Madres y niños esperando para entrar a la consulta en el Babys Hospital de Nueva York, donde trabajaba la leonesa de Vegacervera Nieves González Barrio. |
Rocío Rodríguez Herreras | 29/03/2021
lanuevacronica.com
LOS VIAJES DE LA DRA. BARRIO. Nieves G. Barrio solicitó, en abril hará 100 años, una beca para ampliar estudios en Nueva York. Allí pudo cumplir sus elevadas expectativas trabajando en el laboratorio del hospital infantil más prestigioso de la ciudad, el Babies Hospital.
Para un turista apasionado de la medicina y la arquitectura, visitar Nueva York es una experiencia difícil de olvidar. Nos dirigimos al fascinante barrio de Manhattan para descubrir, a escasos diez minutos del museo de arte moderno más importante del mundo, el MoMA ( Museum of Modern Art), un elegante edificio situado en la Avenida Lexington donde a principios del siglo XX se instaló el Babies´ Hospital, un centro puntero especializado en la investigación de enfermedades infantiles. Cuando en el mes de marzo del año 1922 la Dra González Barrio llegó a este prestigioso hospital, debió quedarse impresionada ante el magnífico edificio que comparte el estilo arquitectónico Beaux Arts con el situado en el número 17 de la calle Ancha de León, ciudad en la que Nieves G. Barrio comenzó sus estudios de bachillerato. El edificio que acogió el Babies Hospital desde 1902 hasta 1929, mantiene hoy en día la misma elegancia que mostraba hace más de un siglo, exhibiendo sus guirnaldas y las bellas cornisas que junto a la simetría característica del estilo procedente de la Ecòle des Beaux Arts de París, conforman una armónica estructura de gran belleza.
La prensa de la época informó sobre el moderno edificio que acogería al futuro Babies Hospital donde se instalaron hasta 80 cunas y camas para niños hasta tres años de edad: «Un paso muy importante para Nueva York ha sido el proyecto para la construcción de un nuevo edificio destinado al Babies Hospital at Lexington -ave. And Fifty -fifth-st. El nuevo hospital será una valiosa aportación a los hospitales que recientemente se han construido en Nueva York. El proyecto ha sido dirigido por York and Sawyer y los materiales elegidos han sido ladrillo y piedra. El edificio tendrá siete plantas y un sótano destinado a la maquinaria, lavandería, cocina y sala para empleados. En las demás plantas se instalarán varias oficinas, una amplia clínica para estudiar las enfermedades de los niños y varias salas para los pacientes. En la séptima planta se situará el solárium y el laboratorio. El hospital será equipado «in the most modern fashion». (resumen de la noticia aparecida en el New York Daily Tribune, Monday, May 12, 1902).
Tal era el interés que despertaba el Babies Hospital en una profesional de la medicina apasionada de la «pediatría social y de laboratorio» como era González Barrio, que se atrevió a abandonar el destino para el que había sido becada en Estados Unidos y solicitó ser admitida en el Babies, ¡sin pedir previamente permiso a la Junta de Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas!
Pero, ¿por qué decide marcharse al Babies Hospital de Nueva York?
Para encontrar la respuesta nos remontamos al mes de abril de 1921, fecha en la que la Dra. Nieves G. Barrio solicita una beca a la JAE para trabajar en Nueva York con el Dr. Noguchi en el «Estudio de la etiología, modo de transmisión y anatomía patológica de la poliomielitis anterior ( enfermedad de Heine-Medin)». Era ya la tercera solicitud que enviaba, ya que en dos ocasiones anteriores le había sigo denegada. Cuando finalmente en agosto del mismo año le notifican que se le ha concedido la beca para el College Saint Theresa en Winona (Minessota), cuyo nivel académico no estaba para nada a la altura de lo que ella esperaba, la decepción de la científica leonesa fue de tal calibre que en su respuesta a la JAE mostró su profundo malestar: «desde luego acepto mi beca aunque no es ni mucho menos lo que yo pedía. De todos modos sacaré el provecho que pueda».
En el College de Winona, en Minnesota, estudió inglés, química orgánica y bacteriología. Por otro lado, investigó sobre fisiopatología de riñón en el laboratorio del Dr.Rowntree en la prestigiosa Fundación Mayo, en la cercana localidad de Rochester (Minnesota). Sin embargo, su objetivo de investigar en la especialidad de pediatría no se cumplió; por ello, transcurridos seis meses y una vez enviado su trabajo de investigación en Minnesota a la JAE, decide irse al Babies Hospital de Nueva York, desde donde escribe al secretario de la Junta, José Castillejo, exponiendo los motivos de su traslado: «no pudiendo trabajar allí en lactancia artificial ni en problema alguno relacionado con la infancia» y «después de grandes dificultades he sido admitida en el Babies Hospital». Finalmente concluye: «espero que la Junta atienda a mi petición y no me obligarán ustedes a volver a España sin haber estudiado nada de lo que verdaderamente me interesa».
En sus palabras se intuye la personalidad y gran determinación de la importante pionera de la pediatría en España. Antes de responder a la Dra Barrio, la Junta de Ampliación de Estudios pidió consejo al asesor en asuntos de salud pública, el Dr Pittaluga, quien había dirigido la tesis doctoral de González Barrio y había sido su mentor para la solicitud de la beca. El eminente epidemiólogo intercedió favorablemente, aunque su respuesta no fue muy contundente… «Ya sabe usted (Castillejo) que yo he visto siempre, a pesar de sus defectos, con gran benevolencia cuanto hace la Srta. González Barrio y por tanto mi opinión quizá no se halla exenta de un velo de excesiva condescendencia hacia ella».
Así pues, la Dra Barrio consiguió trabajar durante parte de su estancia en Estados Unidos, en el Babies Hospital, el primer hospital dedicado a los niños de la ciudad de Nueva York. En el perfectamente equipado laboratorio del Babies Hospital trabajaban conjuntamente médicos, profesionales de la enfermería y bioquímicos. Un auténtico paraíso para una apasionada de la medicina de laboratorio, como era la Dra Barrio. Hay que tener en cuenta que el uso del laboratorio adquirió gran importancia en el establecimiento de la pediatría como especialidad independiente. Bajo la dirección del padre de la pediatría en América, el Dr Luther Emmett Holt, quien pertenecía a la primera generación de doctores interesados en desarrollar estudios científicos sobre las enfermedades infantiles, en el Babies Hospital se realizaron investigaciones acerca del análisis químico de la leche de la ciudad de Nueva York, y se descubrió que gran parte de las muertes infantiles se debían a las bacterias presentes en ella. Holt desarrolló una fórmula infantil para que la leche de vaca se pareciera más a la leche materna y pensaba que el establecimiento de horarios para la lactancia e incluso la lactancia artificial facilitarían a la mujer un descanso nocturno que favorecería su incorporación al mundo laboral. Además fue un doctor pionero en tareas de prevención y educación de las madres, actividad del interés de la Dra González Barrio.
De regreso a España la eminente médica de Vegacervera puso en práctica los conocimientos adquiridos, ya que ejerció la docencia en la Escuela Nacional de Puericultura. Ella misma lo cuenta en la publicación Blanco y Negro (15 de diciembre de 1936): «En 1925, se crea en Madrid la Escuela Nacional de Puericultura y, como consecuencia de mi preparación en los Estados Unidos, se me nombró profesora de este centro, encargada del laboratorio y de organizar el servicio de enfermeras visitadoras y niñeras».
Finaliza nuestro viaje científico en Nueva York no sin antes hacernos una fotografía frente al imponente edificio en el que durante casi treinta años mantuvo su actividad el Babies Hospital; sin duda, será nuestro tesoro más preciado, recuerdo una eminente «médica de laboratorio», una leonesa cuya estancia en Estados Unidos contribuyó al desarrollo de la pediatría en España.
Nuestra próxima ruta nos llevará a Rochester. Otra historia, otra ciudad y otro ‘Viaje Científico de Nieves’.
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