domingo, 3 de noviembre de 2013

NOTICIA: Páramo preserva la tradición.

El presidente de la Ponferradina, José Fernández Nieto, inauguró la séptima edición de un mercado artesano bañado por la multitud y también por la intensa  lluvia.
diariodeleon.es
m. j. alonso | páramo del sil 03/11/2013


El presidente de la Ponferradina y el alcalde de Páramo
 contemplaron en primera persona el trabajo del ‘madreñeiro’. l. de la mata

Llovió y llovió... No dejó de llover pero, aún con ello, las calles de Páramo del Sil volvieron a rezumar vida y ambiente festivo al amparo de una nueva edición del Magosto y Mercado Tradicional. El presidente de la Sociedad Deportiva Ponferradina, José Fernández Nieto, fue el encargado de inaugurar de forma oficial y oficiosa la séptima edición de este encuentro de artesanos del barro y la madera, la gastronomía y el carbón, el hierro y la costura. Trece autobuses llegados de diferentes puntos de la provincia llenaron el pueblo de visitantes ávidos de aproximarse, un año más, al saber tradicional y a todo lo bueno que ofrece Páramo, aunque ayer fuera pasado por agua.
 
El madreñeiro o el cunqueiro fueron dos de las figuras que más interés concitaron, pero gran éxito tuvieron también las morcillas caseras del puesto ‘Chambuladas’, las mermeladas y conservas artesanas de ‘Hecho en casa’, los abalorios y bisutería de ‘Arte fósil’, los jabones y productos de belleza naturales de ‘Jaboneando’, las cebollas y castañas de ‘La cosecha de mi casa’, el arte en madera de ‘Ovidio talla’ o la repostería de ‘Dulces Mera’ y ‘Repostería casera’.
Y es que tal y como dijo el propio mantenedor en su discurso de apertura, si por algo destaca Páramo es por su «diversidad». Del carbón a la huerta. De la huerta a la mesa. Y de la mesa al campo. En Páramo se come bien.
 
La actividad comercial de los 23 artesanos que se citaron en la plaza del Xixón y que hoy mantendrán abierto el Mercado Tradicional, se complementa con la posibilidad de visitar el Museo Etnográfico de la villa, participar en una visita guiada por la mina-museo construida por mineros prejubilados, o acercarse a un viejo molino para ver en directo como antaño se molía trigo y centeno. Además, por supuesto, de poder disfrutar del sabor único de la castañas del Bierzo que ayer pusieron tono a la tarde en el magosto popular que coronó la jornada festiva.

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