miércoles, 19 de octubre de 2016

PIEZA DEL MES DE OCTUBRE

      La bodega. Los espacios del Vino

Investigador: Luis Vicente Elías Pastor
                      Doctor en Antropología. Experto en cultura del vino.

Domingo, 23 de octubre 18,30 h.

 Área 14 El alimento y su producción. Planta Primera. Museo Etnográfico Provincial de León
Mansilla de las Mulas. Actividad Gratuita



La Diputación de León a través del Museo Etnográfico Provincial de León, programa en el mes de octubre para la actividad “Pieza del Mes” la disertación sobre la maqueta de una bodega subterránea leonesa exhibida actualmente en el área del alimento y su producción. En esta ocasión el riojano Luis Vicente Elías Pastor, Doctor en Antropología, experto en cultura del vino y autor de múltiples libros y artículos de investigación sobre este tema en particular será quien nos hable del patrimonio cultural de la vid y del vino a través de una visión fundamentalmente espacial.

La bodega subterránea como espacio de producción es el lugar grupal tradicional familiar de elaboración y transformación de la materia prima, la uva (en sus diferentes variedades, que por resumir históricamente en León se concentraban en mayor medida la Mencía en El Bierzo y la Prieto Picudo en el Sur de León) en sus diferentes productos elaborados (vinos, vinagres, alcoholes, etc.) destinados fundamentalmente al autoconsumo.
   
Uva Mencía. Foto Mas

La disposición de conjuntos agrupados de distintas bodegas familiares en lugares específicos del entorno de los pueblos, normalmente alejados de las casas y sin estructuras arquitectónicas superiores más allá de las cumbreras que conforman la excavación de las propias bodegas conforman un paisaje característico propio de los páramos, penillanuras y piedemontes del Sur de León (y otras áreas limítrofes).
Los elementos visualmente más representativos de las bodegas son tanto sus fachadas construidas sobre un corte a plomo en el desnivel del terreno en clara pendiente, sus cumbreras abombadas producidas por el vertido de las terreras producidas en la excavación interior de la propia bodega, así como las zarzeras o pozos de ventilación que culminan al exterior en chimeneas de caperuza troncopiramidal así como algunas de tendencia cuadrangular (para facilitar la descarga superior de la materia prima).

Estructuralmente la bodega se distribuye desde su portada, habitualmente construida en ladrillo, rematada a modo de frontón triangular o curvo, con puerta de madera provista de rejilla de ventilación por la que se accede bien en las de profundidad a un estrecho y largo pasillo descendente que desemboca en una gran estancia donde se sitúa el lagar, sus estructuras y artilugios asociados (cubetas de pisado, decantación, oxigenado, pozos ciegos, así como prensas, cubas y utensilios relacionados con el embasado de los distintos líquidos resultantes); si bien en las más superficiales se accede directamente al lagar o a una sala que lo precede (es en estas últimas donde podemos apreciar alguna variante resultante de la existencia de ventanas propiamente dichas hacia algún lateral de la portada).

Bodega de Fontecha del Páramo.

En el propio lagar se distribuyen diversas cubetas y pozos, así como en las paredes suelen practicarse hornacinas de distinto tamaño asociadas a la disposición de cubas o espacios de almacenamiento, cuando no practicando nuevas galerías y correspondientes hornacinas según el volumen, necesidades de almacenamiento requeridas o incluso posibilidades de ampliación laterales (sin entrar en conflicto con otras bodegas excavadas). En las distintas salas suelen realizarse las ya aludidas troneras de ventilación para favorecer la evacuación del anhídrido carbónico que se produce durante la fermentación, así como alguna de mayor calado que aludíamos a su funcionalidad de carga por vertido superior.

El lagar con el prensado de la uva.
Prensadas las uvas, el mosto cae en la lagareta, en este
caso a través de una teja. Bodega Velilla de los Oteros.

La panoplia de utensilios, mobiliario e iluminación suele ser reducida. Al tratarse de un lugar de producción, la omnipresente prensa de gran tamaño suele ocupar un espacio profuso en la sala principal. A este tipo de utillaje debemos de agregar distintos artilugios como encorchadoras, pipas, cubas, limpiadoras, cubetas, etc. que facilitan los distintos tipos de almacenaje y transformación, así como también la presencia de elementos simples de iluminación a base de cera, aceites o alcoholes.



El complementario uso social que también poseía la bodega (o que fue adquiriendo progresivamente durante toda su historia), ha hecho que favoreciera la existencia de cierto mobiliario y ajuar tendente a la corta estancia y algo más en el desarrollo de lo que popularmente se denominaban “las meriendas”, como lugar de reunión en torno a compartir “un vino” y lo más unas viandas, en la que la participación resulta casi exclusivamente masculina (hasta el último cuarto del siglo XX asociado a tabúes culturales restrictivos de espacios de reserva y reunión, autojustificados en posibles alteraciones fitosanitarias o alimentarias de los productos), que suplían las veces de lo que más tarde serían bares, teleclubs, tabernas, peñas, etc. como lugares de agrupación local, hitos de reunión y adhesión donde se tejen las necesarias redes sociales clientelares, familiares, etc. así como lugar de discusión y cierre de transacciones, mentideros o celebración de hitos festivos en el ciclo del calendario agrícola anual.


Pero también es cierto que como Espacio de Producción, éste llega más allá de la Bodega. Partiendo de las primeras labores de la Vendimia, en los momentos en los que la tecnificación aún no ha afectado a dichas labores de recolección, se hacía necesaria la participación de toda la unidad familiar (sin distinción de edad o sexo), que podría ser ampliada (incluso varias unidades), tejiendo redes de ayuda mutua que se desarrollaban en torno a los primeros momentos del otoño en que comenzaba la vendimia de los denominados aquí “barcillares” (o varcillares) hasta el prensado de la uva. Si bien el trabajo final del embasado y cuidado para los distintos tipos de fermentación y trasvase o encubado (labor que se continuaba en el tiempo estacional, anual o plurianual, mediante las consabidas crianzas y reservas o bien traslado de la “madre” de los vinagres), así como la disposición final en botellas y su encorchado, era ya realizado de forma exclusiva y consuetudinaria por el Pater Familias ayudado por los hijos varones de mayor edad.

El mosto dentro de  la cuba.



Finalmente reseñar aquí que solamente en algunas de estas bodegas y de forma complementaria también se produjo el destilado del alcohol mediante alquitaras y alambiques, tanto para la elaboración de sus distintas variantes de orujos y licores como por sus propiedades astringentes, curativas y conservadoras.

La bodega representa por lo tanto la socialización de un lugar de trabajo, añadiendo hitos de cohesión social, familiar y grupal donde el espacio del vino adquiere tintes sagrados de tipo civil. Pero éste no es su único territorio, puesto que debemos partir del análisis del espacio de producción del viñedo como elemento generador del Paisaje, analizando el territorio, las condiciones medioambientales, las formaciones de las cepas tanto horizontales como verticales así como los elementos complementarios como cercados, accesos, terrazas, bancales, chozos, cobijos y otras construcciones tradicionales; todo desde un planteamiento basado en la máxima de que “el trabajo de la viña ha ido modelando el paisaje a lo largo de los siglos”, conformándose el viñedo como un elemento patrimonial de gran importancia que llega a ser considerado en algunas zonas como Patrimonio de la Humanidad.

Una jarra de la bodega de Velilla de los
Oteros.

Y continúa más allá, puesto que el vino ha generado otros ámbitos de desarrollo nuevos o diferentes, que han evolucionado desde las antiguas cooperativas colectivas o bodegas unificadoras, ya de producción fabril, hasta formas tan punteras como las Estaciones Enológicas, las Granjas formativas o los actuales espacios de Turismo del Vino.

Esta charla por lo tanto supone un repaso etnográfico a los territorios de la vid y del vino, partiendo de la bodega como lugar de transformación de la uva de la mano de un investigador antropólogo especialista que nos ofrecerá otras visiones también extraleonesas que enriquecerán esta la nuestra, la Cultura del Vino.

Bodega. Foto Mas
ACTIVIDAD REALIZADA

D. Luis Vicente Elías Pastor.
Pieza del Mes "La bodega. Los espacios del vino".

Pieza del Mes "La bodega: Los espacios del vino".

D. Luis Vicente Elías Pastor.
Pieza del Mes "La bodega. Los espacios del vino".



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