martes, 17 de enero de 2017

NOTICIA: Mil y una batallas a lomos de la BH

La bicicleta, aquellas históricas BH y en la competencia la Orbea, fueron el primer ‘lujo’ que nadie olvida jamás, ni quien tuvo el privilegio de tenerla de niño ni mucho menos quien la tuvo que esperar tiempo, más fiesta aún.


lanuevacronica.com
Toño Morala | 16/01/2017
Los que nunca tuvimos bicicleta propia cuando éramos niños, pues ha sido casi una tragedia; pero de mozos llegó, tarde, pero llegó… lo bien que lo pasábamos con las bicis de los abuelos en los pueblos… y cuando llegaba la primera comunión… juntaban los cuartos los abuelos, tíos y padres… y a por la BH; qué inmensa alegría ver a los chavales con la bici nueva; más de una anécdota hay sobre ese día de la primera comunión y desgraciar el vestido o traje al caerte de ella… y además bronca de la madre por fastidiar el traje que valía para el siguiente hermano, o primo… o el vecino, que todos fuimos vecinos, primos y algunos, también hermanos. Nos pasábamos la ropa de unos a otros, y de los otros a los siguientes; se cuidaba mucho, y si era la de los domingos, para qué contar. Pero la historia hoy va pedaleando a todo meter, bajar las cuestas a cien por hora y hacerte el chulo delante de amigos y niñas, la de castañazos que nos dimos algunos por mirar para donde nadie te había llamado, y además llegabas a casa dolorido y medio sangrando por codos y rodillas, y encima la madre te daba una nalgada por idiota, y luego llegaba el padre, que tenía que arreglar la bici, y no les cuento… que si el manillar torcido, que si la luz o la dinamo desarmada… que si la cadena suelta… en fin, ya saben. Eso se arreglaba todo, y otra vez a por la siguiente.
¡Cuántas veces la bici nueva destrozó el traje de primera comunión, la impaciencia!
En una ocasión, aquí en el pueblo… pues que era verano, y nos acercábamos al caño y lavaderos todo a la vez, que estaba casi a ras de suelo, y el listo de turno iba con la BH a toda pastilla, se soltaba de piernas y manos, y sí, efectivamente, cayó a los lavaderos ante la risa de todos los presentes… llegó su abuela corriendo y con la voz atronadora, y él todo chulo, le dijo que le dejara el jabón de lavar y que aprovechaba y se bañaba de paso. Imagino después la bronca de la madre que estaba en la era con la limpiadora manual para aventar la mies. En verano no pasa nada. En otra ocasión, íbamos tres en la bicicleta, uno en el portabultos de pie, otro en el sillín, y el otro en las palomillas de pie en la rueda delantera; aquello… no acabamos en el hospital porque quedaba lejos; no había mercromina en todo el pueblo para tanta magulladura… cuatro días sin poder hablar; nariz y mandíbula muy tocados, y las manos, arrasadas, y todo por culpa de la BH de las narices… bueno, por culpa de la BH no; por culpa de aquellos dos que eran como…

Imagino que les llegue a la memoria un buen montón de sonrisas y de recuerdos por el estilo; algunos estamos vivos de milagro. La de andanzas peligrosas en las famosas bicicletas. Además era muy fácil el arreglarlas; alguien con un poco de maña y aquellas latas de parches, como también la aceitera de la Singer… pues iba todo como la seda. Los paisanos y paisanas la utilizaban para todo, que si ir a la huerta, a los puntos de venta de los ambulantes, para apañar para los conejos y gallinas, para ir a segar… llevaban las herramientas varias en el portabultos; algunos les ponían una caja de fruta y traían también lo cosechado, la maña que tenían aquellas buenas gentes; se las arreglaban de maravilla con la bici… hasta el cura iba en la BH a decir misa a los pueblos cercanos con mal y buen tiempo, que no había otra cosa. Algún mozo casadero también iba a cortejar a la novia en bici; iba bien vestido, hasta con traje, una pinza para recoger los pantalones para no mancharlos con la cadena y venga a dar pedales, y venga a subir y bajar… a veces iban dos a cortejar por esos pueblos de dios, y no hablemos de las fiestas patronales de los pueblos; a algunos, los amigos se las escondían por las calles cerca de las plazas para darles un buen susto, y otros, con la melopera, no sabían ni dónde la habían dejado; a dormir por alguna cuneta hasta pasar la resaca y a ordeñar o trabajar en el campo. 

La crisis posterior a la Primera Guerra Mundial hizo que los hermanos Beistegui empezasen a construir bicicletas en su fábrica de armas en Éibar. Ésto no sólo cambió la vida de esta familia, también cambió la vida de muchas familias españolas. ¿Quién no ha tenido una BH o ha montado en una? Otra decisión importante de estos hermanos fue su política de patrocinar a grandes corredores; esta decisión hizo que la marca BH estuviese ligada a grandes victorias, no hay mejor escaparate que la competición y ellos lo sabían. Al final todas estas decisiones hicieron que la factoría de Éibar se quedase pequeña y se marcharan a Vitoria, donde todavía residen. Siguen usando las mismas fórmulas que les llevaron al éxito, patrocinando a algunos de los ciclistas más importantes del mundo, tanto en “mountain bike”, como en carretera o triatlón.

Aquel bajar las cuestas "a cien" y hacerte el chulo delante de los amigos y las chicas
En 1909 en Éibar (Guipúzcoa), los hermanos Domingo, Juan y Cosme, deciden cambiar el rumbo de su taller familiar. En sus inicios destacó por la fabricación de pistolas tipo «Máuser», que el propio Cosme vendió en Europa y América, especialmente durante la I Guerra Mundial. Luego la actividad se orientó con preferencia, debido a la crisis armera, hacia la fabricación de bicicletas en el año 1929, llegando a constituirse como una marca legendaria. En el año 1955, Beistegui Hnos. empezó a fabricar motocicletas hasta 1962. Fabricó en sus fábricas primero de Éibar y luego de Vitoria ciclomotores de 48 c/c con motor francés Mistral. Aparte de estas, BH también fabricó bicicletas preparadas para incorporar motores «Mosquito» (motores patente Garelli de dos tiempos) o «Cucciolo», Cachorro en italiano (motores patente Ducati de cuatro tiempos).

Una pequeña cronología de esta marca española que tantas familias utilizaron. Otras muchas empresas de la cuenca del Deva, luego se reconvirtieron en fabricantes de bicicletas, como Orbea y GAC. Como el resto de los fabricantes eibarreses, BH participó activamente en el patrocinio de actividades ciclistas, que tenían para dar a conocer sus productos y el abrir mercados. En 1935 el belga Gustave Deloor, del equipo BH, logra la victoria absoluta en la primera edición de la vuelta a España. También ganaría el año siguiente. En total, los equipos patrocinados por BH han ganado la Vuelta siete veces. En 1959 BH se traslada a una nueva fábrica, a las afueras de Vitoria, iniciando una etapa en la que se convertiría en el líder español en la fabricación de bicicletas. A lo largo de su historia, BH ha conseguido siete Vueltas a España, la última de ellas en 1986 de la mano de Álvaro Pino, imponiéndose a grandes figuras del ciclismo como Laurant Fignon o Pedro Delgado. En esa edición, el equipo Zor-BH, también se alzó con la clasificación por equipos. Otro de sus históricos triunfos lo obtuvo Fede Etxabe en 1987 al lograr la victoria de etapa en el Tour de Francia en el mítico Alpe d’Huez, siendo el primer español en inscribir su nombre en una de sus más de veinte curvas.

La bicicleta es mucho más que un medio de transporte o una herramienta para competir. Ningún otro aparato como este genera vínculos tan íntimos entre ella y quien la conduce. El ciclista aprende a pedalear al ritmo de su bici y adapta sus movimientos a su configuración. También es, por lo general, quien realiza el mantenimiento básico y hasta termina sintiendo que es una extensión de su propio cuerpo. Desde el punto de vista social y cultural, la bicicleta representa una filosofía de vida. Se trata de una respuesta humanística y responsable a la contaminación del ambiente, la congestión en las ciudades y los altos costos del transporte. La bicicleta, ese caballito de acero repleto de historia, tiene también sus curiosidades y sus anécdotas. Estas son algunas de las más importantes. El primer boceto de una bicicleta que se conoce, fue elaborado por Leonardo Da Vinci en el siglo XV. Se conserva en el llamado “Codex Atlanticus”, en la Biblioteca Ambrosiana de Milán. El aparato ideado por Leonardo tenía transmisión, cadena y pedales, pero nunca lo construyó. El antecedente directo de la bicicleta fue construido por un alemán de nombre Karl Dreis, en 1816. Su diseño no tenía pedales, ni frenos, ni cadenas, pero sí contaba con ruedas, sillín, manillar y un sistema de dirección. Al aparato se le dio el nombre de “laufmaschine” o “máquina de correr”. El invento no tuvo mayor eco en un principio. El inventor de los pedales fue el escocés Kirkpatrick Macmillan, en 1839. Permitía impulsar los pies hacia abajo y hacia adelante, de manera similar a como avanzaba un tren. Al principio, las ruedas de la bicicleta se elaboraban en madera. Fue hasta 1845 cuando otro escocés, Robert William Thompson, las reemplazó por llantas inflables de goma. Pocos le dieron importancia en aquel momento. Thomas Stevens fue el primero en dar una vuelta al mundo en bicicleta, en 1884. Y de esta manera nos despedimos hoy recordándoles que si tienen alguna bicicleta legendaria y clásica BH, repárenla y volverán a los inicios infantiles tan bonitos y cargados de nostalgia… y así homenajean a la mítica marca.

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