El proyecto Obras hermanas relaciona obras de la Colección MUSAC con obras de otras colecciones de distintos museos con diferentes objetos de estudio.
En esta ocasión, Carlos Ordás, Coordinador de Exposiciones del MUSAC y Francisco Javier Lagartos Pacho, Técnico Superior del Museo Etnográfico Provincial de León dialogan sobre dos obras de sus respectivas colecciones; Carrying XI del artista Pepe Espaliú y un chozuelo móvil de pastor.
Refugio frente a la tormenta. Por Carlos Ordás, Coordinador de Exposiciones del MUSAC
Con motivo de esta nueva entrega del proyecto Obras hermanas, se han elegido dos obras que, si bien responden a orígenes y objetivos radicalmente distintos, no dejan de tener conexiones directas en cuanto a las ideas que debieron de planear en la mente de sus distintos autores.
En primer lugar, hemos elegido una pieza del Museo Etnográfico Provincial de León. Se trata de un chozuelo móvil de pastor, pieza realmente única en esta colección que parece haber surgido, más que de una tradición asentada, de unas necesidades individuales que llevarían a su anónimo autor a crear una herramienta capaz de cubrirlas. Se trata de un habitáculo móvil que el pastor llevaría consigo en los recorridos acompañando a sus rebaños, de tal forma que pudiera disponer de un refugio ante la intemperie sin necesidad de depender de la situación concreta de los ya existentes. Este artefacto cumplía su doble objetivo de ser transportable —algo que se refleja en la instalación de ruedas y de asas para su fácil manejo— y de servir de refugio, al convertirse en un espacio herméticamente cerrado.
La obra de la Colección MUSAC escogida para dialogar con este chozuelo es una de las esculturas de Pepe Espaliú perteneciente a su proyecto Carrying. Como se describe de forma más pormenorizada en la grabación de audio complementaria, con esta serie el artista reflexiona sobre la doble necesidad —de desplazamiento y de cuidados— que tenían los enfermos de sida a principios de los años noventa, cuando la pandemia aún era bastante desconocida para el público general, lo cual a su vez se materializaría en una constante estigmatización de las personas afectadas por esta enfermedad.
La pieza que nos ocupa no es sino la abstracción de un palanquín oriental, elemento utilizado para el transporte de personas —en este caso pertenecientes a los altos estamentos sociales— que, llevadas en volandas por sus sirvientes, les permitía viajar a salvo del exterior, ya sea del polvo que cubría los caminos o de indiscretas miradas ajenas.
En ambas piezas este doble objetivo parece cumplirse a la perfección. En primer lugar, en lo referente a la necesidad de transporte. En el caso del chozuelo, su transportabilidad era imprescindible, ya que el pastor debía llevarlo consigo en su recorrido con los rebaños, para poder disponer de él en cualquier momento y lugar; en el caso de la obra de Espaliú, esta remite a las acciones que el artista realizaba en la época —dentro del mismo proyecto Carrying—, y en las que él mismo, ya en una avanzada fase de su enfermedad, era transportado en volandas por sus compañeros entre distintos puntos. Por otro lado, ambas piezas aíslan a su ocupante del exterior: de forma real en el caso del chozuelo —el pastor que se refugiaba en su interior quedaba protegido de las inclemencias del clima y la intemperie—, y de forma figurada en la obra de Espaliú, donde la falta de contacto con el exterior no responde tanto a una necesidad de su ocupante, sino a que este se ve forzado a un aislamiento que le viene impuesto desde el contexto social que ocupa, fruto de una estigmatización de su propio cuerpo como enfermo.
De esta forma podemos observar cómo la realización de estas dos piezas, de naturalezas y épocas radicalmente distintas, responden a inquietudes personales, a dos formas diferentes, en tanto que individuales, de cubrir necesidades que, en su origen, no parecen hallarse tan alejadas.
Cobijo, cuidado y desplazamiento. Por Francisco Javier Lagartos Pacho, Técnico Superior del Museo Etnográfico Provincial de León.
Con motivo de la invitación al proyecto Obras hermanas, se tratará de poner en diálogo una obra de la Colección del Museo Etnográfico Provincial de León y de la Colección MUSAC, que a primera vista tienen multitud de diferencias, pero que en su concepción, expresión y desarrollo guardan un cúmulo de similitudes, que enlazan y unen muy bien dos momentos históricos y dos autores con circunstancias existenciales muy diferentes.
Varios conceptos son los que relacionan a ambas piezas y están dentro de la propia esencia de cada una de ellas y, sin los cuales, no tendrían objeto de ser. El primero de ellos, es el concepto de cobijo como lugar que sirve para protegerse de las inclemencias o de cualquier peligro exterior. Esta definición encaja a la perfección con la pieza del chozuelo móvil, como un elemento utilizado por los pastores para resguardarse de las inclemencias del tiempo, especialmente durante la noche.
La pieza Carrying XI también tiene ese contenido de refugio ante las inclemencias o perturbaciones que pueden venir del exterior, que, en este caso, no son solo ambientales, sino que, principalmente, son humanas, mucho más dañinas y perturbadoras que las otras. Con esta pieza, Pepe Espaliú quería cobijarse de los daños que el Ser Humano ocasionaba al propio Ser Humano ante la enfermedad del sida y su estigmatización por parte de la sociedad en aquellos primeros momentos. Lo mismo que el pastor se cobijaba de la lluvia, del viento, del frio, etc., con su obra, Espaliú, se resguardaba de la injuria, la homofobia, la difamación, etc., en definitiva, de todos aquellos males que están impresos en una sociedad, encontrando en su obra una protección, amparo y consuelo.
Muy relacionado con lo anterior, está el concepto de cuidado como acción de cuidar, guardar, conservar o asistir. El chozo móvil es una pieza con una función clara de cuidar del pastor, gracias a las diferentes estructuras de madera y elementos accesorios que lo componen y que intentan hacer más cómoda la estancia de éste en su interior, guardándole de las inclemencias del tiempo y posibilitando un alojamiento más agradable. Pero, de manera simultánea a este hecho, también se produce el fenómeno del cuidado del pastor hacia las ovejas. Gracias a la protección que el chozuelo proporciona al pastor, hace que su salud no se deteriore y enferme, lo que ocasionaría la desatención de su rebaño. Por ello, esta pieza realiza un cuidado indirecto hacia el rebaño a través del cuidado directo del pastor.
Este mismo concepto de cuidado se puede ver en la pieza Carrying XI y que, el propio Pepe Espaliú, quiso imprimir desde el mismo momento del nacimiento del Carrying Project. Esta denominación que en un inglés pobre “carrying” puede sonar a “caring”, lo que significa “cuidar”, fue un sentido que Espaliú deseaba subrayar como un elemento esencial en su obra. En este caso, son los enfermos de SIDA de principios de los noventa, cuando la pandemia era desconocida y con ello estigmatiza por el público y las diferentes administraciones, los que tenían que recurrir a sus amigos, familiares o a voluntarios para su cuidado. Este hecho fue expresado de manera simbólica, por un lado, en los múltiples actos performativos, en colaboración con algunas de esas personas, que llevaban al artista en volandas y, por otro, en la propia materialidad de la pieza que se convierte en una especie de caja cerrada, hermética como una tumba ambulante que cuida de ese contacto exterior, con un mundo que denigraba y repudiaba la citada enfermedad.
Por último, el concepto de desplazamiento como acción de mover o trasladar a una persona o una cosa de un lugar a otro, es una de las principales características que tiene el chozuelo, usado por los pastores estantes de ganado ovino de la localidad leonesa de Laguna Dalga, en sus traslados cuando eran solicitados por los agricultores para el abonado de sus fincas por parte de las ovejas, conocida como la técnica del redileo. Normalmente, la fuerza de tiro utilizada para el desplazamiento era la conjunción de unas fuerzas de origen animal y humana. En estos desplazamientos, además del chozuelo, eran trasportados el resto de los elementos necesarios para efectuar el citado trabajo, como las cancillas, las zapatas y las redes.
Este mismo concepto de movimiento, transporte o traslado se manifiesta en la pieza Carrying XI que, en su forma material, es la abstracción de un palanquín oriental, elemento utilizado para el transporte de personas que eran llevadas en volandas por otros individuos y que les permitía desplazarse. En el caso de Espaliú, quiere simbolizar la necesidad de llevar, trasladar o transportar a los enfermos de sida que, en fase terminal, no podían valerse por sí mismos, como así lo reflejó en los actos performativos donde un grupo de personas transportaban al artista en volandas por las calles de San Sebastián y Madrid en 1992 y que gozaron de enorme cobertura y repercusión en los periódicos y en las cadenas de televisión. Si la idea del concepto de desplazamiento es la de unir dos puntos que están distantes, Espaliú consiguió, con este proyecto, provocar un mayor acercamiento y una unión entre la enfermedad del sida y la sociedad del momento.
Dos piezas, dos entornos y dos momentos históricos y personales distintos, pero una misma conciencia humana que lleva a resolver unas necesidades materiales y/o mentales muy parecidas, que nos acercan y nos unen con una fuerza mayor de la que nos distancian.
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