legua. Entre tapar baches y las piedras que salían… que las amontonaba cada cierta distancia para así tener para seguir tapando y quitando las roderas de algún camión y coche; pero los que más transitaban eran carros de todo tipo. Aunque fuera invierno, las mercancías se transportaban, y ahí la cosa se complicaba. Volvió a la casilla donde le esperaba su mujer y el pote… Estaba roto, se acostó un poco en la cama y empezó a sudar y sudar, luego la tiritona; su mujer no sabía qué hacer. El pueblo estaba a unos 6 Km. De repente, pican a la puerta, la abre, y era un hombre de buen vestir que pedía auxilio pues su coche había pinchado, con tan buena suerte que era médico. La buena mujer le explicó, le miró, y dijo que era una bronquitis, le puso una inyección, y que estuviera en la cama unos días; al rato llegó un compañero del peón caminero que ayudó al buen médico a cambiar la rueda. El compañero, se hizo cargo aquellos días de la legua del peón enfermo, pero cuando estaba cerca, la buena mujer le llevaba la parva para que entrara en calor. La solidaridad era la bondad y nobleza de los peones camineros, los que tenían bandolera y multitud de responsabilidades. Aquel año, febrero, no dio más de sí.

2 comentarios:

  1. Gracias, Toño. Me has recordado algo: Fotos con polvo: tengo una de "Máxima, la caminera", y guardesa. del Priorato de San Miguel de Escalada.
    Viniendo de arar
    (también era un arte)... En la foto está con Aquio, el campeón de los Aluches, de Valdabasta...

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  2. Una leyenda negra atribuía a su (de ellos) chaqueta una leyenda negra, como hoy la tienen indebidamente otros colectivos que decía "eres más vago que la chaqueta de un caminero". Benditos ellos!

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