Investigador: FÉLIX
GARCÍA RODRÍGUEZ.
Cinólogo, Especialista en Etnología y Etología
Canina.
Secretario de la
Asociación Canina de León.
Sábado, 7 de noviembre de 2015
17,30 Horas.
Patio Espacio Peregrino. Planta Baja.
Museo Etnográfico Provincial de León. Mansilla de las Mulas.
Actividad Gratuita
La Diputación de León a través del Museo
Etnográfico Provincial de León, en la Actividad
de la “Pieza del Mes”, y coincidiendo con la Feria de San Martín de Mansilla de las Mulas del día 11 de noviembre,
y con el Campeonato de León para mastín
el día 8, ha programado la conferencia
para el día 7, con el título de: “Carrancas.
La defensa del mastín”. En esta ocasión será D. Félix García Rodríguez, cinólogo, especialista en etnología y
etología quien nos acerque al mundo de los mastines a través de la pieza
conservada en el museo en el área dedicada al pastoreo, la caza y la pesca, como
son las carrancas o collares para
proteger a los mastines de los lobos.
Las carrancas o carlancas son elementos
inherentes a la cultura pastoril, de la que la provincia de León, famosa durante siglos por la calidad de su lana de oveja merina y sus
mastines, es uno de los mejores exponentes del país. Su origen es
probablemente tan antiguo como las primeras protecciones usadas por los
humanos. Cuero y metal son materiales comunes para corazas y carrancas. El uso
de perros para la protección de los rebaños debió de comenzar poco después de
la domesticación de los primeros herbívoros y el deseo de proteger a éstos de
los predadores. Aunque no hay demasiadas referencias históricas se tiene constancia de su uso para esta tarea ganadera hace más de
2.000 años, siendo muy conocidas por los romanos y generalizándose su uso en
la Edad Media.
Desde Turquía hasta Noruega, pasando por León desde la
más sencilla pieza, elaborada con cariño por su dueño con cuero y puntas de
hierro, hasta la forja decorada con arte y paciencia por el mejor de los
herreros. Las carrancas sirvieron y
sirven a nuestros mejores mastines para protegerlos en el momento necesario.
Es uno de esos útiles que ha viajado a lo largo de los siglos sin necesidad de
modificación, sencillos y eficaces, tan solo el carisma de los herreros o
guarnicioneros, y el gusto de los pastores, han aportado piezas con atractivo
diferente allá donde surgió.
Su empleo ha sido común en toda la
península Ibérica hasta épocas recientes, y su desaparición, hasta verse relegadas
a piezas de museo o decorativas, ha sido paralela a la progresiva extinción del
lobo. Pero no dejaron nunca de usarlas aquellos pastores que fueron capaces de
mantener costumbres ancestrales y tan necesarias actualmente: La convivencia de
animales domésticos y salvajes en un mismo entorno.
Resulta, por lo tanto, una ocasión
excelente para mostrar una de las piezas más representativas de una de las
actividades más antiguas realizadas por el hombre como es el pastoreo y que
atesora el Museo Etnográfico Provincial de León como son las carrancas, así
como para disfrutar de parte de la colección de D. Félix García Rodríguez que nos acercará para poder comparar los
diferentes tipos de carrancas que los artesanos han ido realizando con el paso
del tiempo.
ACTIVIDAD REALIZADA
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